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I.- Asesinos sueltos y héroes encarcelados, al borde del suicidio, y en el exilio...

Howard Zinn: "La otra historia de Estados Unidos", extraordinaria obra en la que describe el acto de desobediencia civil como «la violación deliberada, discriminada, de la ley por un propósito social vital», queriendo decir con esto que la desobediencia civil «se convierte no sólo en [un acto] justificable, sino necesari[o] cuando está en juego un derecho humano fundamental y cuando los canales legales son inadecuados para garantizar ese derecho»

El estadounidense Howard Zinn, que en su juventud combatió en la Segunda Guerra Mundial y luego se dedicó al activismo por la paz, publicó, en 1980, "La otra historia de Estados Unidos", extraordinaria obra en la que describe el acto de desobediencia civil como «la violación deliberada, discriminada, de la ley por un propósito social vital», queriendo decir con esto que la desobediencia civil «se convierte no sólo en [un acto] justificable, sino necesari[o] cuando está en juego un derecho humano fundamental y cuando los canales legales son inadecuados para garantizar ese derecho».
[Manning, Snowden y AssangeRebelión │ Por Nozomi Hayase │ 16/08/2013 │
Conocimiento Libre │ Fuentes: CounterPunch │ Traducido para Rebelión por Germán Leyens
]

Desde enero de 1993 a la fecha, Bill Clinton, George W. Bush (con quien colaboró la senadora Hillary Clinton), Barack Obama (con el que colaboraron Hillary Clinton, como Secretaria de Estado, y Joe Biden, como Vicepresidente), Donald Trump y el mismo Joe Biden, han patrocinado y ejecutado desestabilizaciones políticas, golpes de Estado, intervenciones, bombardeos, destrucciones, saqueos y asesinatos (de millones de personas) en muchos países. Haití, Somalia, Bosnia y Herzegovina, Bolivia, Sudán, Ecuador, Afganistán, Yugoslavia, Venezuela, Irak, Brasil, Siria, Cuba, Libia, Argentina, Yemen, Chile, Pakistán, Paraguay, Rusia, Colombia, Honduras, China, El Salvador, Nicaragua, Irán, etc., han sufrido en carne viva las intervenciones norteamericanas y las desgracias que estas han dejado a su paso.

Aunque la señora Clinton no ha ejercido como primera figura (sí como "primera dama"), ha sido partícipe de los peores crímenes cometidos por dos de las administraciones: la de su esposo Bill y la de Obama. Lo sucedido en Libia será el único ejemplo, por la magnitud del daño, que mostraremos en este escrito. Libia fue violada, destruida, saqueada, cientos de miles de sus ciudadanos fueron asesinados, otros miles han sido vendidos como esclavos, y, como si no bastara, su jefe de Estado, Muammar al-Gaddafi —quien le proporcionó a los libios la mejor calidad de vida de toda África—, fue asesinado, el 20 de octubre de 2011, por órdenes de la OTAN -liderada por Estados Unidos- de la manera más perversa, salvaje y procaz que la mente humana pueda concebir.

La secretaria de Estado de Barack Obama, Hillary Clinton, en una de las más pérfidas expresiones que registra la historia, soltó una carcajada luego de escuchar que el gobernante libio Muanmar al Gadafi había sido asesinado, y lo hizo con el mayor de los descaros mientras era entrevistada por la cadena CBS. “Fuimos, vimos, murió”, afirmó de manera petulante, arrogándose la pertenencia del mundo y el derecho de hacer, en cualquier otro país que no sea el suyo, lo que le venga en ganas.

Lo sucedido en Libia fue posterior a lo de Irak. La guerra terrorista contra el terrorismo, que había iniciado con la administración de George W. Bush, convirtió a Irak en laboratorio para que el Pentágono pudiese poner en práctica intervención, golpe de Estado, bombardeo, destrucción, saqueo, asesinato de millones de personas y apresamiento y posterior linchamiento de Sadam Huseín, su jefe de Estado. Esta historia, como la de Siria, Afganistán, etc., la conoce todo el planeta; muy pronto será Marte quien se angustie con el azote de Estados Unidos.

Continuará...

Ing. Nemen Hazim Bassa
San Juan, Puerto Rico
22 de febrero de 2021