I.- Sólo con una oposición unida se puede sacar del poder al PLD...
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Nuestro país, con la deformación social que le da sustancia, no es el lugar idóneo para el surgimiento de lideratos independientes, tal y como ha sucedido en varias naciones latinoamericanas; el mismo paternalismo que hace líder a un presidente es el que aplica a la valoración y vigencia, en el ámbito político, de las organizaciones tradicionales. El que piense que el PRM es un partido diferente al PRD está muy equivocado: los perremeístas sólo han cambiado una letra; la forma de comportarse no ha variado. Lo que ha habido es un traslado de una habitación a otra; la casa sigue siendo la misma. La figura fresca, y hasta ahora sin manchas de Luis Abinader, es lo único que marca la diferencia.
Debemos sentir regocijo porque, al fin, el organismo electoral se ha dignado en hacer un reconocimiento que debió haberse materializado hace tiempo, pero, más que nada, debemos continuar con la propuesta que se hace impostergable y sobre la que hemos venido escribiendo por más de un año: la unidad de toda la oposición consciente para sacar del poder a los peledeístas. Si Guillermo Moreno no lo entiende, en virtud de una premisa que le hace asumir posiciones sectarias, se torna obligada una explicación. En ese mismo Partido de la Liberación Dominicana en el que él se formó, bajo las más estrictas y severas normas disciplinarias, bajo una intensa capacitación y formación política y bajo la puesta en práctica de una vocación de servicio incuestionable, jamás podía imaginar que sus propios compañeros, que "servían al Partido para servir al Pueblo", terminarían convirtiéndose en una casta de corrupción e inmoralidad.
¿Sabe Guillermo Moreno dónde radica el peor de los males dentro de las organizaciones políticas? El problema mayor de las agrupaciones políticas en la patria de Duarte, Sánchez y Mella está en que la gran mayoría de los que integran los movimientos políticos en República Dominicana es corrupta, sin valores éticos y morales… Y esa gran mayoría, como hemos explicado en entregas anteriores, tiene, o ha tenido, su base de sustentación en una baja pequeña burguesía viciada y deforme en la que han hecho vida casi todos los dominicanos. No fue fortuita la creación del PLD, por Juan Bosch, a imagen y semejanza de la iglesia católica y los cuerpos castrenses; además de perseguir el mismo comportamiento de cada miembro, buscaba mantener a rayas las desviaciones sociales de la baja pequeña burguesía, presentes de manera abrumadora en cualquier organización sin importar el tipo.
Continuará...
Ing. Nemen Hazim Bassa
San Juan, Puerto Rico
6 de septiembre de 2015