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II.- Sólo con una oposición unida se puede sacar del poder al PLD...

Guillermo Moreno debe saber que su agrupación está compuesta por dominicanos, no por suizos ni suecos, y, por tanto, por gente que al final, y quizás con más ímpetu, hará, si no se fiscaliza con la continuidad y severidad que lo hacía Juan Bosch, lo mismo que peledeístas, perredeístas, perremeístas y reformistas: robar, saquear el erario, mentir, violentar la ética y la moral...

Guillermo Moreno debe saber que su agrupación está compuesta por dominicanos, no por suizos ni suecos, y, por tanto, por gente que al final, y quizás con más ímpetu, hará, si no se fiscaliza con la continuidad y severidad que lo hacía Juan Bosch, lo mismo que peledeístas, perredeístas, perremeístas y reformistas: robar, saquear el erario, mentir, violentar la ética y la moral… Ninguna de las agrupaciones políticas dominicanas está exenta de esa baja pequeña burguesía que ha castrado los valores de la sociedad, y es de suponer que todo líder o aspirante a líder debe realizar, primero que nada -después del trauma que el PLD ha causado a la nación-, un preciso y minucioso estudio sobre la composición social de los miembros y simpatizantes y diseñar, si lo que realmente interesa es el bienestar de la República, una plataforma fiscalizadora que sancione ejemplarmente desde el primer asomo de desviación.

Los dominicanos que nutren a Alianza País no están sujetos a la real y efectiva fiscalización que existía en el PLD, ni tampoco han recibido la formación y el adoctrinamiento que hacía del peledeísta un verdadero cuadro con vocación de servicio al pueblo. Aun así, los peledeístas han establecido, a pesar de haberse pasado más de 20 años bajo la tutela de Juan Bosch, los más altos niveles de inmoralidad y corrupción registrados en la historia de la nación. Tomaron esos 20 años y los tiraron por la borda, manteniendo, únicamente, la disciplina inconsciente de la militancia, que le ha permitido campear por sus fueros en el ambiente político dominicano.

Esta exposición no está dirigida, en forma alguna, a la individualidad, ni sale a la luz por trivialidades ni especulaciones. Todo lo contrario: lo que persigue es alertar acerca de las conductas y desviaciones propias de una gran parte de la sociedad que dan sustancia a las organizaciones políticas. Por lo tanto, lo que aquí se muestra no tiene enfoque exclusivo en el Dr. Guillermo Moreno y su agrupación; el escrito persigue llamar la atención, en la misma manera y bajo el mismo análisis, a Minou Tavárez Mirabal y su “Opción Democrática” (en proceso de reconocimiento por parte de la Junta Central Electoral), o a cualquier otro liderazgo nuevo que surja en el espectro político.

La unión debe materializarse por encima de protagonismos y mezquindades: los candidatos deben ser los más potables, sin que aparezca, siquiera, la sombra de una de esas tétricas figuras del putrefacto y corrupto PRD asentadas en lo que hoy es el PRM. Al final, la mayoría de los votos de todas las agrupaciones saldrá de dominicanos tan corruptos e inmorales como el que más. Hay que alcanzar el poder; implementar una dictadura, si fuere necesario, para acabar con los ladrones... "una dictadura de la ley", como dijera el profesor Bosch. Y, para lograrlo, primero hay que derrotar, en los próximos comicios, al partido que ha deshonrado el nombre y la figura del más ilustre de los dominicanos del siglo XX y que ha convertido la sociedad en un estercolero.

Este llamado no favorece, en modo alguno, la selección automática del candidato a la presidencia. La figura idónea debe surgir del consenso de todos los partidos con vocación para sanear y enrumbar la patria: Alianza País, Movimiento Caamañista, Revolucionario Moderno, Opción Democrática, Revolucionario Social Demócrata, Alianza por la Democracia, Dominicanos por el Cambio, Frente Amplio…, y, de ese consenso, debe salir cada presidente de agrupación con la específica encomienda de dirigir el ministerio que más se ajuste a su campo de lucha. El compromiso debe ir más allá; debe ser uno integral en el que cada organización esté representada en el gobierno, no como un premio para el saqueo y la depredación (ejemplo vivo de lo que ha hecho el PLD), sino, bajo la obligación contraída ante el pueblo de ejecutar las propuestas de cambio que el país necesita.

Max Puig, Hatuey Decamps, Luis Abinader, Eduardo Estrella, Fidel Santana, Narciso Isa Conde, Minou Tavárez Mirabal, Guillermo Moreno y cualquier otro dirigente que persiga el bienestar de la patria deben conformar un frente opositor que culmine con la expulsión del poder del peledeísmo perverso que ha hecho de la inversión de valores, en esta sociedad sumisa y permisiva, un monumento al tigueraje, la vileza y la degradación moral.

Fin...

Nemen Hazim Bassa
San Juan, Puerto Rico
7 de septiembre de 2015