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El genocidio sionista y la perversidad de la derecha, de la prensa occidental y de los medios latinos subordinados al capital...

Si el mundo se levantara en masas, como sucede cuando un país gana una copa de fútbol, se acabarían las injusticias. Pero, la realidad es otra; nos imponen una época de subvalores inculcados con base en el capital, la ignorancia y la mediocridad. Más importa una copa para España o Argentina ["Era un país tan pobre que gritaba más fuerte un gol que una injusticia" (autor desconocido)] que los más de los 15 mil niños palestinos asesinados por los sionistas. "Dales pan y circo y nunca se revelarán" [Décimo Junio Juvenal, poeta romano que vivió durante el siglo I, que aludía con esa frase el olvido del pueblo romano de su derecho de nacimiento a involucrarse en la política]

El genocidio que lleva a cabo Israel contra Palestina está mostrando la verdadera cara de este mundo envilecido. Esperamos que aquellos que ignoran lo que está sucediendo, o aplauden la monstruosidad que ejecutan unos farsantes que se arrogan la preferencia de Dios -que desnuda la triste realidad de que en este planeta existimos ciudadanos desechables, sin dolientes-, no se vean, como se verán en algún momento determinado de su existencia -en que, con toda seguridad, tocarán intereses del grupo de países que integran la OTAN (autoproclamados dueños del mundo)-, atravesando por la barbarie que sufre el pueblo palestino. Nunca antes la humanidad había presenciado un genocidio sin que absolutamente ninguna organización mundial de las creadas para "vivir en paz" lo enfrentara. ¿Razón? Lo ejecutan Estados Unidos, Inglaterra y Francia por vía de Israel (su matarife), tres imperios que vinieron a este mundo a saquear, destruir, esclavizar y asesinar.

Israel dispara misiles que matan a civiles en Gaza o Cisjordania, y Occidente lo considera autodefensa; si son los palestinos que disparan a Israel, y matan a civiles, entonces Occidente los llama terroristas. Esas son las consecuencias de vivir en un mundo invertido, de mentiras, controlado, maniatado; subordinado a lo que dicta el capital oligárquico, enajenado por el circo con el que mantienen endrogada a la mayoría, estampada con el peculiar sello de la ignorancia.

De los orígenes del genocidio que ejecuta Israel recuperamos una inmundicia de la derecha digna de recrear; una comedia que debemos resaltar. Retomemos lo que para la derecha fue una burla más de las tantas que sirven a su estrecho conocimiento para "razonar" y que le rebotara como un bumerán [la derecha no necesita instruirse para honrar esa etiqueta (los derechistas son como los animales irracionales; sólo requieren venir al mundo para ser exactamente eso: irracionales. No van a la escuela; viven sin instrucción. Son como los burros, para poner un ejemplo: nacen... y rebuznan hasta morir)]. Cuando esa masa de ignorantes procuró sacrificar al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, porque había dicho que "Jesucristo nació en Palestina y fue el primer revolucionario en combatir el imperio romano", se infló; el poco juicio que exibe con fervor la llevó a validar cuánta perversidad cometen los imperialistas. En definitiva, resultó que ambas sentencias vinieron a ser correctas.

Cuando Maduro aludió al imperio romano lo confundió con el español (con anterioridad había señalado el romano), equívoco del que nadie está dispensado, pero que al gobernante venezolano "le está vedado". Dos evangelistas, Mateo y Lucas, afirman que Jesús nació en Belén (sita en Palestina). Otros dos, Marcos y Juan, presentan a Jesús naciendo en Nazaret (también en Palestina). Empero, los cuatro, más todos los demás (reales o creados), son producto de un libro llamado Biblia, inventado por los judíos para usufructuar la ignorancia. La activista Linda Sarsour había "tuiteado" que Jesús era palestino, haciéndose eco de la representante Ilhan Omar, quien había "retuiteado" un artículo de opinión del New York Times escrito por Eric V. Copage, donde afirmaba que “Jesús, nacido en Belén, era muy probablemente un hombre palestino con la piel oscura”. Por su lado, Sarsour escribió: “Jesús era el palestino de Nazaret, y se describe en el Corán con una piel de cobre marrón con pelo lanudo”.

La burla ha sido el arma predilecta de la derecha ante las injusticias que legitima. Frente a la incapacidad de rebatir con argumentos cargados de conocimiento, los derechistas optan por el único camino que les queda: el de la burla. De esa forma combaten las ideas; no en vano Fidel Castro enarboló la lucha de las ideas. La derecha carece de libreto alguno. El derechista, no importa el nivel de instrucción, no lee (puede ser tanto un obrero de la construcción o un conserje, como un médico, un abogado o un ingeniero); fuera de los temas relacionados con su oficio, el derechista no es capaz de tomar un libro de literatura, sociopolítica o historia para cultivarse. No es fortuito que llame dictador a Maduro y no conozca quién es el genocida Benjamín Netanyahu; o que ignore que Barack Obama propiciara un golpe de Estado en Ucrania que dejó en pie una guerra en la que Rusia lucha por proteger su territorio y a los suyos de las armas de la OTAN. La ignorancia, a la derecha, le es intrínseca; además, a los derechistas les niegan el derecho a la verdad. Como viven con "gríngolas", no son capaces de buscar fuentes alternas de la comunicación: se nutren sólo de CNN, FOX, NBC, CBS, ABC, El País, Le Monde, Telemundo, Univisión y cuanto despojo de la desinformación tienen a su disposición. ¿De leer? ¡Ni hablar! Eso no es práctica para insensatos y enajenados.

Lo que sucede actualmente con el pueblo palestino traerá consecuencias funestas para los propios sionistas y quienes los han apoyado [Europa occidental, Australia, Japón, Canadá, Estados Unidos y la mayoría de las eternas (y serviles) colonias de América Latina, acostumbradas a ser vilipendiadas por los imperialismos]. Para el año 330 a. C. ya Aristóteles tenía resuelto el dilema de qué había sido primero: si el huevo o la gallina. Concluyó que «lo actual es siempre anterior a lo potencial, y, por lo tanto, el hombre precede siempre al esperma, o, lo que es lo mismo, la gallina precede al huevo».

El derribo de las Torres Gemelas fue consecuencia de lo que los países imperialistas y colonialistas hicieron (y aún hacen) en Asia, África y América Latina: esclavitud, saqueo, genocidio y férreas imposiciones de voluntades y culturas diferentes. Inglaterra, Francia, Holanda, Bélgica, España, Portugal, Italia, etc., y "ahora" Estados Unidos (un ahora que data de 1776), han tratado a asiáticos, africanos y latinoamericanos como despojos. Nos han convertido en productores de riquezas para degenerados supremacistas y viles aristócratas que nos miran como si fuéramos gusanos. Cuando fueron derribadas las torres sufrimos como nadie; fuimos de los primeros en viajar a Nueva York, conmovernos con la imagen de la tragedia y solidarizarnos con los asesinados. Pero, ¿quién provocó tal acción? ¿No fue Estados Unidos con sus históricas invasiones, saqueos, destrucciones y asesinatos? ¿Algún parecido con Israel? El genocidio que ejecuta actualmente el sionismo, con toda seguridad, dejará cola; lo de Hamás es una reacción a lo que Israel le ha hecho a Palestina desde que los ingleses lo transfiguraron en Estado soberano (validado por una pérfida ONU dirigida desde sus inicios por Occidente). No debe sorprendernos si en el futuro se producen tragedias que lamentaremos profundamente.

Si el mundo se levantara en masas, como sucede cuando un país gana una copa de fútbol, se acabarían las injusticias. Pero, la realidad es otra; nos imponen una época de subvalores inculcados con base en el capital, la ignorancia y la mediocridad. Más importa una copa para España o Argentina ["Era un país tan pobre que gritaba más fuerte un gol que una injusticia" (autor desconocido)] que los más de los 15 mil niños palestinos asesinados por los sionistas.
"Dales pan y circo y nunca se revelarán" [Décimo Junio Juvenal, poeta romano que vivió durante el siglo I, que aludía con esa frase el olvido del pueblo romano de su derecho de nacimiento a involucrarse en la política]
Mientras los ciudadanos del mundo claman por la paz de Palestina y el derecho de sus ciudadanos a vivir en su tierra bajo un Estado soberano, los que gobiernan los imperios “democráticos” claman por el genocidio, lo promocionan y apoyan con el suministro a Israel de armas y billones de dólares…

¡Viva la democracia imperialista!

Ing. Nemen Hazim Bassa
San Juan, Puerto Rico
21 de agosto de 2024