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Completo.- Lenin, Stalin y Putin: colosos contra el capitalismo depredador de Estados Unidos, Inglaterra y la basura de Europa continental...

Con Vladímir Putin, quien se ha encargado de reivindicar la gloria del heroico pueblo ruso, el mundo (NO LAS INFAMES POTENCIAS DE OCCIDENTE QUE SE ARROGAN EL CONJUNTO DE TODO LO EXISTENTE) ha encontrado en él quien siga los pasos de Lenin y Stalin, dos grandes personajes que recoge la historia...
Lenin, Stalin y Putin: colosos contra el capitalismo depredador de Estados Unidos, Inglaterra y la basura de Europa continental. Desde 1917, Rusia se ha destacado por haber sido pionera en la instauración de un régimen comunista...

Facebook nos trae una publicación que hiciéramos el 21 de diciembre de 2019, fecha oficial que se conoció, hasta hace poco, como la del natalicio de Iósif Stalin. Decíamos:
«Hoy, 21 de diciembre, se celebra el 143 aniversario del nacimiento de Iósif Stalin [140 para 2019], exlíder de la URSS y héroe de la Gran Guerra Patria (1941-1945). Fue uno de los más grandes genocidas que registra la historia, pero fue el “GENOCIDA NECESARIO”: el que llevó a la Unión Soviética a polarizar la hegemonía mundial con EE. UU. durante el período que se dio a conocer como Guerra Fría, mismo que parió lo mejor que ha conocido la humanidad... ¿Nacerá otro Lenin u otro Stalin? Con Vladímir Putin, quien se ha encargado de reivindicar la gloria del heroico pueblo ruso, el mundo (NO LAS INFAMES POTENCIAS DE OCCIDENTE QUE SE ARROGAN EL CONJUNTO DE TODO LO EXISTENTE) ha encontrado en él quien siga los pasos de estos dos grandes personajes que recoge la historia...».
Vladímir Ilich Uliánov (Lenin), padre del socialismo

Vladímir Ilich Ulianov (Lenin) nació el 22 de abril de 1870 en Simbirsk, Rusia. Fue el principal dirigente de la Revolución de Octubre (Bolchevique); fundador del Partido Comunista (PCUS); creador de la República Socialista Federativa Soviética Rusa, primero, y, un lustro después, de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas. En ambas formas, fue su primer gobernante. Después de Marx, es considerado el más grande pensador y líder revolucionario de la historia. Además de acabar con un imperio de injusticias que contaba con 3 siglos de existencia, la Revolución de 1917 transformó las estructuras económicas, sociales y políticas de Rusia, convirtiéndola en el primer Estado comunista, hecho que ha influenciado de forma singular al resto del mundo.

Lenin abolió los títulos nobiliarios; a las naciones que conformaban el imperio zarista se les otorgó el derecho a independizarse y a las que quisieren formar parte de la nueva República Socialista Federativa Soviética Rusa se les reconoció igualdad plena, pasando todos sus habitantes a ser sus ciudadanos. Rusia fue el primer país del mundo en instituir el derecho al aborto; legisló para que la mujer soviética pudiera divorciarse y obligó legalmente al padre para que ayudara en la manutención de sus hijos y los reconociera ante la ley. Con el socialismo, la mujer rusa se superó intelectualmente, erradicándose el concepto de que debía estar recluida a las labores domésticas, y se crearon las primeras guarderías de infantes para mujeres trabajadoras (que comenzaron a devengar iguales salarios que los hombres). Rusia fue el primer país del mundo en despenalizar la homosexualidad y declarar que la sexualidad no es incumbencia del Estado.

Lenin impulsó la electrificación total de Rusia y la tecnificación de la sociedad; impuso la enseñanza obligatoria, gratuita, universal y laica (inconcebible para la época). Bajo su rectoría se legisló para dar apoyo a los artistas y escritores y se estimuló el acceso al arte (erradicándose la teoría burguesa de que la cultura es para las élites). Construyó las bases para que, en 1922, naciera la Unión Soviética. El socialismo comenzó a recorrer el mundo, pero el proceso se ha visto obstaculizado, desde antes del triunfo de la Revolución, por Inglaterra y Estados Unidos, abanderados consuetudinarios del capitalismo a ultranza y de los desmanes imperialistas. En su obra "El imperialismo, fase superior del capitalismo", Lenin describe los rasgos fundamentales del imperialismo (siglo y medio después Juan Bosch llevaría el pentagonismo a una etapa superior al imperialismo): aparición de los monopolios; fusión de los capitales bancario e industrial y la creación de la oligarquía financiera; exportación de capitales; formación de emporios internacionales monopolistas; y repartición territorial del planeta entre las potencias capitalistas. ¿No es exactamente ese el cuadro que hoy vive la humanidad? ¿No es exactamente ese el cuadro que malignamente pintara Paul Wolfowitz mientras fungía como Subsecretario de Defensa de los Estados Unidos bajo la directriz de George Walker Bush?

Iósif Stalin, el genocida necesario

El 21 de diciembre se celebra (o conmemora) el 143 aniversario del nacimiento de Iósif Stalin [Gori, Gobernación de Tiflis del Imperio ruso (Georgia en la actualidad)]. Con relación a esa fecha, la agencia de noticias rusa Sputnik reseña (21 de diciembre de 2020) que "Cada habitante de la URSS sabía muy bien la fecha de nacimiento de Iósif Stalin: 21 de diciembre de 1879. Sin embargo, investigaciones posteriores revelaron que el exlíder soviético habría nacido realmente el 18 de diciembre de 1878".

Stalin, una de las figuras más controvertidas y enigmáticas de la historia, fue secretario general del Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS) desde 1922 y líder único de la nación desde finales de 1920 hasta su muerte, el 5 de marzo de 1953. "La introducción del sistema totalitario de gestión económica, cultural y estatal, así como el control absoluto de la vida privada de los ciudadanos, se tradujo en inmensas pérdidas de vidas humanas. La magnitud de las represalias aturde y horroriza, aunque en Rusia [y varios países de la desmembrada Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS)] abundan las opiniones de que fueron medidas necesarias e inevitables".

Stalin implementó la colectivización e industrialización, "poniendo especial interés en el desarrollo de la industria pesada, la que había quedado destruida en los años de la guerra civil". Construyó grandes factorías y desarrolló la base de las industrias metalúrgica, química y del carbón mineral; fomentó la aeronáutica y la producción de equipos pesados (incluidos los de guerra), convirtiendo a la URSS "en la mayor potencia industrial de Europa". Colectivizó la agricultura y contrató especialistas y fabricantes occidentales que ayudaron de manera significativa al crecimiento del primer Estado socialista que conoció la humanidad. Con el impulso industrial, puso fin al desempleo. "Para aumentar la producción industrial incentivó la motivación material, para lo cual Stalin anunció una 'guerra al igualitarismo', dando origen al sistema de pagos en función de la productividad y la calificación de los operarios".

Con los planes quinquenales, el PIB y la producción industrial aumentaron relevantemente, propiciando un extraordinario aumento de la cantidad de obreros y la profesionalidad de los mismos, formándose así los primeros técnicos e ingenieros de procedencia campesina. Durante su gestión se fortaleció militarmente el país, que se vistió de gloria el 2 de mayo de 1945 cuando la bandera soviética fue alzada sobre el Reichstag (sede del parlamento alemán), marcando así el fin de la Guerra Patria (Segunda Guerra Mundial) y la derrota definitiva de los nazis (aunque acontecimientos recientes expresan que el nazismo está muy vivo, azuzado de manera oprobiosa por Estados Unidos y las propias naciones que padecieron sus horrores).
[Itálicas y entrecomillado de Sputnik]

Vladímir Putin, la piedra en el camino hegemónico de EE. UU.

Vladímir Vladímirovich Putin nació en Leningrado, Unión Soviética, el 7 de octubre de 1952. Graduado en Derecho en la Universidad Estatal de Leningrado en 1975, ingresó el mismo año al Comité para la Seguridad del Estado (KGB) y ejerció de manera encubierta, de 1985 a 1990, en Dresde, Alemania Oriental. Renunció (con rango de teniente coronel) el 20 de agosto de 1991, mientras se realizaba un intento de golpe de Estado contra el presidente soviético Mijaíl Gorbachov: «Tan pronto como comenzó el golpe, inmediatamente decidí de qué lado estaba... No comulgaba con lo sucedido y no quería ser parte de la inteligencia en la nueva administración... El comunismo es un callejón sin salida, lejos de la corriente principal de la civilización».

Desde que asumió como Primer Ministro en 1999, ha tenido que librar una lucha sin tregua contra los obstáculos de Estados Unidos y sus aliados [en la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN)] para evitar la desintegración de la Federación Rusa, objetivo que el imperialismo yanqui ha tenido muy presente, al margen de la ideología comunista que una vez abrazó la patria de Lenin. A Estados Unidos nunca importó si Rusia había dejado atrás el comunismo; su ambición fue siempre destruir a Rusia, y Putin ha tenido que crecerse a la altura de Lenin para enfrentar los mismos desafueros característicos de EE. UU. [El Imperio del Mal: Estados Unidos y su moral en bikini. Una nación que desde sus inicios se formó bajo la mendacidad y la expoliación (Completo) - Cómo se convirtieron en tiranos, una serie documental de Netflix que retrata de cuerpo entero al tirano mayor - Artículo completo...].

Atilio Boron [«Argentino de nacimiento y latinoamericano por convicción. Sociólogo y analista político. Obtuvo su Licenciatura en Sociología y, posteriormente, su Magister en Ciencia Política. Tiene un Ph. D. en Ciencia Política en la Universidad de Harvard»] lo demuestra de manera magistral en una entrevista que le hiciera Televisión Pública Noticias y que puede verse en el video de YouTube titulado «Atilio Boron: "La guerra no es entre Ucrania y Rusia; es entre EE. UU. y Rusia"»:
«La guerra no es entre Rusia y Ucrania. La guerra es entre Estados Unidos y Rusia, que es una cosa muy diferente. Se libra en Ucrania, pero no es una guerra entre Ucrania y Rusia.

Palabras de Vladímir Putin: "En caso de que continúen los intentos de ataques terroristas en nuestro territorio, las respuestas de Rusia serán severas".

Palabras de Volodímir Zelenski: "Estamos haciendo todo para acabar con la larga lista de víctimas ucranianas que Rusia está creando".

Palabras de Joe Biden: "Estados Unidos está totalmente preparado con nuestros aliados de la OTAN para defender cada centímetro del territorio de la OTAN. Cada centímetro. Así que, Sr. Putin, no malinterprete lo que estoy diciendo. Cada centímetro".

«La guerra no es entre Rusia y Ucrania. La guerra es entre Estados Unidos y Rusia. ¿Y por qué digo esto? Porque hay numerosos documentos del gobierno de EE. UU., documentos oficiales que desde el año 1992 (estamos hablando de 30 años atrás) están planteando que: disuelta la Unión Soviética, Rusia continúa siendo un problema. Un señor llamado Paul Wolfowitz [Subsecretario de Defensa de los Estados Unidos del 2 de marzo de 2001 al 1 de junio de 2005] escribió esto. Hizo un informe muy detallado, muy completo, que para su desgracia [o suerte: retrata de cuerpo entero la malignidad con la que opera el imperialismo yanqui] se filtró a la prensa. Probablemente, alguno de los telespectadores más ilustrados del tema lo conocerá. En el año 92 sacó un informe confidencial que filtró y lo tomó el New York Times, en donde decía:

"Nosotros debemos seguir combatiendo a Rusia. No importa que ya no sea comunista. No importa que sea capitalista. Rusia es demasiado grande, demasiado rica, tiene demasiado petróleo, demasiado gas, demasiada agua, demasiada tecnología, tiene un armamento nuclear equivalente al nuestro y, por lo tanto, cualquiera que sea el régimen político va a ser un obstáculo para el interés nacional de los EE. UU. y para nuestras posiciones en Euroasia y fundamentalmente en Europa oriental. Así que tenemos que avanzar con sanciones, hostigando a Rusia, etc.".


«Esto lo decía Wolfowitz y lo apoyaba todo el establishment político norteamericano cuando ya había desaparecido la Unión Soviética y se había disuelto el Pacto de Varsovia. ¿No es cierto? Y no había ninguna razón para mantener esa postura.

«Esa fue la postura dominante de EE. UU. durante todo este tiempo, que se reforzó en el 2019 con un informe de la Corporación RAND, un gran 'tanque de pensamiento' que depende del Pentágono (financieramente hablando) y emplea más de 1,800 funcionarios. En realidad es una universidad dedicada a temas de defensa, de seguridad nacional. En el 2019, la corporación publicó otro informe que por suerte se logró filtrar en parte, que decía que había llegado la hora de avanzar en la intensificación de las sanciones en contra de Rusia a los efectos de desangrarla en una guerra, desangrarla económicamente, y a los efectos de lograr este proceso que se llama 'Sobreexpansión de Rusia'. Para que se involucre en una guerra recomendaban 'instalar armamento letal en Ucrania'. Este es un informe de febrero, marzo de 2019. Por eso, cuando se habla de invasión de Putin hay que tener todos los elementos a consideración. En realidad, Putin está reaccionando a lo que era una agresión inminente recomendada por el más importante 'tanque de pensamiento' del Departamento de Defensa de EE. UU.

«No es una guerra de Ucrania; a Ucrania la meten en la guerra, primero haciendo un golpe de Estado en el 2014, golpe de Estado en el que EE. UU. tuvo un papel esencial [con el presidente más infame que ha tenido esa nación: Barack Obama, a quien se le otorgó un premio Nobel de la Paz por hacer la guerra (bombardear siete países, saquearlos y asesinar cientos de miles de inocentes)]. Para ilustrar esto se pueden ver las fotos de la subsecretaria de Estado para Asuntos Euroasiáticos, la señora Victoria Nuland, repartiendo galletitas y botellitas de agua a bandas de nazis -porque los tipos estaban todos con los emblemas nazis, la cruz gamada, la cruz de hierro, etc.-, en la Plaza Maidán, promoviendo que atacaran al gobierno de Víktor Yanukóvich, que había sido electo y que había sido reconocido por la Unión Europea.

«¿Cuál era el problema de Yanukóvich? Que él y su fuerza política se oponían a que entrara la OTAN en Ucrania.

"Si viene la OTAN a Ucrania vamos a tener guerra porque los rusos no lo van a admitir. Un misil instalado en Ucrania llega a Moscú en 5 minutos" [sentencia que sería reproducida varias veces por Putin].

"Estados Unidos jamás admitiría que le pusiéramos en Tijuana una batería de misiles que pudieran llegar a Los Ángeles o a San Francisco en 5 minutos" [palabras de Putin].

«Ahora, ¿por qué lo debe admitir Rusia? ¿Por qué lo debe admitir Rusia? Por eso creo que toda la prensa occidental, que ha dejado de hacer periodismo, y lo digo con mucho dolor, cuando uno ve los medios gráficos o televisivos, se da cuenta de que son puras operaciones de propaganda, donde no hay un gramo de verdad. Esto no es nuevo; cuando se bombardea Hiroshima, el New York Times manda a su columnista estrella a ver qué había pasado, y el tipo manda un informe diciendo que no hay rastros de radioactividad en Hiroshima, y eso lo publica en primera plana el New York Times el 8 de agosto de 1945, dos días después de que Estados Unidos tirara la bomba atómica sobre Hiroshima. O sea, en las guerras, como dicen los periodistas avezados, la primera víctima es la verdad. Y esto es lo que ha pasado acá. Cuando Putin planteó en 2007, en la Conferencia de Seguridad Europea, dijo: ¿qué es lo que no se entiende? ¿Por qué Rusia debe aceptar que le instalen misiles nucleares a pocos kilómetros de su frontera y EE. UU. no? ¿Por qué Rusia no tiene ese mismo derecho? No hubo respuesta; propuso una negociación con la OTAN y no le hicieron caso. Al cabo de unos años, Putin se hartó y dijo: "Vamos por todo".».
Vladímir Putin no ha terminado su ciclo, que, con toda seguridad, proporcionará a la Federación Rusa el lugar que le corresponde en la historia (el lugar que siempre ha ocupado, salvo el período siguiente al descalabro de la URSS en diciembre de 1991), encabezando un nuevo orden mundial que pondrá fin a la hegemonía saqueadora, destructora y genocida que ha encarnado Estados Unidos, la nación más perversa que han visto desfilar los humanos.

Rusia no fue nunca un Estado nación; con la desintegración de la URSS, Rusia apeló a una identidad que debía partir de lo plurinacional, de la diversidad de etnias y de su pasado imperial. Tras la caída de la URSS, Occidente, con el imperialismo yanqui a la cabeza, comenzó a tratar a Rusia como una nación cualquiera, acción que llevó a Vladímir Putin a considerar la desaparición de la URSS como "la más grande catástrofe geopolítica del siglo XX... Fue la desintegración de la Rusia histórica bajo el nombre de Unión Soviética; nos convertimos en un país completamente diferente. Y, lo que había sido construido en más de 1,000 años, en gran parte se perdió". Putin nunca ocultó, desde que conquistó el poder en el año 2000, sus pretensiones de llevar a Rusia a lo que siempre había sido: una potencia mundial. Y lo logró. Llevó a Rusia a la cúspide económica y militar retornándole su papel de potencia mundial.

Lenin, Stalin y Putin: tres grandes líderes que en sus respectivas épocas se encargaron de romper con la hegemonía del capitalismo (el primero), la hegemonía del imperialismo (el segundo) y la hegemonía del pentagonismo (el tercero)... ¡Algo curioso: los nombres de los tres terminan en "in"!
«La reconstrucción del Estado ruso luego del derrumbe de 1991 se inicia con la llegada al poder de Vladimir Putin. Apoyado en la riqueza de los hidrocarburos y en un fuerte liderazgo, logró estabilizar al país tras el desastre que había dejado la salida al capitalismo. Su siguiente misión sería devolverle a Rusia su lugar de gran potencia.

"Ellos no quieren humillarnos, ellos quieren someternos, resolver sus problemas a costa nuestra, [pero] nadie en la historia pudo lograr esto con Rusia y nadie lo hará nunca". Estas declaraciones de Vladimir Putin expresan el nuevo momento de tensión de las relaciones Rusia-Occidente, posterior a la crisis ucraniana y a la anexión de Crimea. Moscú busca volver a ocupar su lugar de gran potencia luego de la catástrofe nacional que significó su disgregación en 1991, y este renacimiento coincide con la era de Putin, un ex espía de la KGB que llegó al poder de la mano de Boris Yeltsin en el año 2000, en su etapa de declive final. El actual apoyo popular al presidente es consistente con sondeos que indican que el 63% de los consultados manifiesta una mala opinión sobre la Unión Europea y el 73% se expresa en el mismo sentido respecto de Estados Unidos»

[Pablo Stefanoni | 16/12/2014 | Mundo... Fuentes: Le Monde Diplomatique]
Ing. Nemen Hazim Bassa
San Juan, Puerto Rico
21 de diciembre de 2022