I.- Respuesta a Joaquín Gerónimo...
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Vicepresidente y Director Adjunto de Acento
Hemos leído con interés la carta que Joaquín Gerónimo enviara a la redacción del medio que usted dirige. En ella, el arquitecto y político señala “las cinco cosas que el PLD nunca debió haber cambiado al asumir, desde el año 2001, el proceso de apertura y transformación de su estructura orgánica”.
“Lo colectivo-orgánico, el centralismo democrático, la educación política, la unificación de criterios y la autocrítica (sic)” son “las cosas” que, a su entender, el partido fundado por Juan Bosch no debió cambiar. Hay mucha verdad en las expresiones del Sr. Gerónimo, aunque no toda; además, el momento actual hace que la preocupación que muestra por “ese proceso de mutación conductual” no sea genuina.
Al no manifestar toda la verdad, convierte su recelo en un oculto e interesado ejercicio acerca de la posición que deben asumir, dirigentes y partido, de cara a la angustia y el nerviosismo, producidos por el miedo y la desesperación, que trastocan los placenteros y dulces sueños de quienes se han valido del poder político para convertir el dinero que debe ser destinado a satisfacer las necesidades materiales de existencia del pueblo dominicano en inverosímiles riquezas personales que rayan en lo ridículo.
El cuidado que tiene el arquitecto Gerónimo en hacer de la autocrítica una exclusividad de la misiva refleja claramente sus intenciones. Rebuscar palabras para no llegar a rozar el saqueo al erario en el que están inmersos muchos peledeístas debe haber sido tarea ardua y difícil para quien pretende mostrarse sensato y ecuánime, con cierto dejo de distanciamiento, ante tan oscuro panorama; y, en este capricho de “retornar al PLD de Juan Bosch”, la primera piedra la puso precisamente Leonel Fernández, el “virtuoso” que descarriló la organización de sus orígenes y principal culpable de la degradación moral que hoy vive la República Dominicana.
La falta de honestidad es muy evidente; el titular llama la atención, pero es sólo titular. Juan Bosch se pasó décadas hablando de lo que en política se ve y no se ve. De la misma manera que la intención de Joaquín Gerónimo ha sido servirse interesadamente de las prédicas del “maestro y líder histórico” del PLD, “profesor Juan Bosch”, de esa misma manera ha actuado la dirigencia permanente desde que la ley de vida incapacitara a su fundador: en el PLD predomina la disciplina irreflexiva, “mutación conductual” -que le faltó señalar a quien desde La Habana, Cuba, expresara una enorme “media verdad”- implementada deliberadamente por el presidente del partido para sustituir la disciplina consciente.
“El PLD no se parece a ningún partido porque fue concebido como el fruto natural, en el orden político y en el orgánico, de la realidad social dominicana”, habría dicho Juan Bosch para enaltecer la calidad de la agrupación que fundara en diciembre de 1973, pero el Dr. Fernández se encargaría, tan pronto llegara al poder, en 1996 –en el afán de romper con sus deformes raíces-, de desconocer olímpicamente, con la perversidad característica de la degradación moral, esa realidad.
Continuará...
Ing. Nemen Hazim Bassa
San Juan, Puerto Rico
16 de abril de 2017