III.- Haití y la balcanización de la República Dominicana...
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Debido a la política independiente de Tito, y terminada la Segunda Guerra Mundial, Yugoslavia comienza sus problemas con la URSS. Los satélites soviéticos boicotean a Yugoslavia, obligándola a establecer convenios económicos con los países occidentales. Se convierte en un país comunista bajo la protección de Occidente y Tito mantiene una línea neutral, de apoyo al tercer mundo. En 1964 viaja a Estados Unidos y el presidente Johnson declara a Yugoslavia como nación más favorecida en el comercio. En 1974 Tito es elegido presidente vitalicio, cargo que ostenta hasta su muerte, en mayo de 1980.
El desplome económico de Yugoslavia comienza en medio de la década de los setenta, producto de la política de endeudamiento, sobre todo con Estados Unidos; la deuda externa se eleva a más de 40,000 millones de dólares en menos de 5 años. La grave crisis económica y una inflación galopante se mezclan con los problemas étnicos. Muy a pesar, el sistema sigue funcionando y se recogen los 6,000 millones de dólares para el pago anual de la deuda externa. El FMI y el Banco Mundial apadrinan la recuperación económica y señalan a Yugoslavia como un ejemplo de seriedad en el pago de sus deudas, señalaba un periodista europeo.
En 1981 se produce un estallido nacionalista en Kosovo que provocó un éxodo de serbios de la zona. Le siguen varios actos terroristas en Croacia y el éxodo se extiende a todas las zonas donde los serbios son minoría. En Bosnia los nacionalistas eran de todas las religiones, pero, dado que la motivación independentista no bastaba por sí sola, los musulmanes hicieron todo lo posible para desviar la motivación hacia el aspecto religioso, dividiendo a la gente entre católicos, cristianos ortodoxos y musulmanes; tratando de hacer creer a los suyos que todo aquel que no era musulmán no era bosnio. Muchos periodistas occidentales que cubrían Yugoslavia completaron el cuadro brindando informaciones convenientes a la desintegración. Cuando los bosnios parecían perder la motivación por una lucha desigual, las potencias occidentales acudieron en su ayuda, enfrentando a los serbios e ignorando el tráfico de armas y de soldados musulmanes hacia Bosnia. Se descubrió que helicópteros norteamericanos dejaban caer "artículos" en las zonas controladas por los bosnios.
Kosovo ha sido una provincia de Serbia desde antes del año 1300 y es considerada por estos como la cuna de su cultura. Ahora quieren hacer creer, por todos los medios, que Kosovo forma parte de Albania. Los serbios están luchando contra los separatistas albaneses, algunos de Kosovo y otros de Albania. En estos momentos son bombardeados por la OTAN, con EE. UU. a la cabeza, mientras armas modernas y soldados musulmanes entran clandestinamente en ayuda de los separatistas. La OTAN y los periodistas están al tanto, aunque estos ignoran la realidad al tiempo que apoyan a los separatistas con sus reportajes. Los albaneses de Kosovo, por tiempo y por mayoría étnica, pretenden crear un Estado soberano dentro de otro Estado, y lo están consiguiendo con el apoyo de la OTAN, cuya participación obedece a “razones humanitarias”, acción legítima para la mayoría de los países que conforman dicha organización, pero con un fin oscuro por parte de algunas potencias.
Realizada con información tomada de http://www.oocities.org/
La participación de Estados Unidos
Los enfrentamientos de los serbios, con los bosnios primero y luego con los kosovares-albaneses, se generan en un país que abrazó el comunismo y a la vez fue un protegido de los EE. UU. El endeudamiento de Yugoslavia con instituciones financieras norteamericanas generó “cierta subordinación” hacia occidente. Los últimos años de Tito como presidente de Yugoslavia engendraron una crisis económica de proporciones escandalosas, hasta el punto de incrementar la deuda externa en el orden de los 40,000 millones de dólares. Con este cuadro, y, por otro lado, afirmándose la integración europea, Yugoslavia vendría a ser el punto de inflexión de un mercado de proyecciones insospechadas. Y así se reanudan los procesos separatistas, no sin una mano amiga que busca desesperadamente romper a Europa por la mitad para evitar que el Mercado Común Europeo crezca por el único camino que tiene para expandirse: hacia la Europa Oriental. Hacia el oeste no puede crecer, pues todos los países que se encuentran en esta zona forman parte del proceso integracionista.
Muchos países pueden tener preocupaciones genuinas por lo que han denominado “el exterminio en masas”, pero hay otros que bajo este pretexto se han asomado en busca de evitar la consolidación de un mercado que les limite sus posibilidades de expansión. No sabemos si “el exterminio en masas” es por parte de los serbios o por parte de los miembros de la OTAN, que ya han “exterminado” casi la misma cantidad de seres humanos (entendemos que los hijos de Serbia son también seres humanos) que han “exterminado” los serbios. La situación actual puede generar una catástrofe mundial, pero por los “adelantos tecnológicos” de las potencias involucradas, sobre todo por parte de Inglaterra y EE. UU., es muy posible que los que se opongan a las mismas lo piensen detenidamente antes de tomar alguna acción precipitada. Esto creará cierta tensión entre los países del este europeo, lo que aleja por el momento las posibilidades de que los mismos puedan integrarse. Como siempre debe haber un final feliz, las dos potencias y sus más allegados se saldrán con la suya, evitando por un tiempo considerable el crecimiento dentro de la misma Europa de un mercado para los europeos.
Continuará
Ing. Nemen Hazim Bassa
San Juan, Puerto Rico
28 de octubre de 2021