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II.- Estados Unidos: la peor plaga que ha conocido la humanidad...

Netflix lanza la serie «Nisman: El Fiscal, la Presidenta y el Espía» precisamente en el mismo momento en que Cristina Fernández es juramentada como vicepresidenta y a muy pocos días del nefasto evento que terminó con la vida de una figura insigne de Irán. La parte más importante del documental se enfoca precisamente en la supuesta culpabilidad del gobierno iraní en la ejecución del acto de barbarie que arrancó la vida a más de 80 argentinos (de descendencia judía la mayoría)

Netflix lanza la serie «Nisman: El Fiscal, la Presidenta y el Espía» precisamente en el mismo momento en que Cristina Fernández es juramentada como vicepresidenta y a muy pocos días del nefasto evento que terminó con la vida de una figura insigne de Irán (sin existir guerra manifiesta entre esa nación y Estados Unidos). La parte más importante del documental se enfoca precisamente en la supuesta culpabilidad del gobierno iraní en la ejecución del acto de barbarie que arrancó la vida a más de 80 argentinos (de descendencia judía la mayoría) y en la conjetura que implica a la actual vicepresidenta de la República Argentina encubriendo la participación de los iraníes. En el Medio Oriente, y casi al mismo tiempo, Estados Unidos, rompiendo con todas las normas internacionales de convivencia pacífica, le arranca la vida a Soleimani y a Abu Mahdi al Mohandes (vicepresidente de las milicias chiíes iraquíes Multitud Popular), en un acto de intromisión y cobardía para el que el Pentágono contaba con sobrada experiencia.

Netflix formó parte de la maquinaria de propaganda que Estados Unidos ha montado con los medios de comunicación, los que tienen la capacidad de convertir, en apenas minutos, ya no sólo en su propio país, sino en prácticamente todo el mundo, a Jesucristo en Satanás. Cuando la embajada iraní se incendió en Najaf (Iraq), la prensa occidental (EE. UU. a la cabeza) hizo reiterativas reseñas acerca de que «los civiles protestaban por la influencia iraní». Ahora, cuando la embajada norteamericana es asaltada en Bagdad por la reciente matanza de iraquíes, esa misma prensa reseña, hasta el hastío, que «la acción contó con el respaldo de Irán». Eso se llama perversidad, indecencia, agitación pagada, ansias de genocidio, depravación, abyección, incitación al saqueo, bajeza, ignominia, vileza, ruindad, servilismo, perfidia, crueldad... y cuanto calificativo degradante pueda aplicarse a semejante comportamiento.

Benjamín Netanyahu y el Mosad, por parte de los judíos, fueron figuras preponderantes en el perverso bombardeo que el Pentágono escenificó en las cercanías del aeropuerto de Bagdad asesinando a dos figuras claves de la República Islámica de Irán. Como habíamos dicho, los protagonistas más notorios de los acontecimientos que sacudieron a la República Argentina, en 1994 y 2015, son los mismos de la masacre que acaba de materializar Estados Unidos.

Nunca antes habíamos conocido, visto, escuchado o leído de, un grupo terrorista que estuviese constituido por las estructuras propias de un Estado. Las autoridades civiles, que se supone deban gobernar las naciones que se proclaman democráticas, no rigen el ámbito internacional de Estados Unidos; “ese terreno es exclusivo de un poder militar manejado por una asociación de banqueros, industriales y militares que tiene sus planes propios para aplicarlos en cualquier parte del mundo” [JB], convertida hoy en la mayor agrupación terrorista en la historia de la humanidad, y opera, porque funciona en varios aspectos bajo esa definición, como un Estado [regido por los dictámenes del Departamento de Defensa (más realista si se llamara de Ofensa o Guerra) de EE. UU., cuyo asiento radica en un edificio que, por su forma geométrica, se conoce como el Pentágono, cuyas características de operación llevaron a Juan Bosch a formular su tesis: «El pentagonismo, sustituto del imperialismo»].

Esa cuadrilla de terroristas exhibe como bandera la que los pentagonizados norteamericanos consideran suya: “Star-Spangled Banner”, que consta de “trece franjas horizontales de igual tamaño, siete rojas y seis blancas alternadas, y un rectángulo azul en el sector del cantón superior izquierdo con cincuenta estrellas blancas de cinco puntas”. “Star-Spangled Banner” es el símbolo que hoy representa el terrorismo mundial, la perversidad, la destrucción, el saqueo de recursos, los genocidios; es el estandarte del Estado Islámico (EI, ISIS, DAESH, etc.), clan de asesinos y delincuentes que se formó bajo la tutela de Estados Unidos e Israel para derrocar el gobierno sirio de Bashar al-Ásad y que acribilló miles de inocentes.

Continuará...

Ing. Nemen Hazim Bassa
San Juan, Puerto Rico
4 de enero de 2020