IV.- Imbert, la prensa dominicana y el PLD: antivalores que deforman la sociedad...
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¿Vale tan poco la cabeza del autoproclamado líder?
Francisco Alberto Caamaño, Héctor Aristy y Rafael Fernández Domínguez en la zona constitucionalista
"Las fotos de Luis Amiama y Antonio Imbert, que todavía estaban libres el 5 de junio, fueron pegadas en las culatas de los rifles de todos los soldados y policías de la República. Había una recompensa de quince mil pesos por Imbert vivo o muerto. Veinte mil pesos se ofrecieron por Amiama vivo, y ninguna recompensa por su cadáver" (Bernard Diederich. Obra citada).
"El premio por la cabeza de Imbert era de diez mil dólares vivo o muerto; el de la de Amiama veinte mil, y nada muerto" ('El Destino Dominicano'/John Bartlow Martin).
Imbert Barreras, un farsante que actuó en la conjura -como muchos otros- por cuestiones familiares, no por patriotismo, valía menos, incluso, que Luis Amiama Tió, a quien querían vivo porque dirigía, estaba más comprometido y tenía mejores relaciones con las esferas del poder. No debemos olvidar que su función (la de Imbert) era la de conducir el vehículo que cazaría a Trujillo.
Nota: para la época, el valor del peso era igual al del dólar.
Consecuencias del golpe de Estado a Bosch
El coronel Caamaño se negaba a integrar un gobierno provisional con Imbert, ya que este ponía como condición "que los constitucionalistas entregaran las armas, que era lo mismo que rendirse, a lo que ellos se negaron. IMBERT, ENTONCES, PRESIONABA AVANZANDO HACIA EL NORTE DE LA CIUDAD, CON EL APOYO DESCARADO DE LOS PARACAIDISTAS Y MARINES NORTEAMERICANOS... ". Se habló de un encuentro, pero sus tropas "CONTINUABAN ATACANDO Y MATANDO CIVILES..., por lo que Caamaño se negó...".
Decepcionado porque Estados Unidos estimulaba un gobierno provisional y elecciones en siete meses, Imbert rechazó la propuesta de disolver "SU GOBIERNO". "¿PARA QUÉ DIABLOS USTEDES TRAJERON TODAS ESAS TROPAS AQUÍ SI NO ERA PARA DETENER EL COMUNISMO?", fue la respuesta que dio a McGeorge Bundy, Consejero de Seguridad Nacional, y demás "mediadores" de Lyndon Johnson (Arlette Fernández. Obra citada. Mayúsculas mías, NH).
Miguel Ángel Hernando Ramírez, patriota que defendió la integridad de la República Dominicana ante la invasión norteamericana en 1965, encabezó el Movimiento de Militares Constitucionalistas que se levantó en armas para devolverle al pueblo dominicano el gobierno de Juan Bosch, derrocado el 25 de septiembre de 1963 con la participación activa de Antonio Imbert Barreras. Hernando Ramírez había asumido el liderazgo porque el fundador de ese movimiento, el coronel Rafael Fernández Domínguez, había sido enviado al exterior por el presidente del Triunvirato, y presidente de facto, Donald Reid Cabral. Arlette Fernández recoge estas palabras de Hernando Ramírez:
Arlette Fernández narra, en su obra "Coronel Rafael Fernández Domínguez – Soldado del Pueblo y Militar de la Libertad", lo que a continuación expresara el teniente coronel Miguel Ángel Hernando Ramírez:
"Mientras estábamos en el Campamento 16 de agosto, llegó Lachapelle y un poco más tarde el coronel Caamaño. No sé cómo se encontraron él y el general Imbert, pero el caso es que Caamaño me dijo que el general Imbert quería hablar conmigo... Con el coronel Caamaño le mandé a decir que no era el momento más apropiado... Cuando Caamaño regresó me preguntó si no debíamos dejarlo pasar. Le dije que no, que no era el momento y Caamaño lo entendió... Al otro día, el general Antonio Imbert Barreras fue otra vez a ponerse a nuestras órdenes y ver qué podía hacer él, PERO YO NO TENÍA CONFIANZA EN LO QUE PUDIERA HACER POR NUESTRA CAUSA EL MISMO HOMBRE QUE APOYARA EL GOLPE DE ESTADO" que derrocó a Juan Bosch. (Mayúsculas mías, NH)
Continuará...«"Imbert era un hombre persistente". Al día siguiente se presentó nuevamente donde Hernando Ramírez, y le expresó "lo absurdo que era lanzarse a una guerra civil y matarse unos con otros". Si el obstáculo era Donald Reid, "lo harían renunciar". De inmediato propuso "la formación de una Junta Militar bajo su liderazgo" que convoque "elecciones en un plazo de 60 o 90 días". Ramírez le respondió en los mismos términos que hizo luego con el coronel Pérez y Pérez: "no era una Junta Militar lo que procedía, sino la reposición de Juan Bosch en la presidencia de la República y el retorno a la Constitución de 1963".
«Al otro día, el general Imbert Barrera fue una vez más a ponerse a nuestras órdenes y ver qué podía hacer él, pero yo no tenía confianza en lo que pudiera hacer por nosotros el mismo que apoyara el golpe de Estado, de modo que, cortésmente, me limité a agradecerle el gesto; le expresé que ya él había ofrecido un servicio muy importante a la Patria y que en ese momento no iba a necesitarle, que debíamos posponer para más adelante cualquier colaboración suya, señala el teniente coronel Miguel Ángel Hernando Ramírez» [según confirma en su excepcional volumen la esposa del "único militar dominicano libre de imperfecciones morales [NH]".
Ing. Nemen Hazim Bassa
San Juan, Puerto Rico
8 de junio de 2016