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V.- Los descarríos de Leonel Fernández en la vida política dominicana...

Los miles de millones de pesos generados por la corrupción implementada por Leonel Fernández servirían para dos fines específicos: financiar la reelección en el año 2008 y, como parte de un proyecto muy bien concebido por quien maliciosamente interpretaría a Juan Bosch a su manera, aumentar el número de nuevos ricos por medio de la acumulación originaria que proporciona la depredación del erario...

Fotografía tomada de Instagram, publicada como un "meme" [texto, imagen, vídeo u otro elemento que se difunde por internet, y que, a menudo, se modifica con fines humorísticos (Oxford Languages)], cuyo autor se desconoce (aun así, todo el crédito para él). No hay biografía que supere en contenido lo que esta imagen muestra...

El 16 de mayo de 2004, en las elecciones presidenciales, triunfó el Partido de la Liberación Dominicana, que llevaba como candidato presidencial al eterno aspirante (Leonel Fernández), y como candidato vicepresidencial a Rafael Alburquerque. Dos fueron los factores que influyeron en la derrota de su contrincante Hipólito Mejía: la crisis económica provocada por la quiebra de los bancos Baninter (Intercontinental), Bancrédito y Mercantil -causada por el fraude que sus propietarios venían cometiendo desde 1989- y una reelección innecesaria (producto de esa misma crisis en la que se vio inmersa la nación) que, además de llevar como candidato vicepresidencial a Fello Suberví -figura patética del partido blanco cuya valoración había sido cuestionada-, era repudiada históricamente dentro de las filas del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), ya que entraba en contradicción con los principios antireeleccionistas enarbolados por el Dr. José Francisco Peña Gómez.

Con el inicio del segundo período del Dr. Fernández regresó la construcción de obras, gestión política favorable para la nación que, a la vez que dinamizaba la economía y modernizaba la República Dominicana, se constituía en la fuente principal de recursos a ser usurpados por la "Compañía por Acciones" en la que se había convertido el PLD, organización que postulaba, mientras Juan Bosch mantenía sus facultades intactas, "Servir al Partido para servir al Pueblo", lema que muy pronto se transformaría en "Servirse del Partido para descarnar al Pueblo".

De regreso estarían la corrupción y la impunidad; los viajes de placer y compra de reconocimiento con los recursos del erario; la usurpación del capital que debió destinarse a la educación (el gestor del "Nuevo Camino", un camino muy viejo en la República Dominicana, argumentaba que asignar el 4% del presupuesto de la nación al sistema educativo representaba un "falso debate"); la confabulación con -y la inacción de- la justicia (se dedicó a comprar y nombrar jueces para futuro -tal y como promueven las instituciones financieras sus productos-, previendo lo que podría sucederle a él y a su cuadrilla); la perenne cobardía que siempre asumió ante los militares, a quienes permitió allegarse hasta el 20% de las compras realizadas por y para los institutos castrenses; la falta de hombría al embarcarse constantemente en chismorrear a la embajada americana (con minúsculas) "sus pareceres" acerca de verdaderos y grandes líderes políticos de la región (como si fuera él, precisamente él, que exhibe una carencia mayúscula de criterio propio, agradecimiento y coraje, "Juez Supremo de la Política").

En junio de 2007, desde San José Do Campos, Sao Paolo, Brasil, el presidente Leonel Fernández anunció la compra de ocho aviones Super Tucanos "para dar soporte a los planes de lucha contra el narcotráfico y el tráfico de ilegales", dos infames actividades que se desarrollaron precisamente durante los años que él gobernó. No ha pasado por la República Dominicana un solo delincuente internacional, de la rama que sea, al que él no esté arrimado o abrazado: la prensa dominicana está saturada de fotos suyas con grandes capos de la criminalidad.

Foto tomada de YouTube - Leonel Fernández no recuerda los Tucanos ni la Sund Land | El Jarabe de Zapete Seg-3 12-08-2021. El pueblo dominicano no debe olvidar los desafueros cometidos por Leonel Fernández...

Además de los aviones no haber servido para nada -no por deficiencias de fabricación, sino por ausencia de disposición de uso, confabulación o compra realizada como parte integral del proceso de acumulación originaria que permitió a militares (a quienes el Dr. Fernández teme "como el diablo a la cruz") y peledeístas (dentro de estos últimos el propio Fernández, que creció comiendo "pico y pala" según cuenta su entrañable amigo Julio César Valdez en "Leonel Fernández y yo, memorias inéditas") aumentar su fortuna, los primeros, y pasar de la miseria a la opulencia, los segundos ("abanderados morados con la estrella amarilla")-, su adquisición se realizó con el pago de 3.5 millones de dólares por parte de la empresa brasileña Embraer S.A. a un funcionario dominicano (revelación que hiciera Elio Moti Sonnenfeld, consultor de la empresa, a fiscales brasileños) para "amañar [la] licitación de [la] orden de compra de [los] ocho aviones Super Tucano" [ese funcionario -peledeísta (leonelista)- era parte del entramado de corrupción en el que cohabitaban militares y otros burócratas del PLD gobernante; comillas de The Wall Street Journal; corchetes de NH].

Ese segundo cuatrienio no dejaría de sorprendernos; cada caso de corrupción que salía a la luz superaba con creces al anterior. El pertinente a la Sun Land -«un préstamo por 130 millones de dólares que, además de no ser aprobado por el Congreso, fue manejado a plenitud y sin fiscalización alguna por Félix Bautista, quien, para la época, estaba a cargo de la Oficina de Ingenieros Supervisores de Obras del Estado (OISOE)»- alcanzaría trascendencia histórica por la suma envuelta [RD$7,280,000,000.00 al cambio de hoy (20 de septiembre de 2023)... ¡7.28 billones de pesos dominicanos!].

Varias de las obras cubiertas por ese préstamo -estacionamientos de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), remodelación del Palacio de Bellas Artes, etc.- fueron pagadas en más de una ocasión por esa desgraciada oficina (OISOE), creada por Joaquín Balaguer, ampliada por Hipólito Mejía y envilecida por Leonel Fernández. En diciembre de 2008, la Suprema Corte de Justicia declararía inadmisibles los recursos de inconstitucionalidad interpuestos contra los contratos de préstamos entre la Sun Land Corporation y el Estado Dominicano por US$130 millones (sin la aprobación del Congreso Nacional), señalando, "bajo presiones políticas" [como más tarde lo expresara Jorge Subero Isa cuando ya no era presidente, ni formaba parte, de dicha corte (abril de 2013)], «que sólo los presidentes de las cámaras estaban habilitados para presentar una querella de esa índole (interpuesta originalmente por el PRD). Los miles de millones de pesos generados por la corrupción implementada por Leonel Fernández servirían para dos fines específicos: financiar la reelección en el año 2008 y, como parte de un proyecto muy bien concebido por quien maliciosamente interpretaría a Juan Bosch a su manera (sería atrevimiento nuestro pensar que este falaz haya sido capaz de leer a Marx o a Engels en algún momento de su vida), aumentar el número de nuevos ricos por medio de la acumulación originaria que proporciona la depredación del erario» [IV de IX - Leonel Fernández es el dominicano más corrupto, cínico, indolente y perverso que ha parido la República Dominicana].

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Ing. Nemen Hazim Bassa
San Juan, Puerto Rico
20 de septiembre de 2023