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II.- ¡Basta ya! ¡Balaguer no, Fernández Domínguez sí!

Joaquín Balaguer ha sido, después de Trujillo, el dominicano que más se ha ensañado con la juventud digna y comprometida con la patria, representada por revolucionarios y constitucionalistas que propugnaron por el verdadero respeto a la vida, por el libre juego de las ideas y por la conformación de una sociedad en la que el valor humano de cada componente fuese el eje principal en torno al cual debería plasmarse cualquier política de Estado.​..

Joaquín Balaguer ha sido, después de Trujillo, el dominicano que más se ha ensañado con la juventud digna y comprometida con la patria, representada por revolucionarios y constitucionalistas que propugnaron por el verdadero respeto a la vida, por el libre juego de las ideas y por la conformación de una sociedad en la que el valor humano de cada componente fuese el eje principal en torno al cual debería plasmarse cualquier política de Estado.

Balaguer representó siempre los peores intereses del pueblo dominicano. Se convirtió en un lacayo de la oligarquía nacional e internacional y, en muchas ocasiones, manifestó una simpatía irracional hacia los norteamericanos, dejando una extraña sensación que a veces lo encuadraba como un nacional de esas tierras pentagonistas, no como el jefe de Estado que debía velar por el bienestar de sus conciudadanos dominicanos. Su entreguismo fue tal que puso a disposición de un gobernante norteamericano su cargo de presidente, lo que no hizo a cambio de los miles de muertos que pesan sobre su hombro.

Joaquín Balaguer mató lo mejor de la juventud dominicana; dejó migajas para el futuro inmediato. El mejor ejemplo lo tenemos con la generación del relevo: entreguista, cobarde y con escuela parecida; los temores al ejercicio total de la administración en favor del pueblo dominicano dan pie a los gobiernos más corruptos, subordinados y permisivos que observa la historia política dominicana.

En el desarrollo de la noticia, además, sobresale la mediocridad del presidente de la Junta Central Electoral y los oscuros intereses que priman en lo que se plasma como una exposición pictórica de “figuras históricas nacionales”, encabezado que deja abiertas muchas puertas: la de Trujillo, que es una figura histórica, y la de Leonel Fernández, que es un “líder político contemporáneo”.

… La intención era que estas paredes vacías empezaran a estar ocupadas con cosas que nos ayudaran cada vez más a estar apegados a un pensamiento tan noble como el de Duarte y los trinitarios, el de Caamaño, el de José Francisco Peña Gómez, el de Balaguer, el de Bosch, el de Luperón, el de Manolo, que de alguna manera ofrendaron sus vidas porque este país se desarrolle, se fortalezca y sea una democracia ejemplar en las Américas”, señala el presidente de la Junta Central Electoral.

Dos enormes disparates hay en esas palabras del Sr. Rosario Márquez: el primero, cuando se refiere a las pinturas de los personajes históricos como “cosas” y, el segundo, cuando pone a Balaguer en el mismo plano que los patricios, los restauradores y los defensores de la dominicanidad y la institucionalidad, al decir que este asesino del pueblo, entreguista consuetudinario y pro yanqui, tiene “un pensamiento noble”.

Si muchos no lo recuerdan, el Dr. Balaguer mató a Amín Abel Hasbún, a Maximiliano Gómez, a Henry Segarra, a Guido Gil, a Otto Morales, a Homero Hernández, a Orlando Martínez, a Gregorio García Castro, a Sagrario Ercira Díaz, a Rafael Pérez Guillén, a Amaury Germán Aristy, a Bienvenido Leal Prandy, a Ramón Emilio Mejía (Pichirilo), a Orlando Mazara, a Flavio Suero, a Salomón Lama, a Rafael Vargas, a Virgilio Perdomo Pérez, a Ulises Cerón Polanco, a Florinda Soriano (Mamá Tingó), y a otros tres mil valiosos y buenos dominicanos, dentro de los que se encuentra el inmenso Coronel de Abril, Francisco Alberto Caamaño Deñó, y nos preguntamos, ¿cómo puede aparecer Joaquín Balaguer, criminal histórico de lo mejor de la dominicanidad, junto a Francisco Alberto Caamaño Deñó, a quien mandó a fusilar después de ser apresado vivo?

El oportunismo de Leonel Fernández y su enlodado “nuevo camino” han hecho posible semejante barbaridad, en el afán de que su figura comience a ser enmarcada junto a los más grandes dominicanos. En este país nuestro, desmemoriado por el arribismo y el oportunismo, los peledeístas fueron capaces de llevar a Juan Bosch a un pacto con el diablo el día que crearon la inmundicia que se llama Frente Patriótico, acción que pudieron concretizar gracias a que, ese ilustre dominicano, por ley natural de la vida, vivía la disminución de sus facultades racionales.

Hoy lo relanzan de nuevo, bajo la dirección de un Danilo Medina que asombra, que fue capaz de decir que el Estado lo derrotó pero que emerge ahora bajo el auspicio de los mismos que administran ese Estado; de un Danilo Medina que dice encarnar la figura de Juan Bosch, pero aliado a ladrones y criminales, en franca contradicción con los ejemplos del profesor Bosch, que prefirió no asistir a elecciones porque si ganaba se exponía, con lo que contaba y con las alianzas de los oportunistas sin gente, a salir inmortalizado como un corrupto cualquiera, tal y como sale hoy esa etérea figura que ha sido capaz de decir que deja construido un Nueva York chiquito, repleto de miseria, falta de educación y salud, desorden, corrupción, drogas, criminalidad y, lo que podría ser peor, un ejercicio de la simulación y del irrespeto por los valores morales y constitucionales que pone la patria de Duarte en la cima del estercolero.

Continuará...

Ing. Nemen Hazim Bassa
San Juan, Puerto Rico
1 de marzo de 2012