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VI.- Leo Messi, el D10S que el mundo aclama como a ningún otro mortal...

En Qatar 2022, Messi anotó siete goles con los que se convirtió en el máximo goleador argentino en Copas del Mundo (13 goles). Asimismo, ingresó al exclusivo grupo de futbolistas con cinco mundiales disputados, ya que estuvo presente en Alemania 2006, Sudáfrica 2010, Brasil 2014, Rusia 2018 y Qatar 2022 (donde finalmente se coronó)

Messi y Maradona, dos grandes del fútbol argentino y del mundo

Estos números son más que suficientes para que Lionel Messi ocupe el primer lugar entre los jugadores activos, y sólo Pelé podría pulsar con él en la típica disputa entre fanáticos acerca de quién es el mejor en la historia de un deporte que desborda las pasiones como ningún otro. Para el autor, Messi supera a Diego Maradona y a Cristiano Ronaldo, y mencionamos a Ronaldo porque es tan extraordinario como Messi, aún no haya ganado una copa, argumento esgrimido sin ninguna lógica para seleccionar al mejor [en el béisbol de Grandes Ligas, el mejor béisbol del planeta, Barry Bonds (aun con esteroides), Ty Cobb y Ted Williams podrían ser catalogados como los mejores del mundo de por vida, y ninguno pudo conquistar una corona de campeón. ¿Acaso Charlie Keller o Tommy Byrne, que ganaron seis Series Mundiales, fueron mejores?].
«No me interesa ser el mejor de la historia, no me lo propuse nunca: ni ser el primero, ni el segundo, tercero o cuarto. No me considero el mejor, creo que soy un futbolista más. En la cancha, al final, somos todos iguales cuando comienzan los partidos. Eso sí, siempre trato de superarme. Siempre fui así. Sin la ayuda de mis compañeros no sería nada de nada. No ganaría títulos, ni premios ni nada. Me preocupa más ser buena persona que ser el mejor jugador del mundo. Al final, cuando se termine todo esto, ¿qué te llevas? Mi intención es que cuando me retire se me recuerde por ser buen tipo. Me gusta hacer goles, pero también tener amigos entre la gente con la que he jugado. Es bueno que te valoren como persona»
Vimos jugar a Pelé, pero no con el mismo entusiasmo que hemos disfrutado el arte y la magia de quien una vez fue dejado de lado por los dueños de equipos de la patria que lo vio nacer. D10s, nombre con el que Lionel Messi salió ungido (con un 1 y un 0; nunca escrito de manera similar a como conocemos al Todopoderoso) de la edición número 22 de la Copa del Mundo celebrada en Catar (requisito que se hacía indispensable, no porque fuera necesario, sino, porque millones de necios requerían de esta credencial para poder reconocerle la grandeza que la insensatez y la mezquindad le negaban), brindó a 47 millones de argentinos, y 7 mil 885 millones de coterráneos (del resto del mundo), excluyendo, lógicamente, a los 68 millones de arrogantes y colonialistas franceses que aupaban a su equipo, una alegría nunca antes vista.

Ningún ser humano concitó antes tanta simpatía; Lionel Messi se ha ganado el corazón de 7 mil 900 millones de habitantes, exactamente el 98.75% de la población mundial. Sólo los 68 millones de depredadores del continente africano, culpables de la desgracia de Haití y responsables del sufrimiento de su pueblo, y 32 millones de simpatizantes del equipo galo (diseminados por todo el planeta con el total derecho que les asiste), apoyaban a Francia en la final de la Copa celebrada en Catar contra el equipo de Argentina, degradado junto al de Brasil por un extraordinario jugador de ascendencia africana (hijo del inmigrante camerunés Wilfried Mbappé Lottin, actual entrenador y exjugador de fútbol, quien fue su representante, y de Fayza Lamari, de origen argelino, una exjugadora de balonmano), pero arrogante y engreído como todo lo que crece en un país que se ha convertido en estiércol después de la muerte del gran Napoleón.

El apoyo que recibió el equipo argentino es un hecho sin precedentes, y ese apoyo pudo darse gracias a Lionel Messi, extraordinario jugador, mejor de la actualidad y número uno históricamente para muchos de aquellos que disfrutan hacer comparaciones, pero mejor ser humano, dimensión que lo eleva al nivel de los dioses de Oriente, esos que, como describiera Víctor Hugo Morales, "hicieron justicia" con la victoria de Argentina para que Messi besara la copa, la levantara y durmiera con ella.

Ing. Nemen Hazim Bassa
San Juan, Puerto Rico
28 de diciembre de 2022

Continuará...

Ing. Nemen Hazim Bassa
San Juan, Puerto Rico
28 de octubre de 2024