II.- La baja pequeña burguesía y el neotrujillismo...
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Quizás lo expresado anteriormente por el legislador sea posible. El verdadero problema radica en que el Sr. Guerrero había afirmado que nunca estuvo en algún lugar público junto a Ramfis Domínguez Trujillo. Sin embargo, el periódico El Caribe del 10 de noviembre del 2010, con una foto, demostró lo contrario.
Lo que se desprende de este escenario es que el legislador tiene que haber sido sobornado por "aquellos millones" robados al Estado dominicano por algunos miembros de la familia Trujillo, y que hoy utiliza Ramfis Domínguez Trujillo, nieto del tirano e hijo de Angelita, para tratar de canonizar al criminal más grande que ha dado la patria de Duarte.
¿Es fortuito este intento de resucitar la tiranía? No, es el producto de una operación en curso que ha tenido expresiones de apoyo, sobre todo cuando el escaso desarrollo académico, cultural y sociopolítico de la baja pequeña burguesía le proporciona el hábitat natural para su crecimiento. Ya sea por la exhibición, por la exposición o por la venta de conciencia, este sector de la población -diseminado prácticamente en todos los países del planeta- le sirve a la oligarquía, criolla y extranjera, para la realización de los trabajos más sucios que puedan darse dentro del funcionamiento de una sociedad.
Precisamente por ese comportamiento de la baja pequeña burguesía es que no debe permitirse nunca la más mínima muestra de asomo del neotrujillismo. En España existe una ley llamada "Ley de Memoria Histórica" que prohíbe los símbolos franquistas en los edificios y espacios públicos, salvo cuando concurran razones artístico-religiosas. Alemania y Rusia proscriben las alusiones -museos, bustos, estatuas- a Hitler y a Stalin respectivamente (dos criminales de la misma calaña que Trujillo). Los tres países poseen grados de desarrollo y niveles de educación muy por encima de los de República Dominicana, con una baja pequeña burguesía prácticamente inexistente en sus capas pobre y muy pobre, como corresponde a sociedades normales, y aún así tratan de evitar los resurgimientos de los males que provocan las dictaduras.
El diputado Leivin Guerrero, además de actuar como un pequeño burgués, actuó como lo hacen algunos perredeístas: como un buen discípulo de aquel "astro con luz propia" que terminó dirigiendo los destinos del Partido Revolucionario Dominicano cuando Juan Bosch lo abandonó. Peña Gómez enseñó a muchos de sus correligionarios a actuar bajo las emociones, dentro de las que también se cuentan las producidas por el dinero.
Los perredeístas, en un gran número, amanecen un día revolucionarios e izquierdistas, y el siguiente amanecen derechistas recalcitrantes. No debe sorprenderse nadie con esta acción; lo raro hubiese sido que la procedencia del diputado Guerrero estuviese en otra parcela política. "Otro tanto puede decirse del Partido Revolucionario Dominicano, fundado para dirigir la lucha contra la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo, que al llegar al poder 40 años después de fundado salió del Palacio Nacional dejando tras sí la fetidez propia de todo lo que se corrompe", diría Juan Bosch en 1988 al advertir a los lectores de Póker de Espanto en el Caribe que desde que el libro se terminó de escribir -en Santiago de Chile en abril de 1955-, hasta su publicación por la Editora Alfa y Omega -en Santo Domingo en 1988- habían transcurrido 33 años, tiempo más que suficiente para que sus criterios acerca de personas y acontecimientos cambiaran, o por sus ideas o por la transformación en la conducta de hombres o instituciones políticas.
Continuará...
Ing. Nemen Hazim Bassa
San Juan, Puerto Rico
20 de noviembre de 2010