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II.- ¡Pedro!

Pedro Martínez fue el lanzador abridor del Juego de Estrellas -el 13 de julio, en el Fenway Park, estadio de los Medias Rojas de Boston-, saliendo victorioso con dos brillantes entradas (sin hits ni carreras ni bases por bolas), ponchando 5 de seis bateadores a los que enfrentó (Barry Larkins, Larry Walker y Sammy Sosa en la primera entrada; y Mark McGwire abriendo y Jeff Bagwell cerrando en la segunda)

Pedro Martínez fue el lanzador abridor del Juego de Estrellas -el 13 de julio, en el Fenway Park, estadio de los Medias Rojas de Boston-, saliendo victorioso con dos brillantes entradas (sin hits ni carreras ni bases por bolas), ponchando 5 de seis bateadores a los que enfrentó (Barry Larkins, Larry Walker y Sammy Sosa en la primera entrada; y Mark McGwire abriendo y Jeff Bagwell cerrando en la segunda –que conste, ¡Sosa y McGwire estaban repletos de esteroides!-).

Obtuvo el premio Cy Young por decisión unánime (la totalidad de los 140 puntos provenientes de 28 votaciones al primer lugar -cada una equivalente a cinco puntos-), al ganar la Triple Corona (23 Victorias, 313 Ponches y 2.07 de Efectividad). Era su segundo Cy Young unánime; ya, en 1997, lo había conquistado mientras lanzaba para los Expos del Montreal, en la Liga Nacional. El tercero lo ganaría de la misma forma al año siguiente.

En la selección del Jugador Más Valioso, Pedro obtuvo 239 puntos (8 votaciones al 1er lugar), 13 por debajo de Iván Rodríguez, quien había recibido 252 puntos (7 votaciones al 1er lugar). Hubo una gran controversia por la forma en que se llevó a cabo esta votación: dos escritores (George King, del Nueva York Post, y Lavelle Neal, del Minneapolis Star Tribune) no consideraron a Pedro Martínez porque, según sus argumentos, ningún jugador saliendo al terreno cada 5 días podía tener los méritos suficientes para optar por el premio.

¡Increíble!… Pedro Martínez exhibe una de las más memorables temporadas para un lanzador y a estos dos imbéciles se les ocurre, con argumentos estériles, dejarlos fuera en una votación cuyas reglas estaban establecidas desde el año 1931, y con sobrados precedentes: Dennis Eckersley recibió el premio en 1992; Roger Clemens en 1986; Vida Blue en 1971; Bob Gibson en 1968; Denny McClain en 1967; Sandy Koufax en 1963…

Lo más impresionante no es siquiera lo que acabamos de señalar; el señor King, en la selección del Jugador Más Valioso en 1998, fue el único escritor que votó por Rick Helling, lanzador de los Rancheros de Texas, quien, aunque había obtenido 20 victorias, sólo había ponchado 164 y su efectividad había sido de… ¡4.41!

Lo que hicieron ambos periodistas al asumir semejante actitud fue “cambiar dramáticamente el curso de la historia” (palabras ajenas; recordamos haberlas leído de algún escritor, creemos de NESN –siglas en inglés de la Cadena de Deportes de Nueva Inglaterra-. Las tomamos y mostramos como una excelente explicación de lo sucedido).

Veamos los números de Justin Verlander, quien ganaría en 2011 ambos premios -Cy Young y MVP-, y hagamos una comparación con los que Pedro exhibió en la temporada de 1999.
- Verlander ganó 24 juegos, uno más que Pedro, pero perdió también uno más, por lo que el Porcentaje de Ganados y Perdidos de Pedro quedó por encima: 85.2% Vs. 82.8%;
- Su Efectividad (ERA) fue de 2.40 contra 2.07 de Martínez;
- Lanzó 251 entradas contra 213 y 1/3 de Pedro (37 y 2/3 más que Martínez);
- Permitió 24 jonrones… 9 le dieron a Pedro (15 por encima);
- Concedió 57 bases por bolas contra 37 que otorgó Pedro (20 más);
- Ponchó 250 bateadores... Pedro 313 (63 menos);
- Su Efectividad Ajustada+ (ERA+) fue de 170 contra 243 de Pedro (73 menos).
Debemos hacer ciertas explicaciones acerca de esta nueva estadística -Efectividad Ajustada+- que la mayoría no conoce, y que es, en la actualidad, la que con más precisión refleja el dominio de un lanzador. Ajusta la efectividad del mismo (ERA) de acuerdo con el estadio en el que lanza (que puede favorecer a los bateadores o, en su defecto, a los lanzadores) y la efectividad promedio de la liga. Encima de 100 puntos significa que el lanzador supera el promedio de la liga; debajo de 100, no alcanza dicho promedio.
- Su WHIP (Relación de Hits y Bases por Bolas a Entradas Lanzadas) fue de 0.920 -casi igual al de Pedro (0.923)-. [Esta estadística, también con un potencial enorme para medir el dominio de un lanzador, no es más que el resultado de la división de la suma de los hits permitidos y las bases por bolas otorgadas entre las entradas lanzadas].
- Su Relación de Ponches por 9 Entradas Lanzadas (SO/9IP) fue de 9 contra 13.2 de Pedro;
- Su Relación de Ponches a Bases por Bolas (SO/BB) fue de 4.39 contra 8.46 de Pedro Martínez.
Le presentamos al lector la siguiente tabla comparativa: la temporada de 1999 corresponde a Pedro Martínez y la del 2011 a Justin Verlander.
Continuará...

Ing. Nemen Hazim Bassa
San Juan, Puerto Rico
3 de abril de 2012