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III.- Del entorno corriente y la baja pequeña burguesía...

El PLD se creó como un partido de cuadros, con fiscalización permanente por cada uno de sus miembros, a los que el profesor Bosch les inculcó la desconfianza. Su estructuración fue concebida tomando como referencia el funcionamiento de la Iglesia católica y de las instituciones castrenses; la misa que se celebra en Pedernales y en San Pedro de Macorís es la misma; la que se oficia en Reading, Pennsylvania (EE. UU.), es la misma a la que asisten los feligreses de Aguadilla (Puerto Rico)

El PLD se creó como un partido de cuadros, con fiscalización permanente por cada uno de sus miembros, a los que el profesor Bosch les inculcó la desconfianza. Su estructuración fue concebida tomando como referencia el funcionamiento de la Iglesia católica y de las instituciones castrenses; la misa que se celebra en Pedernales y en San Pedro de Macorís es la misma; la que se oficia en Reading, Pennsylvania (EE. UU.), es la misma a la que asisten los feligreses de Aguadilla (Puerto Rico). Los militares se rigen por los mismos códigos; actúan en forma similar tanto en Bolivia como en Francia; tanto en Argentina como en la República Dominicana. Por eso un peledeísta de Dajabón pensaba y actuaba igual que uno de La Romana.

El boschismo, teoría política basada en la realidad social dominicana, adoptada por el PLD, debió ser la constitución de los peledeístas; y si hubiese sido así, el escrito de Sara Pérez no tendría hoy razón para su elaboración. De la única forma que los miembros del PLD hubiesen exhibido respeto, integridad, honestidad y compromiso en la conducción del Estado hubiese sido manteniendo los métodos de trabajo, la fiscalización y la vigilancia implementados por el profesor Bosch; pero las cosas cambiaron rotundamente desde el día aquel en que, en un ridículo acto celebrado en el Centro Olímpico, lo sentaron junto al doctor Joaquín Balaguer para conformar ese pacto que Fernando Martín, alto dirigente del Partido Independentista Puertorriqueño, bautizó como “pacto con el diablo”, con la finalidad de impedir la llegada al poder del Dr. José Francisco Peña Gómez.

A partir de ese momento, los peledeístas tomaron el camino de disputarle a los reformistas y perredeístas el primer lugar en lo que respecta a hacer lo mal hecho. De ser la esperanza para la solución de los problemas nacionales -formados en un partido con todas las herramientas para “hacer lo que había que hacer”-, se convirtieron en la peor lacra en la historia de la vida republicana; y las razones no hay que buscarlas en ningún otro lugar: como dice Sara Pérez, “no llegaron de Marte. Han crecido en el patio. Y habrá mayores y peores consecuencias”.

El bajo pequeño burgués dominicano es un ser único en el mundo; por eso las cosas que se ven en República Dominicana no se ven en ningún otro país. El comportamiento del que hace gala es uno desmedido, sin límites; el ambiente en el que interactúa debe ser controlado, fiscalizado y sometido al más rígido escrutinio, para evitar los desmanes típicos de los descarrilados.

Quien encabeza el gobierno dominicano es ejemplo fiel de esas capas de la baja pequeña burguesía, aunque ahora la condición de jefe de Estado lo eleve a la categoría de un alto pequeño burgués. Pero hay más; en vez de gobernar para los obreros y los desheredados sociales –clasificados por Juan Bosch como pequeños burgueses de las capas baja pobre y baja muy pobre-, razón de ser del Partido de la Liberación Dominicana, Leonel Fernández escogió el camino que su clase de procedencia le dictaba: el de convertirse, en ausencia del Dr. Balaguer, en representante de la oligarquía.

De nada sirvieron estas palabras de Juan Bosch, aludiendo el comportamiento de la baja pequeña burguesía: "... hay un sector adscrito al frente oligárquico que le sirve de instrumento nacional de poder y al mismo tiempo aspira a integrarse en él al nivel más alto... hay un sector, probablemente el más numeroso, cuya única ambición es asegurar lo que ya tiene y mejorarlo..." (Ibíd.).

Ese mismo ser es quien preside el Partido de la Liberación Dominicana, agrupación que convirtió en una pocilga más de las que actúan en el ambiente político dominicano, pero con características peores a las demás, pues, sus miembros, formados por el profesor Bosch, se prepararon con el único objetivo de saquear al pueblo.

Continuará...

Ing. Nemen Hazim Bassa
San Juan, Puerto Rico
10 de mayo de 2012