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III.- Análisis a la vil y despreciable respuesta de Félix Bautista...

A Félix bautista se le ha visto rodeado de innumerables “reinas y princesas” (¡“Don dinero” hace, en su caso, maravillas!), bebiendo Dom Pérignon y cerrando restaurantes y bares de “clase alta”; ha hecho no se sabe cuántas maestrías, especialidades y doctorados (ocupamos la dirección de las Escuelas de Ingeniería Eléctrica e Ingeniería Mecánica de una universidad del país por cinco años… sabemos cómo, personas con influencia, obtienen estos títulos)

En la declaración de bienes de 1996, al ingresar al gobierno de Leonel Fernández, “Félix Bautista presentó un patrimonio de sólo 547 mil pesos, y posteriormente, en 2010, al asumir la senaduría, presentó un patrimonio de 16 millones de pesos”, dice «Acento»; o sea, tuvo un incremento de cerca de 15 millones 450 mil pesos, que, en 14 años (los que cubre ese período de tiempo), representan un aumento anual cercano al millón, 104 mil pesos.

Si restamos los cuatro años de gobierno del PRD, en los que, aparte de estar preso, es muy poco lo que se conoce en términos productivos de dicho señor (perteneciente a la nueva clase que señala Colombo en una de sus últimas entregas, “la del Político Empresario, dispuesta a dominar plenamente el Sistema… ”), el incremento anual de su fortuna se eleva a un millón, 545 mil pesos, que al dividirse entre los doce meses que conforman un año refleja un aumento mensual neto de cerca de 130 mil pesos (no se incluyen gastos de mantenimiento y mejoras a la vivienda -o a las viviendas-, comida, transportación, salud, educación, vestimenta, recreación, fiestas y bebentinas, orgías y “obras de beneficencia”, que por los niveles de vida que se dan los nuevos ricos es de suponer que estén muy por encima de las obligaciones comunes y corrientes de cualquier acaudalado de estirpe -burgués u oligarca, en lenguaje marxista o boschista-, que podrían ascender, según informaciones muy precisas de allegados que encajan perfectamente dentro de estas clases, a cifras que oscilan entre los 450 y 550 mil pesos mensuales).

Para una persona a la que han visto rodeada, en un mismo lugar y al mismo tiempo, de innumerables “reinas y princesas” (¡“Don dinero” hace, en su caso, maravillas!), bebiendo Dom Pérignon y cerrando restaurantes y bares de “clase alta”; que ha hecho no se sabe cuántas maestrías, especialidades y doctorados (ocupamos la dirección de las Escuelas de Ingeniería Eléctrica e Ingeniería Mecánica de una universidad del país por cinco años… sabemos cómo, personas con influencia, obtienen estos títulos); que tiene tantas casas que se hace imposible ubicar en cuál de ellas duerme -según investigación hecha por una de las dos valientes mujeres que hacen periodismo responsable en la televisión dominicana-; en fin, para una persona cuyos gastos fijos mensuales alcanzan los 500 mil pesos (promedio de las cifras suministradas a quien suscribe para hacer realidad una vida “placentera y llena de emociones” como la que se da el senador) y que puede darse el lujo de ahorrar 130 mil pesos cada día 30, la entrada mínima como salario proveniente del Estado dominicano, que ha sido su único empleador durante todos los períodos de Leonel Fernández y el PLD, ha debido rondar los 700 mil pesos al mes, dando margen a los obligados imprevistos que surgen en el accionar de cualquier persona o familia.

¿Es ese el sueldo de quien durante 10 años fue la máxima cabeza de la Oficina de Ingenieros Supervisores de Obras del Estado? ¿Es ese el sueldo asignado por ley al cargo? Creemos que no. Y si no lo es, ¿de dónde salieron los recursos para ir creando fortuna que, por la forma en que ha subido, supera a los espaguetis Milano? Los números a los que hemos llegado están basados en las cifras que ha publicado Félix Bautista en la declaración de bienes que ha rendido tanto en 1996 como en el 2010, que todos sabemos son vulgares mentiras, más aún si ese país es uno al que le resulta indiferente lo que se haga con el dinero que llena las arcas del Estado y que sale del sudor de la frente de su gente.

De la declaración de 1996 no hay nada que objetar; todavía no había alcanzado su primer millón. Ahora, de la del 2010… ¡ni él mismo se lo cree!, y si se lo cree, debe explicar satisfactoriamente cómo, con un capital de trabajo muy por debajo de los 16 millones de pesos -que por tenerse referencia de su declaración de bienes ocho meses después del terremoto debe presumirse que no llegaba a esa cantidad y que, además, debe verse reducida sustancialmente al estar incluidas las utilidades muebles e inmuebles-, pudo obtener contratos de grado a grado, dada la emergencia que embargaba a Haití en un momento que los mismos haitianos bautizaron como “período especial”.

Los 16 millones de pesos que salen de la declaración de bienes de agosto del 2010 equivalían en ese momento a unos 415 mil dólares, cantidad que al restarle los ocho meses mencionados y las propiedades muebles e inmuebles de uso personal y familiar debe bajar a menos de 200 mil. Sin Haití de por medio, Félix Bautista enriqueció ilícitamente; con Haití, ese enriquecimiento no era significativo para recibir los contratos ascendentes a más de 300 millones de dólares.

Continuará...

Ing. Nemen Hazim Bassa
San Juan, Puerto Rico
17 de marzo de 2012