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Completo.- Asesinos sueltos y héroes encarcelados, al borde del suicidio, y en el exilio...

Mientras Bill Clinton y su esposa Hillary, George W. Bush, Obama, Trump y Biden caminan con libertad, burlándose de sus muertos y disfrutando la vida (el último, iniciando el recorrido de cuatro años como insignia del poder hegemónico; ya lo había ejercido, como segundo al mando, durante ocho años), Julian Assange, Jeremy Hammond, Chelsea Manning (Bradley Manning) y Edward Snowden están: encarcelados los dos primeros, liberada[o] y al borde del suicidio la[el] tercera[o] y exiliado el cuarto...

Asesinos sueltos y héroes criminalizados. Mientras Clinton, Bush, Obama, Trump y Biden están libres, Assange, Hammond, Manning y Snowden están encarcelados, al borde del suicidio y exiliados...
El estadounidense Howard Zinn, que en su juventud combatió en la Segunda Guerra Mundial y luego se dedicó al activismo por la paz, publicó, en 1980, "La otra historia de Estados Unidos", extraordinaria obra en la que describe el acto de desobediencia civil como «la violación deliberada, discriminada, de la ley por un propósito social vital», queriendo decir con esto que la desobediencia civil «se convierte no sólo en [un acto] justificable, sino necesari[o] cuando está en juego un derecho humano fundamental y cuando los canales legales son inadecuados para garantizar ese derecho».
[Manning, Snowden y AssangeRebelión │ Por Nozomi Hayase │ 16/08/2013 │
Conocimiento Libre │ Fuentes: CounterPunch │ Traducido para Rebelión por Germán Leyens
]

Desde enero de 1993 a la fecha, Bill Clinton, George W. Bush (con quien colaboró la senadora Hillary Clinton), Barack Obama (con el que colaboraron Hillary Clinton, como Secretaria de Estado, y Joe Biden, como Vicepresidente), Donald Trump y el mismo Joe Biden, han patrocinado y ejecutado desestabilizaciones políticas, golpes de Estado, intervenciones, bombardeos, destrucciones, saqueos y asesinatos (de millones de personas) en muchos países. Haití, Somalia, Bosnia y Herzegovina, Bolivia, Sudán, Ecuador, Afganistán, Yugoslavia, Venezuela, Irak, Brasil, Siria, Cuba, Libia, Argentina, Yemen, Chile, Pakistán, Paraguay, Rusia, Colombia, Honduras, China, El Salvador, Nicaragua, Irán, etc., han sufrido en carne viva las intervenciones norteamericanas y las desgracias que estas han dejado a su paso.

Aunque la señora Clinton no ha ejercido como primera figura (sí como "primera dama"), ha sido partícipe de los peores crímenes cometidos por dos de las administraciones: la de su esposo Bill y la de Obama. Lo sucedido en Libia será el único ejemplo, por la magnitud del daño, que mostraremos en este escrito. Libia fue violada, destruida, saqueada, cientos de miles de sus ciudadanos fueron asesinados, otros miles han sido vendidos como esclavos, y, como si no bastara, su jefe de Estado, Muammar al-Gaddafi —quien le proporcionó a los libios la mejor calidad de vida de toda África—, fue asesinado, el 20 de octubre de 2011, por órdenes de la OTAN -liderada por Estados Unidos- de la manera más perversa, salvaje y procaz que la mente humana pueda concebir.

La secretaria de Estado de Barack Obama, Hillary Clinton, en una de las más pérfidas expresiones que registra la historia, soltó una carcajada luego de escuchar que el gobernante libio Muanmar al Gadafi había sido asesinado, y lo hizo con el mayor de los descaros mientras era entrevistada por la cadena CBS. “Fuimos, vimos, murió”, afirmó de manera petulante, arrogándose la pertenencia del mundo y el derecho de hacer, en cualquier otro país que no sea el suyo, lo que le venga en ganas.

Lo sucedido en Libia fue posterior a lo de Irak. La guerra terrorista contra el terrorismo, que había iniciado con la administración de George W. Bush, convirtió a Irak en laboratorio para que el Pentágono pudiese poner en práctica intervención, golpe de Estado, bombardeo, destrucción, saqueo, asesinato de millones de personas y apresamiento y posterior linchamiento de Sadam Huseín, su jefe de Estado. Esta historia, como la de Siria, Afganistán, etc., la conoce todo el planeta; muy pronto será Marte quien se angustie con el azote de Estados Unidos.

John Rawls, filósofo estadounidense, profesor de filosofía política en Harvard y autor de las obras "Teoría de la justicia" y "Liberalismo político", entre otras, define la desobediencia civil como «un acto público no violento, consciente y político, contrario a la ley, cometido habitualmente con el propósito de ocasionar un cambio en la ley o en los programas de gobierno». Expresa, José Mateos Martínez*, que "su finalidad es generar una reflexión colectiva capaz de tumbar la ley injusta, concienciando a los ciudadanos sobre el mal que provoca e invitándoles a movilizarse para acabar con ella".
«El filósofo [del derecho y catedrático de derecho constitucional] Ronald Dworkin admite un derecho “en el sentido fuerte” a desobedecer la ley. “Tiene ese derecho (el ciudadano) toda vez que la ley invade injustamente sus derechos”. Y es que la desobediencia civil se ampara en el ejercicio de tres derechos fundamentales reconocidos en la generalidad de constituciones...: libertad de conciencia, libertad de expresión y participación política.

«El ciudadano que practica la desobediencia civil ejerce su libertad de expresión por cuanto busca transmitir un mensaje de denuncia contra la ley injusta. También ejerce su libertad de conciencia, pues la ley choca contra sus principios éticos más elementales y siente la necesidad moral de combatirla, ya que permanecer quieto ante la injusticia es incompatible con su conciencia. Finalmente, la desobediencia civil se ampara en la participación política, pues al ejercerla el ciudadano busca participar en los asuntos públicos mejorando la realidad social a través de la denuncia de una ley que viola los derechos de sus semejantes.
»
*[José Mateos Martínez
Abogado y profesor asociado de Derecho Constitucional en la Universidad de Murcia
2 de abril de 2018
¿Qué es la desobediencia civil? Una mirada jurídica
].

¿Por qué hemos apelado al significado real del acto de desobediencia civil? Porque es el recurso al que acudieron Julian Assange, Jeremy Hammond, Bradley Manning (hoy Chelsea Manning) y Edward Snowden para denunciar las atrocidades cometidas por el gobierno permanente norteamericano contra sus ciudadanos y los de otras naciones.

Edward Snowden

Edward Snowden denunció los secretos de las agencias de inteligencia (para la CIA y la NSA todo el mundo era sospechoso, incluso sus propios compatriotas) y reveló cómo Facebook y otras redes usan los datos de sus clientes. Puntualizó sobre el hecho de que no hay privacidad para los usuarios de teléfonos inteligentes y computadoras. John Lewis, quien fuera miembro de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos por más de 33 años y dedicara su vida a las luchas por los derechos civiles (creció en la era de la segregación racial, inspirado por Martin Luther King), dijo sobre Snowden que este había continuado «la tradición de desobediencia civil al revelar detalles de programas clasificados de vigilancia de EE. UU.».
Edward Snowden

«No quiero vivir en un mundo en el cual todo lo que digo, todo lo que hago, cada persona con la que hablo, cada expresión de creatividad o amor o amistad es registrada. Y eso no es algo que esté dispuesto a apoyar, no es algo que esté dispuesto a construir y no es algo en lo que esté dispuesto a vivir»

Antes de Snowden estuvieron Bradley Manning y Jeremy Hammond, quienes sacudieron la tendencia de extralimitación dentro del gobierno de EE. UU. y sus aliados corporativos transnacionales y gubernamentales. El soldado Bradley Manning denunció los crímenes de guerra estadounidenses y el activista Jeremy Hammond sacó a la luz el funcionamiento interno del Estado de vigilancia dominante. Se arriesgaron para alertar al mundo sobre la falla sistémica del gobierno representativo y sobre la tendencia hacia un peligroso autoritarismo corporativo. (Ibid.).
Bradley [Chelsea] Manning

Bradley Manning [Chelsea] denunció los crímenes de guerra estadounidenses; fue encarcelado[a], liberado[a], encarcelado[a] de nuevo y sobre él[ella] se difundió la noticia de intento de suicidio. Analista de inteligencia del ejército de los Estados Unidos, filtró a WikiLeaks miles de documentos clasificados acerca de las guerras de Afganistán —conocidos como los Diarios de la Guerra de Afganistán— y de Irak, incluidos cables diplomáticos de embajadas estadounidenses y un video del ejército conocido como Collateral Murder (Asesinato Colateral). "Su actitud de filtrar información tan importante ha sido un acto de justicia para la Humanidad", diría Julian Assange. La Unión Estadounidense por las Libertades Civiles aseguró en un comunicado que "cuando a una soldado que ha compartido información con la prensa se le impone un castigo mayor que a otros que han torturado o asesinado a civiles, es que algo funciona extremadamente mal en nuestro sistema de justicia".
Chelsea [Bradley] Manning

«Quiero que la gente vea la verdad… no importa quiénes son… porque sin información, es imposible tomar decisiones informadas como público... Creí que si el público en general, especialmente el público estadounidense tenía acceso a la información… esto podría provocar un debate interior sobre el papel de los militares y nuestra política exterior en general»
Jeremy Hammond

Jeremy Hammond, condenado a diez años de cárcel, más otros tres de libertad vigilada, fue miembro de Anonymous; reveló miles de mensajes electrónicos de la compañía de inteligencia Stratfor (Strategic Forcasting). Los documentos suministrados a WikiLeaks, Rolling Stone y otros medios revelaron espionaje interno de opositores, incluyendo activistas de Ocupar Wall Street; conspiración para asociar a la activista y periodista Alexa O’Brien con Al Qaeda; injerencia de EE. UU. en asuntos internos de Venezuela; etc.

Editores y periodistas de diversos medios de todos los lugares del mundo enviaron una carta pidiendo clemencia para Hammond; en ella explicaban que "sus medios difundieron la información proporcionada por Jeremy Hammond sobre ilegalidades cometidas tanto por corporaciones como por autoridades gubernamentales en más de 15 países", y afirman que cientos de artículos escritos con base en los documentos revelados por Hammond demostraron "el comportamiento corrupto y anti ético de una variedad de organizaciones y empresas, como la firma Stratfor y sus clientes". Para ellos, "Jeremy Hammond actuó movido por el afán de transparencia, sin ningún tipo de beneficio personal".
Jeremy Hammond

«Sí, rompí la ley, pero considero que a veces las leyes deben ser rotas para hacer espacio al cambio. Ir a la cárcel, morir por la causa… o vivir sometido». Para Silvia Arana, de Rebelión, "la última opción -vivir sometido- ha sido imposible para este activista de 28 años, cuya vida parece signada por las palabras que lleva tatuadas en el brazo: libertad, igualdad y anarquismo"
Julian Assange

En 2011, cuatro años después de haber fundado WikiLeaks (2006), Julian Assange puso en jaque al gobierno de Barack Obama. Primero divulgó más de 75 mil documentos militares y, meses más tarde, 400 mil informes sobre la guerra en Irak. La humanidad pudo ver las torturas a, y los asesinatos de, civiles por parte de los soldados norteamericanos. ¿Qué buscaba Assange? Lo que él mismo denominó "traer a la luz las políticas de gobierno de conspiración y miedo".

La secretaria de Estado de Obama, Hillary Clinton, pidió la condena de Assange, pero, en lugar de intimidarlo, la presión que ejerció la funesta funcionaria lo ayudó a fortalecer "su plataforma de Internet para no solo exponer acciones cuestionables de diferentes gobiernos, sino también de poderosos grupos corporativos". Assange alertó al mundo ante las redes de espionaje creadas por aliados corporativos transnacionales. "En el libro Cypherpunks: Libertad y el Futuro de Internet, escrito junto con Andy Müller-Maguhn, Jérémie Zimmermann y Jacob Appelbaum, Assange mostró la importancia de la Internet: puede ser utilizada como un instrumento tanto para la libertad como para la opresión". (Ibid.).

Assange ha afirmado que Google, Facebook, Apple, Yahoo y otras compañías tecnológicas son cómplices de los objetivos del gobierno de los Estados Unidos de vigilar a los ciudadanos del mundo. "Facebook, Google, Yahoo y las demás compañías importantes de los EE. UU. tienen interfaces integradas para la inteligencia... Tienen una interfaz que han desarrollado para que lo use la inteligencia estadounidense... Facebook es la máquina de espionaje más espantosa que se haya inventado".
Julian Assange

«El poder es una cuestión de percepción. No necesitan ser capaces de matarte. Solo necesitan que pienses que son capaces de matarte... Internet, nuestra mayor herramienta de emancipación, se ha transformado en el facilitador más peligroso del totalitarismo que hemos visto; Internet es una amenaza para la civilización humana... El periodismo de investigación es el noble arte de apoderarse de la realidad de los poderosos... Una de las mejores maneras de lograr justicia es exponer la injusticia... El inconformismo es la única pasión real por la que vale la pena regirse... Las corporaciones poderosas son parte del nexo de poder en todo el Estado, y aprovechan la capacidad de este para desplegar su poder coercitivo, al igual que el Estado a menudo ejerce su influencia a través de las agencias de las corporaciones poderosas... Nuestra tarea consiste en poner freno al poder que utiliza la conspiración de la forma sistémica... Todos mis oponentes, pasados y presentes, comparten la misma debilidad esencial: primero quieren usarte, luego quieren ser tú, y luego quieren aplastarte... Sólo se vive una vez, y cada día viviendo tus principios es un día en libertad...»

Conocidas ambas caras de la moneda, consideramos prudente concluir. Lo haremos plagiando unas expresiones de Sarah Abdallah -comentarista geopolítica libanesa, independiente, cuyos comentarios difunde AnnurTV.com- acerca de Hillary Clinton, que extenderemos a los demás depredadores que permanecen con vida después de ejercer el poder (y en pleno desempeño) en la nación que encarna una de las peores plagas que ha vivido la humanidad, y a quienes junto a Assange han emprendido la titánica tarea de adecentar el planeta que habitamos: «En un mundo cuerdo, Bill Clinton y su esposa Hillary, George W. Bush, Barack Obama, Donald Trump y Joe Biden estarían en prisión por crímenes de guerra y Julian Assange, Jeremy Hammond, Chelsea Manning y Edward Snowden serían unas personas libres».

Nemen Hazim Bassa
Carolina, Puerto Rico
25 de febrero de 2021