EE. UU. (¡la plaga más dañina que ha parido la humanidad!), Inglaterra y Francia (¡los padres de los más grandes crímenes que se han dado en este planeta!), Alemania (¡la provocadora de todas las grandes guerras!)
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¡Cuán equivocado estuvo Adolfo Hitler! Era a los alemanes (¡la pérfida raza aria!), a los polacos ("polskanazis") y a los ucranianos ("ucranazis") a quienes Hitler tenía que exterminar, los verdaderos sionistas que hoy subyugan, incluso, al propio pueblo judío de Israel (que carga con la mayor culpa). Los "nazisionistas" se convirtieron en los asesinos a sueldo del imperialismo yanqui y de las rémoras colonizadoras de la Europa imperial.
Estados Unidos (¡la plaga más dañina que ha parido la humanidad!), Inglaterra y Francia (¡los padres de los más grandes saqueos y exterminios que se han dado en este planeta!), Alemania (¡la provocadora de todas las grandes guerras!), Canadá (¡la perrita faldera del imperialismo yanqui!), Japón (¡Japón! ¡Quién lo iba a decir! ¿Japón?), España (¡la vil y retrasada que no ha dejado de ser el trasero de Europa!), Bélgica (¡la causante de uno de los más terribles genocidios que hemos padecido!), Suiza (¡la expoliadora y escurridiza Suiza!), y Suecia, Noruega, Dinamarca y Países Bajos (¡los Cuatro Jinetes del Apocalipsis que sirven a los asesinos imperialistas argumentando y confundiendo, alimentando la guerra, esquematizando el hambre y pregonando la muerte!), son las naciones que más penuria han causado a los animales racionales e irracionales.
Actualmente, esas naciones cargan sobre sus hombros la destrucción de Siria, Líbano, Palestina, Yemen, Irak, Afganistán y Libia (buscando desesperadamente provocar a Irán para borrarlo del mapa), la expoliación de sus recursos y la aniquilación de millones de sus ciudadanos. ¡Basta ya de tanta iniquidad! Esas naciones tendrán que pagar, y, cuando lo hagan, será para siempre, sin dejar rastros de sus desafueros...
Para que la humanidad alcance una etapa de paz y solidaridad entre todas las naciones [si es posible, aunque de entrada lo dudamos (pero se hace necesario el esfuerzo)], los seres humanos conscientes de todo el planeta debemos plantear estrategias en la búsqueda de soluciones a los conflictos que sacuden el planeta, pero, más que nada, al descomunal genocidio que cometen los sionistas contra los pueblos árabes, con el apoyo de las maquinarias de guerra que encarnan los históricos imperialismos europeos y el expoliador y mendaz imperialismo yanqui, desde hace muchas décadas posicionado en el nivel que Juan Bosch llamó, con sobrada razón -por la forma en la que ejerce con relación a viejas prácticas dejadas de lado-, pentagonismo.
En esa corriente, se hace pertinente que, al mismo tiempo, todos los comunicadores que puedan publicar en inglés (comprometidos con la verdad; no los viciosos de derecha, que desinforman y mienten descaradamente, ni los embaucadores de “la nueva izquierda”, que solo persiguen exhibición y beneficios económicos con la pueril manera en la que presentan sus informaciones) apelen (mientras Rusia y China no formen una agrupación militar paralela a la OTAN que ponga fin a la hegemonía de la perfidia, el saqueo y la exterminación) al único recurso disponible para finiquitar el horripilante y sufrido holocausto que cometen quienes, con el apoyo del Pentágono y la miserable Europa occidental, pretenden que solo se reconozca como tal el que ejecutaron los nazis con los judíos (no con los sionistas, que proceden de lo peor de esa Alemania perversa, de Ucrania y de Polonia): dirigirse al pueblo norteamericano para que pueda ver la realidad de lo que sucede en Palestina, Líbano, Siria, Irak, Libia y Yemen, y reaccione tal como lo hizo para poner fin a la guerra de Vietnam. Solo el pueblo estadounidense puede, hasta este momento en que esas sufridas naciones no cuentan con ayuda militar [salvo la de Irán y Yemen (reducida por razones muy obvias), y la que, con gran sacrificio y arrojo, manifiestan Hezbolá y Hamás], terminar con el holocausto que cumple hoy un año y que sus propios medios ocultan.
Buscar “likes” y parasitar en las redes sociales a cambio de remuneración es depravación; es simulación y engaño. Basta de burlarse de quienes ingenuamente contestan a interesadas preguntas y encuestas de pacotilla que solo persiguen dólares (con la presencia de muchos que, sin percibir la vileza que hay envuelta, acuden, seducidos, a las cuentas de esos oportunistas). A muy pocos de esos estafadores, de la “nueva e insidiosa izquierda”, interesa la desgracia de los palestinos, o de los libaneses, o de los sirios…
Ing. Nemen Hazim Bassa
San Juan, Puerto Rico
7 de octubre de 2024