Completo.- Debe acabar la política de llegar al poder, combatiendo al partido que lo detenta por sus malas prácticas, para desde él hacer exactamente lo mismo...
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El 16 de agosto, fecha en la que República Dominicana estrenó un nuevo gobierno, y ante tan categórico y comprometido discurso pronunciado por el sustituto de Danilo Medina, nos hicimos las siguientes interrogantes: "¿Será Luis Abinader el verdadero discípulo de Juan Bosch? ¿Encarnará los genuinos deseos que albergó -y les fueron sesgados por Balaguer y el PLD- José Francisco Peña Gómez?". Nos respondimos con optimismo: "Esperamos que tan contundente y brillante discurso sea puesto en práctica durante los 1,461 días por venir. Ya el primero está corriendo, y con los nombramientos que hará luce auspicioso..." [Por Twitter, el nuevo mandatario había publicado los nombres de prácticamente todos los que serían nombrados ministros].Debe acabar la política de llegar al poder, combatiendo al partido que lo detenta por sus malas prácticas, para desde él hacer exactamente lo mismo...
Para el 18, apenas 48 horas después de haber llegado el Partido Revolucionario Moderno al poder, decíamos: «Aumenta la “claque aristocrática”, como llamaban los "perremedeístas" y la prensa “de vanguardia” a los grupos de poder -conformados por familiares- que se formaron en los gobiernos del PLD; pero esos "perredemeístas" y periodistas “de vanguardia”, entre los que destacan dos o tres a quienes la mediocridad ha endiosado, se muestran hoy complacidos, “con el rabo entre las piernas”, validando lo que hace tan solo días criticaban con asiduidad y encono. Debemos hacer constar que cuando hablamos de “dos o tres periodistas”, en forma que luce aludir exclusivamente a los hombres, también estamos refiriéndonos a las ávidas y ubicuas mujeres. Esta observación es pertinente debido a que, con el uso del lenguaje inclusivo -producto de la adulteración que algunas feministas han propiciado al verbo puro y simple-, esta época de cambios parece destinada a disgregar todo lo que estaba unido».
Rabietas, bravuconerías, insultos y hasta amenazas fueron las respuestas de los hoy defensores de los nombramientos de familiares en la consolidación de la nueva “claque aristocrática”. ¿Acaso piensan esos oportunistas y aprovechados que podemos olvidar las 'rabietas, bravuconerías, insultos y hasta amenazas' con las que combatieron tal despropósito cuando fue cometido por los peledeístas? Lo peor de todo es que la prensa, encabezada por ciertas "deidades" de la perfidia -que históricamente han sido perredeístas y con virulencia enfrentaron al PLD-, se suma a este abominable "actuar por conveniencia" que exhibe un segmento de la sociedad, deformada en sí por su propia naturaleza.
En República Dominicana tiene que acabar la política de llegar al poder, combatiendo al partido que lo detenta por sus malas prácticas, para desde él hacer exactamente lo mismo. La defensa que sustentan los alborotados apela a la capacidad, virtud que pretenden adjudicar con carácter de exclusividad a los "perredemeístas o perremedeístas", que por cierto, por el sabor amargo que dejaron a su paso por el poder -1978 a 1986 y 2000 a 2004-, dieron muestras más que irrefutables de ser los más torpes en administrar el Estado.
Orlando Jorge Mera, una de esas figuras emblemáticas del "perremedeísmo histórico", osa decir que “lo que el PLD le ha dejado a este país es una herencia muy mala”. Convincente aseveración, pero parece que olvidó la que ellos, como PRD, dejaron a Joaquín Balaguer en 1986. ¿Acaso no recuerda él que su propio padre tuvo que ser sometido a la acción de la justicia? Dentro de la renovación del gobierno, y de manera insólita, Bonny Cepeda, merenguero, ha sido llevado al Ministerio de Cultura, en tanto se destituye de la misma cartera a Federico Henríquez Gratereaux -historiador, ensayista y lingüista- en una acción absurda, en contra de toda lógica.
“El PLD [no es, NH] un partido de masas a la manera de cualquier PRD, pero los vicios propios de ese tipo de partidos penetran en el PLD de manera inevitable debido a la naturaleza social de nuestro pueblo porque no podemos ir a buscar peledeístas fuera de nosotros mismos, en otros países donde la división social del trabajo haya sobrepasado la etapa de predominio numérico de la pequeña burguesía, lo que nos exige mantener una vigilancia constante y sin debilidades para que los vicios propios de la práctica diaria a que está sometida la pequeña burguesía de nuestro país no trasladen al partido los males que esta práctica produce, entre los cuales el más común, cuando se ejerce la actividad política, es convertir en luchas personales lo que es y debe ser la lucha por la liberación nacional” (Juan Bosch)
En una maniobra aberrante, en la sesión extraordinaria de la Cámara de Diputados -del viernes 28 de los que cursan-, se aprobó el proyecto de ley mediante el cual se modifica el artículo 7 de la Ley No.5994 que crea el Instituto Nacional de Aguas Potables y Alcantarillados (Inapa). La modificación se realizó para que dicho artículo exprese que “el director ejecutivo será el representante legal y órgano ejecutivo del consejo de administración y será un profesional de reconocida capacidad”, y Wellington Arnaud -abogado y político "perremedeísta"- pudiese ser designado al frente de la institución, eliminando el mandato que señalaba que la persona a ocupar la posición “deberá ser Ingeniero Civil con grado de especialización en Ingeniería Sanitaria”. Los presidentes “nombran a quien ellos quieran, en el puesto que ellos quieran porque tienen esa facultad”, fue la espeluznante respuesta ofrecida por el licencioso del PRM que propuso tal barrabasada.
Niní Cáffaro, extraordinario cantante -de carrera exitosa que laboró para la Cervecería Nacional Dominicana (empresa privada)-, acaba de ser pensionado con 160 mil pesos; en cambio, los sufridos empleados del CEA, con más de 70 años de edad, se mantienen luchando por una insignificante pensión que no cubre siquiera el agua "potable" que consumen. Hasta que el pueblo no luche por quienes dieron lo mejor de sí para construir una patria digna y próspera seguiremos viendo los abusos que se cometen con los servidores públicos de carrera y los infelices que laboraron en los centrales azucareros y campos del país. ¡No es justo que quienes ocupan por muy cortos períodos de tiempo las más altas posiciones en el gobierno disfruten de pensiones exorbitantes, que personas ajenas a la burocracia estatal sean premiadas con jubilaciones de lujo y que aquellos que entregaron sus vidas al servicio del Estado sean tratados como desechables!
Los precios de los combustibles acaban de retomar el camino del alza, y la prensa, que fue tan enfocada y severa mientras eran fijados por un ministerio de Industria y Comercio morado, no se da por enterada (¡cómo no extrañar aquellos exquisitos análisis que se hacían!); se extiende por 45 días el estado de emergencia debido a la pandemia y no se escucha un solo estornudo de parte de los inquisidores de la información; claques aristocráticas, como las que se formaron en los gobiernos del PLD, ahora se aplauden y se consideran capaces. Jamás podremos olvidar aquel refrán con el que crecimos que describe de manera magistral esta mordacidad: "El helado más dulce es el que hace mi mamá".
Es oportuno aclarar que no militamos ni simpatizamos con partido político alguno. Le entregamos gran parte de nuestra existencia al PLD (desde 1973), pero, en 1998, con tan solo dos años en el poder, pudimos apreciar la perversidad con la que estaba revestida la mayoría de sus miembros y con la que estos se mantuvieron engañando, por 23 largos años, a Juan Bosch y al pueblo dominicano. De ser el partido más extraordinario de América, el PLD pasó a convertirse en el mayor nido de ratas del mundo.
Nunca estuvimos en el PRD, y mucho menos en el Partido Reformista; como nunca estaremos en el PRM. A Balaguer, en todos sus gobiernos, lo combatimos con determinación, al punto de que, por no seguir sujeto a sus corruptos y despóticos mandatos, decidimos abandonar el país. Al PRD, que es exactamente el mismo PRM, lo combatimos con abominación [por haber deshonrado su propia historia y haberse convertido en una agrupación de indolentes y serviles (como el mismísimo Partido Reformista de Joaquín Balaguer)].
Dicho lo anterior, deben saber, aquellos que creen que por haber coincidido en la lucha contra la depredación al erario y la degradación moral en las que se embarcaron los peledeístas nos coloca en el mismo bando, que están muy equivocados. Como ciudadanos preocupados por una mejor nación, combatimos lo malo del PLD tal y como hicimos con el PR y el PRD y como haremos con el PRM, que, fuera de Luis Abinader (hasta ahora) y dos o tres figuras más de reconocida reputación, concentra los mismos envilecidos del PRD.
Las intenciones de Abinader lucen ser las mejores, y las aplaudimos, pero lo malo que está haciendo su recién estrenado gobierno lo combatimos desde ya, porque si no lo hacemos ahora y lo dejamos para después debemos dar por sentado que los "perremedeístas" actuarán de igual o peor forma que los peledeístas, que fueron formados para servir al pueblo y terminaron saqueándolo y castrando sus aspiraciones. ¡Sólo hay que imaginar lo que es capaz de hacer quien aspira llegar al poder sin haber asistido nunca a cursos de formación integral (como aquellos círculos de estudios en los que se forjaron los "redentores" del PLD, que acabaron transformados en escorias). Sólo hay que imaginarlo!
Como dice Darcy Ribeiro, intelectual y político brasileño: «Me puse al lado de los indios y me derrotaron. Me puse al lado de los negros y me derrotaron. Me puse al lado de los campesinos y me derrotaron. Me puse al lado de los obreros y me derrotaron. Pero nunca me puse al lado de los que me vencieron. ¡Esa es mi victoria!».
Ing. Nemen Hazim Bassa
San Juan, Puerto Rico
30 de agosto de 2020