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I.- Judíos y peledeístas: traidores. Reflexión de Semana Santa...

Poncio Pilato ha cargado históricamente con muchas acusaciones, pero no fue el verdadero culpable de la muerte de Cristo. Los miembros del Sanedrín decidieron su muerte influenciados por Caifás, el sumo sacerdote, pero el Sanedrín, como corte suprema del pueblo de Israel, no tenía autoridad para aplicar la pena de muerte.​..

No pretendemos demostrar la veracidad de ninguna de las versiones que históricamente han circulado acerca del juicio y la condena de Jesús. Como lo que interesa es mostrar una referencia, y los cristianos no se han empeñado en esclarecer cuál de los relatos es el que debe prevalecer (que no sea el que favorece la industria de la fábula y la castración del intelecto), nos permitiremos hacer una apretada descripción de los hechos partiendo de los eventos más significativos en los que incursionaron los judíos.

Poncio Pilato ha cargado históricamente con muchas acusaciones, pero no fue el verdadero culpable de la muerte de Cristo. Los miembros del Sanedrín decidieron su muerte influenciados por Caifás, el sumo sacerdote, pero el Sanedrín, como corte suprema del pueblo de Israel, no tenía autoridad para aplicar la pena de muerte. Por miedo a lo que podría suceder si linchaban a Jesús, Caifás intentó convencer a Roma para que ejecutara la condena, por lo que Cristo fue llevado ante Poncio Pilato y acusado, además de blasfemar contra la Ley de Moisés, de sedición, cargo este que buscaba involucrar al imperio en un asunto religioso. El prefecto de Judea no lo tomó en consideración porque sabía que Jesús no representaba peligro alguno y prefirió otorgar a los judíos la decisión de liberar un preso (había señalado que no tenía nada en contra de aquel hombre al que clavarían en una cruz propiciándole una muerte "perversamente dolorosa y sádicamente lenta"), siendo favorecido Barrabás, ladrón y asesino convicto, y no Cristo, inocente de las interesadas imputaciones, demostrando, "el pueblo escogido por Dios", con tan ruin y perverso proceder, un alto nivel de traición que marcaría para siempre a toda la humanidad.

¿Qué busca esta historia que ha recorrido el mundo en todos los idiomas por cerca de dos mil años en un ensayo que se realiza sobre un pequeño y sufrido país del Caribe? Lo más importante para quienes escudriñan la verdad ha sido el cuestionamiento universal de por qué los judíos optaron por liberar un ladrón y asesino consumado a la vez que propiciaron la más perversa y terrible de las muertes a quien Dios había enviado para que naciera y se desarrollara entre ellos como "el Salvador del pecado y la muerte". Jesús habría de venir de algún pueblo y Dios eligió al de Israel; "pretendía que fuera diferente, que señalara a otros pueblos el camino hacia Él... pero Israel falló".

¿Ha sido determinante para la naturaleza humana la traición a Jesucristo por parte del pueblo judío? No hay lugar a dudas: "No por ser ustedes más que todos los pueblos los ha querido Jehová y los ha escogido, pues eran el más insignificante; ha sido por cuanto los amó que los ha rescatado de la servidumbre, de las garras del Faraón (rey de Egipto, nh)", expresa Deuteronomio -libro bíblico del Antiguo Testamento que forma parte de la Torá (la ley), núcleo de la religión judía- 7:7-9, en franca alusión al pueblo de Israel y su condición de pueblo esclavo, situación que se vio transformada porque Dios lo escogió como pueblo "a través del cual Jesucristo nacería". Aun así, el pueblo de Israel llegaría a cometer la más infame de las deslealtades.

Continuará...

Ing. Nemen Hazim Bassa
San Juan, Puerto Rico
26 de febrero de 2016