El peligroso accionar de la prensa...
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El Dr. Vincho Castillo no le ha dicho ni cobarde ni perverso al presidente de la República. El Dr. Castillo lo que ha dicho es lo siguiente (después de escuchar más de diez grabaciones, editadas algunas):
«… Ponerlo a su firma es una cobardía y una perversidad (ponerlo a la firma del presidente, en alusión al Reglamento de Aplicación de la Ley 169-14 del Régimen Especial de Naturalización y Regularización de Extranjeros, NH). Nosotros le decimos desde aquí, junto a los Padres de la Patria, ¿quiere usted hacer una prueba fuerte, presidente? Mándelo a su Congreso como proyecto de ley. De un modo u otro lo han logrado enneblinar [(sic) palabra que no está registrada en el Diccionario de la lengua española (DRAE) y que aparenta ser usada por ofuscar, confundir, NH], lo han logrado colocar en una posición que no llega a comprender plenamente cuál es el precio que la historia le reservaría si vacila, si se vuelve contra su palabra pronunciada en La Habana, que debió de ser el código nacional, el código de la dignidad nacional… que sobre eso no debió de aparecer ninguna diligencia posterior, ninguna trampa nueva…»
Al decir “ponerlo a su firma es una cobardía y una perversidad” se refiere Vincho I (Marino Vinicio Castillo) a la acción de poner a la firma del presidente la aprobación del reglamento y, en todo caso, los cobardes y perversos serían quienes ejecuten tal cosa.
¿Por qué traemos este proceder a la opinión de los que piensan? (La reflexión de los demás no nos interesa; esos ‘demás’ son las cotorras que hacen de caja de resonancia a todo lo mal hecho, son los descerebrados que validan genocidios, intervenciones, malos procederes… son los que ven comunismo y dictadura en las democracias y democracia en las dictaduras reales y mediáticas). Porque fue él mismo que se empleó para enlodar y destruir a Juan Bosch: ediciones de grabaciones, mentiras plantadas en su boca... informaciones irreales que nunca salieron de su voz ni de su pluma. ¿Y quiénes fueron los que ejecutaron toda esa campaña de descrédito contra el fundador de los dos partidos políticos más grandes de la República Dominicana? La prensa amarilla (intacta al día de hoy), el Partido Reformista Social Cristiano (PRSC) y ambas organizaciones políticas concebidas por él: el Partido Revolucionario Dominicano (PRD) y el Partido de la Liberación Dominicana (PLD).
La campaña sucia que contra el profesor Bosch hicieron reformistas y perredeístas caló de forma tal que logró hacer realidad el primero de sus propósitos: evitar que regresara a la presidencia de la República. Y no pudo haberse materializado si esa misma prensa que manipula la información no hubiese sido la plataforma de trabajo para los depredadores políticos que florecieron después de la muerte de Trujillo. La campaña sucia que hicieron los peledeístas se basó, primero, en la tergiversación de la posición asumida por Bosch frente a la reelección y, segundo, en la suplantación de los verdaderos valores morales y éticos del boschismo.
¿Dónde radica el verdadero peligro de este proceder de la prensa? Si a algún desaprensivo se le ocurre dañar la reputación y la integridad de alguien, sólo tiene que ejercer el sicariato mediático para sacrificar o satanizar a esa persona, no importa si es Cristo, Marx o la Madre Teresa de Calcuta.
No podemos condenar este proceder intrínseco, en las letrinas americanas, que ha propiciado el exterminio de millones de inocentes por parte del Pentágono y la CIA, y validarlo sólo porque el Sr. Castillo, un oportunista vividor del erario y profeta de la maldad, es alguien a quien combatimos.
Ing. Nemen Hazim
San Juan, Puerto Rico
26 de julio de 2014