Completo.- Distanciamiento entre clase gobernante y pueblo; problema a escala mundial que evidencia las diferencias entre burócratas (corruptos con traje y corbata) y "gentuza" (pedestres con tatuaje y "body piercing")
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Carlos Marx: "Bajo el capitalismo, la forma perfecta de dominación no es la dictadura autoritaria, sino la república democrática"Distanciamiento entre clase gobernante y pueblo; problema a escala mundial que evidencia las diferencias entre burócratas (corruptos con traje y corbata) y "gentuza" (pedestres con tatuaje y "body piercing")
El capitalismo deforma la definición de clases de quienes participan en las relaciones de producción. Postular que en una sociedad existen sólo tres clases sociales (baja, media y alta) degrada a los concurrentes en las actividades que crean riqueza dentro de una colectividad. La economía, motor de todos los sistemas, es la dinámica en la que interactúan los individuos, y, como tal, debe ser determinante en la definición de clases. El capitalismo clasifica las clases en función de la estirpe del individuo y de los bienes materiales que posee. "Nació de primera", "nació de segunda" (y hasta "nació de tercera"), o "su familia no es de primera", son definiciones que el capitalismo usa para los integrantes de una estructura comunal en la que los mismos gobernados empujan cada día más para distanciarse de quienes los rigen, independientemente de que la tecnología haya puesto en sus manos toda la información pertinente para mejorar cultura y calidad de vida.
La clase baja no posee apellidos, no gana suficiente dinero, y, en muchas ocasiones, es explotada en el trabajo que desempeña; sus características están definidas por la vestimenta, la comida, el medio de transportación y la falta de conocimiento y destreza. La clase media, mayoría en países desarrollados, ha realizado grandes cambios para beneficio de la humanidad; en su determinación por subsistir, se ha visto precisada a librar importantes luchas con el fin de allegarse parte de los beneficios que obtienen los núcleos de poder que dan sustancia a la clase alta, dominante en países capitalistas, sean "tercermundistas" o de capitalismo tardío. La clase alta posee un alto nivel económico; sus integrantes, minoría en todas las naciones, poseen cuantiosos ingresos, tienen acceso a salud y educación de calidad e influyen en las decisiones político-económicas regulando la forma "democrática" de gobierno: "el gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo", la más grande de las mentiras que ha conocido el ser humano.
«La generación actual, la de mayor acceso a la información, es, paradójicamente, la generación más ignorante de toda la historia de la humanidad» |
Carlos Marx dejó a la humanidad una valiosa herramienta para definir las clases sociales (no dentro del esquema elitista del capitalismo, sino, en función de la posición que cada individuo ocupa en las relaciones de producción), que encontró en el Caribe al único discípulo que fue más allá de la definición de clases que parió la sociedad alemana. Aludimos a Juan Bosch, quien, en lugar de convertirse en la típica repetidora marxista, formuló dos nuevas capas dentro de la baja pequeña burguesía -en tanto la pobreza fuera característica real- que no encontraron sustancia en las sociedades europeas de mediados y finales del siglo XIX.
Apelamos a ese instrumento que ampliara Bosch -electo presidente y derrocado a los siete meses por un golpe de Estado auspiciado por Estados Unidos y ejecutado por un frente oligárquico que comenzaría a formarse después del ajusticiamiento del dictador Rafael Trujillo- por la definición que el escritor, intelectual y político dominicano hiciera sobre el sátrapa: "nació de segunda, por lo que desde niño sintió el desprecio de la gente de primera". La preponderancia de Juan Bosch en el ensayo radica en esa descripción capitalista formulada, mucho antes de hacerse marxista, sobre Trujillo, ese oscuro personaje que tiranizó la República Dominicana por más de 30 años. Separar a los seres humanos es lo que precisamente hace el capitalismo, y esa aberración, que vio la luz con las monarquías, se propagó por los países tercermundistas en virtud de que la mayor aspiración de un potentado de estas naciones "muertas de hambre" es igualarse a un monarca europeo.
Las diferencias entre burócratas (corruptos con traje y corbata) y "gentuza" (pedestres con tatuaje y "body piercing")
¿Por qué decíamos al principio que esas aberraciones capitalistas definen a "los integrantes de una estructura comunal en la que los mismos gobernados empujan cada día más para distanciarse de quienes los rigen..."? Por los "sellos, marcas y símbolos" que caracterizan a los gobernados, convertidos en "gentuza" por el sistema y, aunque difícil de asimilar, por la inversión de valores que los mismos han elevado a la categoría de paradigma social. La repelente música, la repulsiva imagen personal, el vomitivo lenguaje, el menesteroso civismo y la antisocial conducta han pasado a estructurar lo que podría llamarse "suciedad de la sociedad", una nueva organización comunitaria concebida, puesta en ejecución y financiada a nivel mundial por el imperialismo yanqui desde el primer día en que la televisión surgió como medio de convencimiento masivo.
Partiendo de tan amplio preámbulo, se puede observar cómo, cada día que transcurre, las clases dominantes (oligarcas y burgueses) van estrechando el núcleo de pequeños burgueses de clases alta y media para formarlos como clase gobernante que actuará, en política, en su representación; al mismo tiempo, van ensanchando el universo que conforma la "gentuza", permitiendo conscientemente que el envilecimiento de proletarios y pequeños burgueses de clases media y baja (baja propiamente dicha, baja pobre y baja muy pobre; las últimas dos concebidas por Bosch) se adueñe del frontis de las colectividades sociales (salvo contadas excepciones).
Esa "gentuza", término peyorativo que se arroga el capitalismo para definir a los nuevos "siervos de la gleba", es la que valida los desafueros que cometen los eternos imperialistas; la que da credibilidad a toda mentira que emana de los grandes centros de desinformación (CNN, FOX, ABC, CBS, El País, The New York Times, Le Monde, Deutsche Welle, Telemundo, Univisión, etc.; todos, medios al servicio de la basura, la infamia y cualquier otro despropósito oculto con el que actúan Estados Unidos y sus rémoras); la que inunda las redes sociales con culos, tetas, vulgaridades y estupideces... y la que recibe un lavado de cerebro -que inicia con los juegos electrónicos puestos a disposición de niños con apenas dos y tres años- para luego acudir a los cuerpos castrenses a pelear las guerras que interesan a los imperialistas para saquear recursos y riquezas de otras naciones... a pelear las guerras en las que «mi conciencia no me deja ir a dispararle a mi hermano, o a gente de piel oscura, o alguna pobre gente hambrienta en el barro en nombre de la grande y poderosa América. ¿Por qué habrían de pedirme que use un uniforme y me vaya a 10,000 millas de casa y arroje bombas y balas a la gente de Vietnam?» [Muhammad Ali].
La manipulación mediática ejerce un disciplinado y estructurado control sobre la ciudadanía; es el principal recurso de los grupos de poder para mantener "la suciedad de la sociedad", y se sustenta en proporcionar al "pueblo" las prácticas más perversas: distraerlo, enajenarlo, auparlo y hacerlo complaciente con la ignorancia y la mediocridad, alejarlo de la cultura y el conocimiento (para mantenerlo esclavizado, aunque con comida y circo) y tenerlo siempre presto para certificar las atrocidades que cometen. Un "pueblo" puerilizado denigra a sus integrantes y los hace complacientes con los intereses oligárquicos.
Avram Noam Chomsky - Nació en Filadelfia el 7 de diciembre de 1928; es lingüista, filósofo y activista ESTADOUNIDENSE de origen judío (las maýusculas son para resaltar que no es ruso, ni chino, ni norcoreano, ni cubano...)
Los burócratas, al servicio de la clase dominante, mantienen al "pueblo" en la idiotez y la mediocridad; ese es un mandato explícito. "Pan y circo" lo hace feliz y lo aleja de las cosas importantes. Parte de la estrategia disociadora es hacerle creer que todo lo que hace es correcto; que la depravación y la vulgaridad deben regir las normas de comportamiento. Proporcionarle una educación mediocre, sin espíritu crítico y capacidad de análisis, es el objetivo fundamental; sirve de caldo de cultivo para que prevalezca lo ordinario, lo insustancial. De ahí que la incultura y la plebeyez sean recibidas como los "nuevos valores cívicos", cuyos máximos exponentes son los que, por medio de la música (si es que se le puede llamar de esa manera a tanto adocenamiento y tanta rastrería), difunden, por las mal utilizadas redes sociales, la esencia de la "suciedad de la sociedad". A nivel mundial, el "pueblo" es el que da vigencia a las infamias y mentiras que Estados Unidos y demás miembros de la OTAN publican; y lo hace porque para nada se entera de los acontecimientos de importancia que vive la humanidad. El caso reciente -la guerra de Rusia con Ucrania- es más que fotográfico: "RUSIA ES RESPONSABLE DE DESTRUIR SUS RECURSOS: PUENTES, HIDROELÉCTRICAS, TUBERÍAS DE GAS, HOSPITALES, ETC.". Así, con mayúsculas, es que la pervertida y abyecta prensa occidental recoge los hechos, y, aunque cueste creerlo, la gran mayoría valida tal ignominia.
No conocemos al autor de esta conveniente reflexión, que obligatoriamente debemos incluir en este escrito y nos permitirá finalizarlo [para él sea todo el crédito]: "Siempre ha habido analfabetos, pero la incultura y la ignorancia siempre se habían vivido como una vergüenza. Nunca como ahora, la gente había presumido de no importarle nada que pueda oler levemente a cultura o que exija una inteligencia mínimamente superior. Los analfabetos de hoy son los peores, porque, en la mayoría de los casos, han tenido acceso a la educación; saben leer y escribir, pero no ejercen. El mundo entero se está creando a la medida de esta nueva mayoría. Todo es superficial, frívolo, elemental, primario, para que ellos puedan entenderlo y digerirlo. Son socialmente la nueva clase dominante, aunque siempre será la clase dominada, precisamente por su analfabetismo y su incultura, la que impone su falta de gusto y sus morbosas reglas. Y así nos va a los que no nos conformamos con tan poco, a los que aspiramos a un poco más de profundidad, a un poquito más...(sic)".
Ing. Nemen Hazim Bassa
Carolina, Puerto Rico
10 de junio de 2023