Los forajidos del PLD...
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¡Vicente Bengoa! ¡Hasta nosotros recibimos un regalo con el dinero de Odebrecht! Nos lo trajo de Cuba un excónsul que disfrutó con él de la buena vida en esa hermosa isla del Caribe; todo pagado por esa corruptora empresa... En virtud de que fue un regalo producto de dinero usurpado al pueblo dominicano, lo ponemos a su disposición: es un libro titulado "La Victoria Estratégica", de Fidel Castro.
Debemos sentir orgullo de habernos sacudido de las lacras. Cada día aparece una más cerca. ¡Cómo no recordar a esos dos antiguos administradores de la CDE que nos llamaban, antes de que llegaran a la máxima posición de la empresa, constantemente a nuestra casa en Puerto Rico!
Con uno nos reunimos, por última vez, siendo administrador, en un corto viaje a Dominicana (seguíamos a Europa donde permaneceríamos por tres semanas). Nos ofreció el cargo de nuestra predilección. Le dijimos que queríamos agotar los cuatro años que nos faltaban para recibir nuestra pensión en la CDE; que si trabajábamos, cobrábamos, pero, si no, no recibiríamos un solo centavo. Él mismo creó el puesto: "Enlace entre la CDE y la Autoridad de Energía Eléctrica en Puerto Rico". "Ven a finales de enero para oficializar tu nombramiento", nos dijo. Cuando regresamos, para la cita señalada, nos dejó dos días (o tres, no precisamos) en sala de espera. Después nos enteramos de que un peledeísta le había advertido que "premiarnos" con ese nombramiento significaba llevar al gobierno a un enemigo del partido.
¡Cuán agradecidos estuvimos de Dios porque no nos recibiera! En pocos meses se destapó la corruptela que tenía en la empresa, a la que había llevado a "Raymundo y to' el mundo" para dar vida a su proyecto político (lógicamente con el dinero del pueblo).
El otro, incluso, iba a ser nuestro socio en la rehabilitación de la Turbina de Gas de San Pedro de Macorís: un proyecto de más de tres millones de dólares para el que el Ing. Ramón Pérez Martínez, ex administrador también, nos había pagado un viaje a Dominicana con la intención de que lo evaluáramos e incursionáramos en la licitación.
¡Qué hermoso es vivir alejado de sinvergüenzas y corruptos! ¡Y más hermoso aún es no tener que agradecerle nada a nadie! ¡No tiene precio poder llamarles ladrones a esos farsantes que la vida puso en nuestro camino! Podrán salir libres porque en República Dominicana no hay justicia, pero tendrán que vivir el resto de sus días con la etiqueta de vulgares ladrones...
Nemen Hazim
Carolina, Puerto Rico
3 de junio de 2017