I.- Orlando Jorge Mera, legítimo hijo del Creador, asesinado vilmente por el "tigueraje" que se ha adueñado de la República Dominicana...
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La muerte de Orlando Jorge Mera, el político más respetuoso y decente que ha conocido la sociedad dominicana, pone de manifiesto la malsana inversión de valores que existe hoy en el país, transformado, en gran medida, por la mayoría de quienes lo han dirigido en las últimas décadas, en tierra fértil para el 'tigueraje', definición idónea para la cáfila que en todos los ámbitos se ha adueñado del diario vivir. Dentro de un gran número de dominicanos "permea" ese abominable monstruo capaz de crucificar a Dios con tal de escalar socialmente.
El asesinato de Orlando Jorge Mera, quien fungía como ministro de Medio Ambiente, es consecuencia, en primer lugar, de esa plaga inmunda que ha usurpado el poder y, en segundo lugar, de la hez que se ha adueñado de los medios de comunicación con su vulgaridad, insolencia y despotismo, características que arrastran unos y otros desde el mismo seno de su formación bajo pequeñoburgués, y que llevan consigo al más alto nivel de la "nueva aristocracia ('tiguerocracia')", la que es compartida con 'reguetoneros', raperos, 'dembowseros', peloteros, traficantes de drogas y armas, comerciantes de esclavos, explotadores sexuales, etc.
Este asesinato es el primero de su tipo, pero no será el último en una sociedad en la que cualquier patán, con dos pesos que obtuvo por cualesquiera de los desvíos mencionados, se cree con el poder de pisotear a quien le venga en ganas. La tolerancia y el respeto han desaparecido para dar paso a un cacicazgo que se fomenta desde el más bajo estrato social o nivel político al más encumbrado matón con atribuciones de poder ilimitado en la administración del Estado. Ese 'tigueraje' que se ha adueñado del país es el que enarbola el chovinismo que fecunda cada día entre quienes poseen, desde una 'yipeta', una "querida" y una pistola, hasta una casa en Punta Cana y, muy pronto, si es que aún no se ha consumado, una villa en Casa de Campo o un sacerdocio en la Conferencia del Episcopado Dominicano.
República Dominicana es el mejor país del mundo para vivir, "porque todo el mundo hace lo que le da le gana"; es el mejor país "porque siempre hay un infeliz dispuesto a llevarle la comida a la casa a un arrogante y prepotente"; es el mejor país "porque cualquier multa por violación a lo que sea se resuelve sobornando a quien debe hacer cumplir las leyes"; es el mejor país del mundo para aquellos que nunca han abandonado sus fronteras, "porque, si lo hicieren, se darían cuenta de que donde fueren notarían que no somos más que ciudadanos de cuarta categoría a los que hay que controlarles el comportamiento mediante el establecimiento de códigos de conducta"...
Continuará...
Imagen insertada después de la publicación del presente artículo (acerca del asesinato del ministro de Medio Ambiente de la República Dominicana, Orlando Jorge Mera), que refleja la triste realidad de los medios de comunicación en el país (el autor ha considerado pertinente la inclusión a posteriori porque precisamente la fotografía -tomada del programa El Jarabe de Zapete, que produce Marino Zapete- es un fiel retrato de una de las causas que hemos señalado para explicar la razón de la atrocidad cometida con tan extraordinario ser humano).
El bajo nivel de educación, la poca cultura y el afán desmesurado por la obtención de riquezas a como dé lugar (para escalar socialmente desde la óptica capitalista, y darse a conocer) sólo pueden dejar, en el conglomerado nacional, irrespeto, vulgaridad, ambición desmedida, agresividad y violencia...Obscenos, desenfrenados, viciosos y disolutos como esta figura tienen la culpa de la violencia que impera en el país. De iguales están llenos los medios de comunicación audiovisuales (radio y televisión), las 24 horas de cada día, vomitando violencia, odio, resentimiento, vulgaridad; en una sola palabra: antivalores.
«Hoy, muchos niños y jóvenes ven y oyen más a la TV que a sus padres. Así saldrán: serán hijos... de la TV». [p. Carlos Miguel Buela - Parroquia San Maximiliano Kolbe (San Rafael, Mendoza, Argentina)]... El padre Carlos Miguel Buela hizo esta observación en 1999, hace 23 años, cuando aún no habíamos concluido el siglo XX. ¡Cuánta sabiduría!
En el caso dominicano, que es el que nos ocupa -el infortunio es norma en muchos países de la región-, los hijos saldrán de la obscenidad, del desenfreno, de los vicios y de la violencia que estos interesados, oportunistas, ventajistas, abusadores, codiciosos, desaprensivos y egoístas expelen cotidianamente.
«Los medios de comunicación se han constituido en elementos de un inmenso poder sobre las mentes de las personas. La televisión en particular se ha caracterizado por la difusión de contenidos cargados de morbo, violencia, sensacionalismo y escándalo como palancas para atraer a la audiencia.
«Por otra parte, la mediocridad de las autoridades, cuyo interés primario en la mayoría de los casos es simplemente defender su situación personal para volver a ser elegidos, los hace cómplices de un entorno que contribuye a dirigir el interés de las personas hacia el facilismo del entretenimiento que no tiene otro propósito que el de satisfacer instintos de bajísimo nivel.
«Los valores en los cuales deben cimentarse las creencias y actitudes que se generan en el hogar, en el seno familiar, están siendo quebrantados y reemplazados por antivalores. Es en el mismo hogar donde las ansias de enriquecimiento económico, de consumo y de figuración social de los padres están reemplazando a la comunicación amorosa que debe conducir a la generación de valores en los hijos.» [El Poder de la Basura - Alberto Nicoli Zarzar].
Ing. Nemen Hazim Bassa
San Juan, Puerto Rico
5 de junio de 2022