Usamos cookies para brindar un mejor servicio. OK Más información

I.- A Juan Bosch hay que desgarrapatizarlo...

La historia no puede llevar dos hombres tan opuestos, tan diferentes... tan encontrados, al mismo lugar. O Juan Bosch es un charlatán y un sinvergüenza, o lo es Leonel Fernández. Quien escribe, como dueño absoluto de estas palabras, tiene su opinión: el charlatán, sinvergüenza, corrupto, indolente y cínico lo es Leonel Fernández...

La historia no puede llevar dos hombres tan opuestos, tan diferentes... tan encontrados, al mismo lugar. O Juan Bosch es un charlatán y un sinvergüenza, o lo es Leonel Fernández. Quien escribe, como dueño absoluto de estas palabras, tiene su opinión: el charlatán, sinvergüenza, corrupto, indolente y cínico lo es Leonel Fernández; no se puede seguir permitiendo a los corruptos del PLD el uso de la figura de Juan Bosch, "el moralista problemático", como lo definiera Andrés L. Mateo. No se puede ser ladrón y boschista al mismo tiempo; tampoco boschista y sinvergüenza; menos indolente y boschista... y mucho menos boschista y descarado.

Por un lado, Juan Bosch y sus principios, postulados, comportamientos, actitudes y posiciones, y, por el otro, la falsedad, la actuación, la corrupción y la inmoralidad. Saque el lector sus conclusiones.
“Los hombres y las mujeres que tienen calidad humana le sirven al pueblo sin esperar de él ni siquiera gratitud, porque no debe pedírsele a la madre que le agradezca al hijo lo que este haga por ella” (Juan Bosch)
Leonel Fernández y sus acólitos le dijeron malagradecido al pueblo dominicano por no reconocer su “majestuosa” obra del “Nueva York chiquito”: el de las drogas, el de los asesinatos, el de los capos y bandas, el de las villas miserias, el de las más de 20 provincias que se mueren de hambre… No podía esperarse otra reacción de megalómanos, resentidos sociales y engreídos a quienes la calidad humana les pasó por el lado sin saberlo, no así los autos de lujos, aviones, fortunas y demás propiedades bien hurtadas y mal habidas.
"Pongamos todos juntos el alma en la tarea de acabar con el odio entre los dominicanos como se acaba con la mala yerba en el campo que va a ser sembrado; pongamos todos juntos el alma en la tarea de edificar un régimen que dé amparo a los que nunca lo tuvieron, que dé trabajo a los que buscan sin hallarlo, que dé tierras a los campesinos que la necesitan, que dé seguridad a los que aquí nacen y a todos los que erran por el mundo en pos de abrigo contra la miseria y la persecución" (Juan Bosch)
Ni Balaguer fue capaz de generar tanto odio entre los dominicanos; siendo un asesino y un indolente, hizo vida pública y gobernó con austeridad, pero una austeridad que partía de su propia forma de vida… como debe ser. Leonel Fernández y sus perversos colaboradores exprimieron la nación con las actividades corruptas en las que incurrieron, robando al erario, en 12 años, 800 mil millones de pesos, equivalentes a unos 20 mil millones de dólares o a unos 15 mil millones de euros. Los desamparados siguen sin ese régimen que alude Juan Bosch; los parados continúan buscando trabajo sin hallarlo, salvo que se sometan a los nuevos parámetros de esclavitud establecidos en la República Dominicana: empleos de más de 100 horas a la semana con paga de menos de 7 mil pesos al mes (170 dólares o 130 euros).

Basta con observar los trabajadores de esos hoteles “todo incluido”, que han hecho multimillonarios a inversionistas locales y extranjeros (y todo incluido es todo; algunos tienen que brindar sexo a turistas degenerados, que se constituyen en la mayoría de quienes nos visitan); los “Car Wash”, antros de perdición que sustraen de los campos las más bellas mujeres dominicanas y las convierten en prostitutas de nueva cuña; las trabajadoras domésticas, maltratadas y “devaluadas”, tratadas como platos desechables por una gran cantidad de los nuevos ricos provenientes de la baja pequeña burguesía; guardias de seguridad, que empeñan sus vidas por miserables salarios, en horarios en los que en ocasiones ni duermen; y los obreros de la construcción, "haitianos haitianos" y "haitianos dominicanos", seres humanos iguales o mejores que nosotros, tratados como animales por ingenieros y supervisores que sólo buscan moler sus vidas a cambio de maximizar ganancias.

Continuará...

Ing. Nemen Hazim Bassa
San Juan, Puerto Rico
29 de abril de 2013