Usamos cookies para brindar un mejor servicio. OK Más información

VI.- ¡Basta ya! ¡Balaguer no, Fernández Domínguez sí!

Gracias, Arlette Fernández, por habernos cedido al más íntegro, digno e ilustre de los militares dominicanos. Gracias por habernos cedido el corazón y el alma del coronel Fernández Domínguez en esas expresiones que lo elevan a la inmortalidad de los grandes próceres. Algún día despertará este pueblo, sometido a una concienzuda ignorancia, establecida por los gobernantes corruptos e inmorales que lo han subyugado desde la fundación de la República...

Juan Bosch: “El día 19 (de mayo de 1965) recibí una llamada desde Santo Domingo y, con ella, la noticia de que el coronel Rafael Tomas Fernández Domínguez había muerto por balas norteamericanas. Para mí lo que había caído en tierra dominicana no era un hombre, era una estrella; y no lloré, no porque no me faltaron ganas, sino porque en las horas de la adversidad los hombres que tienen responsabilidades no pueden llorar. Rafael Tomás Fernández Domínguez no ha muerto y, como Simón Bolívar, muchos años después de su muerte, su nombre no cabe en América. El del extinto coronel traspasará los límites de la Patria. Cuando estalló la Revolución el 24 de abril de 1965, Fernández Domínguez se encontraba en Chile, trasladándose inmediatamente a San Juan, Puerto Rico donde se puso a hacer gestiones para conseguir un avión que nos trajera a los dos al país. No fue posible conseguir ese avión pero un mes después Fernández Domínguez viajo a Santo Domingo en un avión de la Fuerza Aérea Norteamericana, no sin antes resistirse, alegando que no debía hacerlo porque se trataba de un avión de los invasores. Le dije, -coronel, usted es militar, y usted sabe que cuando se está en guerra y hay posibilidad de utilizar al enemigo para derrotarlo, debe aprovecharse. Cinco días después murió en el ataque al Palacio Nacional”
Gracias, Arlette Fernández, por habernos cedido al más íntegro, digno e ilustre de los militares dominicanos. Gracias por habernos cedido el corazón y el alma del coronel Fernández Domínguez en esas expresiones que lo elevan a la inmortalidad de los grandes próceres. Algún día despertará este pueblo, sometido a una concienzuda ignorancia, establecida por los gobernantes corruptos e inmorales que lo han subyugado desde la fundación de la República, y que han sido los más.

¡Basta ya de las dobles verdades, de las inmoralidades y de la inversión de valores que quieren aplicar al juicio supremo de nuestros verdaderos próceres! ¡Balaguer no puede estar junto a Bosch, Peña Gómez, Manolo, Caamaño, Duarte, Sánchez, Mella y Luperón! ¡El coronel Fernández Domínguez, “Soldado del Pueblo y Militar de la Libertad”, sí debe estar junto a nuestros grandes hombres!

Quien ignora la verdad es un iluso, pero quien sabiendo la verdad la llama mentira, es un delincuente” (Bertolt Bretcht, influyente dramaturgo y poeta alemán del siglo XX).

Fin...

Ing. Nemen Hazim Bassa
San Juan, Puerto Rico
4 de marzo de 2012