II.- ¿Qué se puede esperar de un oligarca arrodillado a los pies del imperialismo?
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Quien escribe ha defendido públicamente la honestidad de Abinader en el manejo de la administración del Estado, pero su servilismo ante el imperialismo yanqui es repugnante. A nivel internacional, no nos representa como dominicano; ni él ni su gobierno ni sus acólitos, mucho menos las lacras de la comunicación financiadas por la mafia derechista internacional. Ningún mandatario dominicano había sido tan apocado; su posición ante las elecciones venezolanas lo convierte en servil de la perversidad de Estados Unidos. Si de verdad a Abinader le interesa ser solidario, ¿por qué no lo es con sus consanguíneos palestinos, que también son los nuestros, asesinados vilmente por Israel con el apoyo gringo y gente precisamente como él, que prefiere descargar su discurso ("intereses económicos ofrecidos por EE. UU.") contra Venezuela, como le ordena su amo, en lugar de alzar la voz contra los genocidas sionistas?
Ratificamos que creemos en su pulcritud en el manejo personal de los recursos públicos, pero la forma indecorosa en la que se maneja con la patria de Bolívar y Chávez nos asquea. ¿De verdad le duele más un proceso electoral en Venezuela que el asesinato de más de 50 mil árabes, entre los que hay 25 mil niños y 10 mil mujeres? Nos da mucha pena; podrá ser rico, mandatario de una nación, pero su accionar lo convierte en traidor a la sangre de la que una vez se vanaglorió cuando hizo alusión a sus orígenes libaneses, que también son los nuestros. Esperamos que alguien le haga leer lo que escribimos y opinamos sobre su débil personalidad.
Por algún lado, entre su esposa y quien escribe, existe algún lazo familiar; solo esperamos que esa mujer, humana y exquisita, sienta en el fondo de su alma la muerte de más de 50 mil árabes (como ella, como su esposo y como nosotros) y no se haga cómplice del cuento gringo sobre Nicolás Maduro y Venezuela. Todos sabemos, hasta los propios derechistas -hasta el propio Abinader-, que el problema venezolano no radica en las elecciones; el verdadero problema venezolano está en el petróleo, el coltán, el litio, el carbón, el oro, el hierro, la bauxita, el níquel, el diamante... También, engrosan esa riqueza, las calizas y otros minerales no metálicos, además de importantes perforaciones de amianto, fosfato, manganeso, azufre y plomo, recursos todos deseados por Estados Unidos, y de los que quiere hacerse, incluso, a expensas del asesinato de cientos de miles de almas venezolanas (que, como latinos, para el perverso pentagonismo, no son más que ciudadanos desechables), de las que ese oligarca que gobierna República Dominicana será tan responsable como la primera bala disparada por un soldado yanqui que alcance al primer hijo de la patria de Bolívar y Chávez.
Quizás se le constriña el alma y reconozca que se ha embarcado en transitar por un ridículo camino de sumisión. Si Abinader no sabe cómo actúa el Pentágono, nos manifestamos a su disposición para ayudarle a comprender. Llevamos 50 años leyendo y analizando el abyecto proceder de Estados Unidos, y eso de analizar lo hacemos muy bien; por suerte, nos graduamos de Ingeniero Mecánico-Electricista "Magna Cum Laude" -en la UASD, cuando era universidad- en 1977. Y si algo sabemos los que elegimos esa carrera es pensar y analizar. Pedimos perdón a quienes nos leen por hablar en términos personales, algo que nunca hacemos, pero que en esta ocasión consideramos oportuno para que el fantoche yanqui pueda comprender el porqué del contenido de este reclamo público.
Fin...
Ing. Nemen Hazim Bassa
San Juan, Puerto Rico
22 de agosto de 2024