I - Los peligros de comer en el capitalismo
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Al modo moderno de vida, basado en la producción capitalista, le corresponde una peculiar forma de alimentación. Al comer no simplemente consumimos alimentos, sino también una forma o modo de alimentación. No se trata sólo de los diversos actos, hábitos o costumbres alimentarias en las que se concretan determinadas identidades culturales o simplemente modos más o menos diversos. Sin nosotros saberlo, la alimentación se encuentra predeterminada en forma sistemática y la nuestra en un sentido altamente nocivo para la salud, incluso en el caso de la así llamada comida casera. Se trata de un sistema capitalista de alimentación que apuntala al sistema capitalista de explotación de plusvalía.
El propósito de la obra es, además de hacer evidente el mecanismo de opresión químico-fisiológico constitutivo del Sistema Alimentario Capitalista (SAC), contribuir a que la gente pueda elegir entre los caminos alternativos que tiene a mano o buscar urgentemente para aliviar el sufrimiento de su cuerpo y su mente y para liberarse de la opresión política básica incluida en dicho mecanismo químico-fisiológico; liberación relativa que refuerza y permite un mejor desempeño en la lucha contra las opresiones que todos vivimos.
La crisis alimentaria es de exceso —crisis de sobre acumulación— mientras que la crisis del agua es de escasez, e históricamente ha sido producida por el modo de producción capitalista y de su sistema alimentario. La contaminación de ríos, lagos y mantos subterráneos, que vuelve escasa el agua limpia, es el correlato de un desarrollo urbano y agrícola (industrial) y de un sistema alimentario que constituyen un complejo de producción y consumo que se encuentra en crisis de sobre acumulación permanente. La contaminación del agua es forzosa y sistemática... y en respuesta a la crisis del agua contaminada, provocada por el propio capitalismo, surge el agua embotellada como agua-mercancía, estandarizada y empaquetada para que parezca mercancía. Además de dificultar el acceso al agua dulce para hacer negocio con la sed, el capitalismo contamina, degrada y despilfarra el agua potable.
La creciente escasez de agua dulce se manifiesta de diferentes formas, sea como sequía en el medio natural (de ríos, lagos y acuíferos) o como carencia de infraestructuras urbanas y rurales, o bien bajo la forma de superabundancia catastrófica de tormentas y huracanes que no permite almacenar este recurso y, sin embargo, propicia su contaminación. Dicha escasez está provocando la generalización de diversos tipos de conflictos sociales y políticos por el acceso al agua dulce para su consumo reproductivo (agua para beber, para cocinar, para el aseo personal y del hogar, etc.), o bien para su consumo productivo (en la agricultura, las manufacturas, etc.). En estos conflictos se enfrentan las empresas que buscan acaparar el agua y las organizaciones populares que oponen resistencia a ser excluidas del acceso al recurso y a la pretensión de confiscar el tradicional derecho comunitario a decidir qué hacer con él. La privatización del agua no es entonces el único modo de dominio capitalista del agua, sino la figura más reciente de un largo ciclo histórico de sometimiento formal y real a escala mundial.
Según Lester Brown -analista de ecosistemas naturales, fundador del Instituto Worldwatch y fundador y presidente del Earth Policy Institute, una organización de investigación ubicada en Washington-, “en la actualidad, una de cada cinco personas en el mundo en desarrollo —es decir, 1,100 millones de personas— vive expuesta a la enfermedad y a la muerte por falta de acceso razonable a una cantidad suficiente de agua potable y segura, definido por las Naciones Unidas como la disponibilidad de un mínimo de 20 litros diarios por persona y día a una distancia no mayor de un kilómetro del hogar. En la mayor parte de las ciudades del Tercer Mundo, sus habitantes sólo disponen de agua algunas horas cada día o algunos días de la semana”. Lo anterior contrasta con la situación de los países del Norte o con los grupos de ricos en el Sur.
Continuará...
Autores: Jorge Veraza (coordinador), Ricardo Aldana, Karina Atayde, Andrés Barreda, Rolando Espinosa, Silvia Espinosa, Gonzalo Flores, Fabiola Lara, Juan Vicente Martínez, David Moreno, Luis Eduardo Pérez y Mónica Vázquez
Sinopsis: Nemen Hazim
San Juan, Puerto Rico
11 de junio de 2023