Extraños valores
La norteamericana, sociedad de extraña moral. Mientras Clinton hace lo que es una “costumbre” en la mayoría de los seres humanos adultos -incluyendo los de su país-, su pueblo, su sistema, y su prensa convierten un problema de faldas en algo monstruoso, reacción que no manifiestan frente al genocidio contra el pueblo iraquí o frente al criminal bloqueo al que tienen sometido al pueblo cubano