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II.- Una explicación necesaria al supuesto sabotaje en la CDE...

La CDE estuvo bajo las riendas de un mediocre y vulgar administrador que, a los pocos días de ser designado, cursó una visita al Director de Producción, un capaz y brillante profesional -mejor ser humano, formado en las mismas entrañas de la empresa- con quien compartíamos en sus oficinas, próximas a la central Itabo, un sábado cualquiera, caluroso y soleado...

La CDE estuvo bajo las riendas de un mediocre y vulgar administrador que, a los pocos días de ser designado, cursó una visita al Director de Producción, un capaz y brillante profesional -mejor ser humano, formado en las mismas entrañas de la empresa- con quien compartíamos en sus oficinas, próximas a la central Itabo, un sábado cualquiera, caluroso y soleado.

Presentado el nuevo administrador, comenzó de inmediato a esbozar sus planes para recuperar el dinero de los clientes morosos, entre los que se encontraban las grandes empresas privadas del país, además de las instituciones del Estado -incluyendo las descentralizadas y subgobiernos- y los militares de alto rango, dueños y señores vitalicios de la patria de Duarte.

Durante el encuentro, para mostrar la eficacia de sus planes, hizo el comentario siguiente: «Acabo de poner dos hermosas muchachas a llamar por teléfono a los deudores para convencerlos de que honren sus compromisos». Su historial de inmoralidad, público en ciertas esferas de la CDE, generó serias dudas acerca de la propuesta para facilitar el cobro, inquietud que transmitimos al director de Producción tan pronto el flamante "jefe" salió por la puerta que había ingresado (mientras desempeñó, en el pasado, una función de relevancia, había contado, sin saber que su radio aireaba, unas aventuras sexuales sostenidas con unas secretarias, tal cual si fuera el Kama Sutra dominicano). Si el cobro se hace por vía telefónica, ¿qué influencia puede tener la belleza física de una mujer? Este razonamiento marcó, desde ese día, la dura realidad que se avecinaba. ¿No era más conveniente, para la institución y el país, contratar personal calificado, en lugar de hermosos y contorneados culos “para hablar por teléfono”?

Su gestión se caracterizó por trabajar las unidades generadoras por debajo de los 60 Hz -frecuencia nominal del sistema eléctrico dominicano-, ocasionando serios y graves problemas a las mismas, debido a la acumulación de los esfuerzos que producen las vibraciones, lo que al final se traduce en una disminución en la vida útil.

La “Deutsche Gesellschaft für Technische Zusammenarbeit” (GTZ), una empresa alemana para la cooperación y el desarrollo -que opera a nivel mundial-, realizó un taller con el objetivo de identificar los problemas de la CDE, que al final convergieron hacia uno solo: ¡la administración!, conclusión de la que no pudimos participar debido a que, el día de cierre, todas las unidades a gas del país (Barahona, San Pedro de Macorís, Timbeque 1 y 2 y Los Mina 1 y 2) amanecieron fuera de servicio, imposibilitando nuestra asistencia a tan importante evento, sobre todo cuando se trabaja para una institución cuyo carácter sociopolítico era exactamente el mismo que el del país: paternalista. Por eso las oficinas de la Dirección de Producción estaban en Itabo; si algo sucedía en la central más grande, “era mandatorio que el director estuviese ahí”.

Si el administrador no entraba en razones respecto a las conclusiones del taller, lo prudente era presentar la renuncia en bloque, situación que, necesariamente, culminaría con su salida y, por consiguiente, con la instalación de una dirección colegiada encabezada por los mejores profesionales -ausentes o en funciones-.

Los argumentos esgrimidos por amigos -los que fueron o los que son, no nos preocupan; si fueron, ¡adiós!, y si son, ¡abrazos!- muestran el grado de mediocridad de la sociedad dominicana: «entré a la CDE solo y me voy solo», «tengo hijos y no puedo involucrarme», «no puedo prescindir de mi sueldo, tengo obligaciones», «eres un idealista soñador», «te vas a quedar solo», «tengo niños pequeños». Si estas fueron las razones de tan excelentes profesionales -porque los son-, forjados casi todos en la Universidad Autónoma de Santo Domingo de los años sesenta y setenta, ¿qué podemos esperar de esa enorme masa conformista e ignorante ante los pisoteos, abusos y robos del PRD, de Leonel Fernández y el PLD y de Joaquín Balaguer y sus 'reformistas'?

Continuará...

Ing. Nemen Hazim Bassa
San Juan, Puerto Rico
25 de octubre de 2012