Oscar López Rivera...
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A principios de los 80, 16 miembros de las FALN, incluido uno de sus líderes -Oscar López Rivera-, fueron arrestados y condenados por complot para DERROCAR AL GOBIERNO DE LOS ESTADOS UNIDOS (¡así como se lee!), posesión de armas y otros cargos. En 1999, el presidente Bill Clinton tomó la decisión de liberar a 14 de los 16 prisioneros de las FALN y López Rivera lo rechazó "porque dos de sus compañeros quedarían en prisión".
Ayer, 17 de mayo de 2017, el luchador independentista, a quien consideramos héroe, fue puesto en libertad. En el resto del mundo y en Puerto Rico hemos celebrado su liberación. Ahora, nos preocupa que personas que no han vivido en suelo boricua o sólo han tenido acercamiento con los pocos independentistas que hay en la isla hablen sin el cabal conocimiento de la realidad: cerca del 95% de los puertorriqueños rechaza abiertamente la independencia.
¿Por qué estamos preocupados? Oscar López Rivera ha sido seleccionado por los organizadores del desfile boricua en la ciudad de Nueva York para que sea una de sus figuras emblemáticas; si acepta, estaría coincidiendo con aquellos que disfrutan del estado colonial actual o con quienes auspician la anexión al imperio, que son indiscutible mayoría. ¿Cuál es el peligro de esa coincidencia? Que justificaría la acusación de asesino y terrorista que le han venido haciendo desde hace cuatro décadas.
Oscar López Rivera, si quiere permanecer como héroe en su recorrido por la historia, no debe participar en nada que tenga que ver con el anexionismo o el coloniaje, porque, de hacerlo, estaría validando las perversidades de los disminuidos. Su epopeya se vería mermada si se muestra, de la mano, como símbolo de quienes han patrocinado históricamente la subordinación al Pentágono...
Ing. Nemen Hazim
San Juan, Puerto Rico
18 de mayo de 2017