I.- Análisis a una posible intervención militar de EE. UU. en Venezuela...
|
"Una intervención militar de EE. UU. en Venezuela" dejaría de ser una amenaza "para la región latinoamericana y caribeña" y se convertiría, de facto, en la ocupación de un Estado soberano de los que medularmente la integran. Desde el mismo 2 de febrero de 1999, fecha en la que Hugo Chávez juramentó como presidente constitucional, Estados Unidos dio inicio a las acciones perturbadoras que ha venido perfeccionando desde los años subsiguientes a la conclusión de la Segunda Guerra Mundial y que han impedido al pueblo venezolano disfrutar de paz y tranquilidad durante el tiempo que lleva la Revolución Bolivariana ejerciendo el poder.
"Este día no es un día más; esta transmisión de mando presidencial no es una transmisión de mando presidencial más. No; es la primera transmisión de mando de una época nueva: es el abrir la puerta hacia una nueva existencia nacional. En Venezuela se respiran vientos de resurrección... Nosotros le vamos a dar cauce pacífico y cauce democrático a esta revolución... Seré un pregonero y un acelerador, hasta donde pueda, de los procesos de integración. Es momento de retomar el sueño de unión entre nosotros; de plantearnos una moneda para la América Latina y el Caribe para la próxima década; busquemos y luchemos por ella. De plantearnos una Confederación de naciones de esta parte del mundo; de plantearnos una unidad que vaya mucho más allá del intercambio comercial". Estas palabras marcaban el derrotero de un modelo político, considerado agotado, en una región sojuzgada por Estados Unidos, y harían repercutir el discurso de Chávez, dentro de las más altas esferas del Pentágono, como ningún otro lo había hecho desde aquel que pronunciara Fidel Castro -el 16 de abril de 1961, en las exequias de las víctimas de los bombardeos que se realizaran sobre Cuba durante la invasión de Playa Girón- declarando el carácter socialista de la Revolución Cubana.
El contenido fundamental de ese primer discurso de Hugo Chávez estimularía al Pentágono y a la maquinaria política que le sirve a redefinir "estrategias" para evitar que los recursos que operaban a su antojo no les fueran vedados, y, de igual manera, para frenar el desarrollo y la expansión del 'Socialismo del siglo XXI', concepto que vería la luz en 1996 por vía de Heinz Dieterich -sociólogo y analista político alemán-, que alcanzaría exposición global por voz del mismo Chávez en el 'V Foro Social' que tuvo lugar en la ciudad de Porto Alegre, Brasil, en el año 2005. Esa práctica de democracia participativa definida por Dieterich, que desnuda la realidad de la democracia representativa o formal [en la que los congresistas "no representan a aquellos que les dieron el mandato, sino (que, NH) los sustituyen. Elegidos para servir al pueblo, sólo sirven a dos amos: a las élites y a sus propios intereses"], sería vista por Estados Unidos, luego de la caída del Muro de Berlín, como la gestación de una nueva epidemia comunista.
Continuará...
Ing. Nemen Hazim Bassa
San Juan, Puerto Rico
6 de octubre de 2017