Leonel Fernández, el anti todo
Los valores perdidos en una sociedad que en los años sesenta y setenta vivió su época de gloria. Nos hemos dejado coger de pendejos por un ególatra que lo único que persigue es su enamoramiento personal, plano en el que se sumerge para igualar en su totalidad al despreciable de Joaquín Balaguer, a quien ha reivindicado sólo por obtener los votos rojos, perversa acción de la que se cansó de escribir cuando era un simple mortal