III.- Soldado del Pueblo y Militar de la Libertad: ¡al Panteón Nacional!
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El golpe de Estado se consumó el 25 de septiembre de 1963, apenas tres días después del coronel Rafael Fernández Domínguez haber retornado al país, junto a Héctor Lachapelle Díaz y otros oficiales comprometidos con el movimiento. El mismo no fue un producto exclusivo de San Isidro: Kennedy y la CIA fueron protagonistas de primer orden al patrocinar una guerrilla, en suelo dominicano, contra el gobierno haitiano, sin que lo supiera el jefe del Estado dominicano.
Al Bosch exigir una investigación a la Organización de Estados Americanos -el 23 de septiembre-, comprometía de manera contundente la imagen de los Estados Unidos, los que, "de haber ordenado la ejecución de una violación tan escandalosa de las normas que gobiernan las relaciones entre los Estados y sus jefes", se verían envueltos en un escándalo del que "iba a salir muy mal parado el prestigio de John F. Kennedy". Para salvarlo, se derrocaría el legítimo gobierno que el país se había dado por voluntad mayoritaria del pueblo dominicano, hecho que conduciría a eventos de igual o mayor trascendencia.
El día 24 en la noche Juan Bosch habló con el coronel Fernández Domínguez y le informó lo que estaba sucediendo. Le pedía, mientras se dirigía al Palacio Nacional, que movilizara los oficiales en los que él confiaba, "que no iba a ir a ningún otro sitio, que no me asilaría en ninguna embajada, que en el Palacio Nacional estaría, vivo o muerto, esperando que él actuara".
Pero todo ocurrió con demasiada prisa. A las dos de la madrugada estaba consumado el golpe, para el que se habían conjugado ciertas coincidencias:
Muy poco tiempo llevaba en el país el coronel Rafael Tomás Fernández Domínguez; por tanto, cuanto más rápido se violentara la Constitución, menos oportunidad había para planificar y organizar acción alguna con los pocos militares confiables y, de esta forma, poder impedir la materialización del golpe de Estado.1.- El regreso al país, tres días antes, del coronel Fernández Domínguez, quien había sido "enviado a conocer nuevas técnicas militares" en algunos países de América del Sur (mientras estuviese fuera, la oligarquía criolla y la CIA podían tomarse su tiempo en la planificación del crimen que se cometería contra la nación; con su presencia, se aceleraba el mismo).
2.- La invasión abierta a Haití, desde territorio dominicano, por parte de León Cantave y los guerrilleros que lo acompañaban, quienes venían operando en territorio dominicano desde finales de mayo de 1963 sin el consentimiento de Juan Bosch, presidente de la República y comandante en jefe de las Fuerzas Armadas...
3.- La foto del exgeneral haitiano que el "El Caribe" hizo pública -primera que aludía sus incursiones-, tomada cuando descendía de un avión militar dominicano, que sirvió al profesor Bosch para hacer la siguiente deducción: "cuando vi a aquel hombre tan bien vestido, con dos maletines en la mano, me di cuenta inmediatamente de que él había partido hacia Haití desde territorio dominicano... En ese momento me di cuenta de que se me había estado engañando...".
4.-El cable o la llamada telefónica del ministro Héctor García Godoy al embajador dominicano ante la OEA, el 24 en la noche, que "fue lo que determinó el golpe de Estado... ". La Embajada americana en el país, que intercepta todas las comunicaciones, conoció por esta vía el contenido de la conversación, y optó por implementar el plan que venía elaborando con los gorilas dominicanos.
Estas palabras -en el contexto real- indican, con mucha claridad, que la premura no había permitido incrementar el número de contactos; aun así, el coronel Fernández Domínguez se ofreció, con otros doce héroes, a defender la constitucionalidad, en un gesto que lo elevaría por encima de los hombres comunes.
"Señor presidente: estamos listos para asaltar el Palacio Nacional. Somos doce oficiales nada más, pero cumpliremos con nuestro deber. Pedimos, sin embargo, que se le informe al Partido Revolucionario Dominicano a fin de que desate una huelga general"
Por eso envió al presidente Bosch esas hermosas palabras que la historia tendrá que preservar para siempre, que les fueron entregadas por la esposa del ministro Silvestre Alba de Moya en las primeras horas de la mañana del 25 de septiembre... pero ya el presidente estaba preso.
Continuará...
Ing. Nemen Hazim Bassa
San Juan, Puerto Rico
20 de noviembre de 2011