II.- Leonel Fernández, ¿nuevo paradigma?
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Esta ambivalencia como jefe de Estado la presentaría el mismo Leonel Fernández cuando: se propuso el dominio hegemónico de las instituciones del aparato estatal, usando métodos corruptos y los recursos del Estado en las elecciones de medio tiempo acabadas de celebrar, frente a un artículo titulado “Hegemonía política y gobernabilidad” que escribió para agosto del 2001; cinco años después le tocaría pronunciar dos discursos, uno en la Cumbre de los Países No Alineados, celebrada en La Habana, y otro en la Asamblea General de las Naciones Unidas, celebrado en el edificio de las Naciones Unidas en Nueva York; muestra su relación con el jefe del Estado venezolano y se le confronta con un escrito que publicó para finales de febrero del 2002 bajo el título “Hugo Chávez y el arte de gobernar”. De cada una de estas hablaremos más adelante. Ahora tendremos necesariamente que mostrarle a Leonel Fernández algunos de los absurdos que se dan en sus gobiernos y los que prevalecen de los que señaló en el artículo mencionado.
Invirtiendo el orden, prevalecen: que los representantes del Congreso modifiquen la Constitución con el único propósito de extender su período legislativo; que la “intranquilidad y el nerviosismo” se apoderen de la sociedad; que las distintas organizaciones “fijen sus posiciones”; que… todo pase a un segundo plano debido al desorden “INTRÍNSECO” que predomina en el país; que una cantidad enorme de chinos que nunca han estado en el país, disponga de pasaportes dominicanos; que muchas personas tengan más de una cédula; que desde el gobierno se denuncie que muchos miembros del partido oficial cobren sin trabajar cuatro o más sueldos de distintas dependencias del Estado; que el gobierno se muestre impotente frente a las empresas del sector energético, “sumergido en penumbras en el Palacio Nacional”.
Dentro de los absurdos en el tiempo que le ha tocado gobernar sobresalen, como los más importantes:
Continuará...Que los principales problemas que confronta la población sean el auge en la venta de drogas, los robos, los atracos y los asesinatos; que dentro de un mismo gobierno unos funcionarios señalen sueldos lujosos en otros funcionarios cuando se habla de austeridad y que los otros funcionarios justifiquen el derroche como normal y amenacen con establecer un proceso judicial contra los que hicieron la denuncia; que en los consulados se vendan pasaportes a ciudadanos chinos; que se apresen miembros de la Fuerza Aérea Dominicana y de la Marina de Guerra… ¡Por drogas!
Que haya una epidemia de dengue y que el Secretario de Salud llame locos a los que piden que se declare un Estado de Emergencia; que se depreden las reservas científicas de la Cordillera Septentrional; que más del 70% del personal que labora en las áreas de emergencia de los distintos centros de salud del país no tengan entrenamiento; que no haya una institución del Estado que pueda certificar los medidores eléctricos instalados por las empresas privadas; que diputados del partido oficialista agredan periodistas; que un ciudadano sin cédula, en territorio dominicano, haya votado y salido senador; que los aparatos represivos del país hayan impedido la celebración de una feria donde se iba a exponer la realidad dominicana y ciertos puntos de vista sobre la gestión de gobierno del Dr. Leonel Fernández; que embajadores de diferentes países pidan garantías para la inversión y que señalen que la corrupción y el incumplimiento de las leyes son los principales obstáculos.
Que el asesor en materia de drogas reconozca que la seguridad jurídica del país es un caos; que en el país no haya centros de educación especial para discapacitados; que haya apagones por falta de combustible, de dinero, de generación, de distribución... de transmisión; que el Superintendente de Electricidad diga que el país carece de una adecuada industria de electricidad privada debido a que esta no está en capacidad de sobrevivir sin la intervención financiera del Estado (?); que la falta de iluminación fomente los accidentes de tránsito, los robos, los atracos y la ejecución de actos inmorales; que la Iglesia afirme que la patria se encuentra amenazada por la inseguridad, el narcotráfico, la corrupción y el desorden que se percibe por todas partes (¡INTRÍNSECO!, tal y como señaló en su artículo); que haya que hacer colectas para construir el baño de una escuela.
Ing. Nemen Hazim Bassa
San Juan, Puerto Rico
27 de septiembre de 2006