II.- ¿Es Leonel Fernández discípulo de Juan Bosch?
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Los niveles medio y alto de la pequeña burguesía son los máximos a los que normalmente aspira un bajo pequeñoburgués en la división de clases de la burguesía. El salto natural a la capa siguiente, que es la burguesía, nunca lo da el pequeñoburgués -o casi nunca-; sólo la acumulación de dinero es lo que importa; ser 'rico' es su máxima ambición. En muy, pero muy contadas excepciones, un pequeñoburgués de capa alta dispone de los medios de producción para comprar mano de obra y generar riqueza, lo que lo llevaría al escalón máximo: la burguesía.
Es por eso por lo que los pequeñoburgueses terminan aliándose a la oligarquía (Iglesia, Sector Financiero, Fuerzas Armadas, Embajada USA, Importadores, Hacendados...), la que los usa a su conveniencia a cambio de proporcionarles "exhibiciones y apariencias" en actividades sociales en las que nunca imaginaron podrían participar. El oligarca rancio, 'de estirpe' (o 'de primera', como comenzó llamándole Juan Bosch antes de conocer el marxismo), desprecia a este "sapo" de las clases sociales, pero lo usa desde la presidencia hasta cualquier otro cargo de menor jerarquía, siempre en beneficio de sus intereses. [Sólo por el cargo, aun sin contar con los "recursos" (?) para estar en la capa alta de la pequeña burguesía, Leonel Fernández forma parte de ella, pero hay más: el Dr. Fernández ha pasado a sustituir a Joaquín Balaguer como representante de la oligarquía; sin ser un oligarca representa los intereses de esa clase (caso similar al de Balaguer), que subyuga al pueblo con la anuencia y el respaldo entusiasta de los mismos sapos].
Cuando Juan Bosch abandonó el PRD y fundó el PLD lo hizo con conocimiento cabal de esta realidad. Por eso el PLD, desde sus inicios, fue concebido como un partido de militantes -como un partido de organismos-, no como un partido de personas, puesto que esta era "la manera de asegurarle a cada miembro del PLD que el partido hijo del PRD no acabaría siendo igual a su padre-madre" (Ibíd.).
La experiencia que le ofreció el PRD llevó a Juan Bosch a buscar fuentes de inspiración en patrones de comportamiento exhibidos por la "iglesia católica y los ejércitos", orientados a la formación de una organización que pudiese agrupar militantes "dedicados a luchar en el orden político para resolver los problemas del pueblo dominicano, no los suyos personales..." (Ibíd.).
El PLD se fundó como una negación al PRD; mientras Juan Bosch se mantuvo al frente del mismo -con su instinto fiscalizador de los métodos de trabajo, organización y disciplina-, funcionó como una maquinaria perfecta, como una escuela filosófica... como una verdadera escuela política; si hubiese perdurado a través del tiempo, quizás estuviésemos recogiendo los frutos (y que no se use como argumento que para ganar las elecciones había que cambiar las estructuras del partido -de uno de cuadros a uno populista-, pues para muestra basta el botón del 1990: o las elecciones se ganaron por votos, aunque fueron saqueadas por Joaquín Balaguer y su recua, o se perdieron por muy pocos como argumenta Víctor Grimaldi. El hecho es que, como partido de cuadros, el PLD demostró que para alcanzar el poder no tenía que convertirse en una letrina igual a las tradicionales).
Pero la escuela fue negada, fue saboteada, de la misma forma que el maestro... y los orígenes de la negación y el sabotaje no son recientes; datan de los días posteriores a las elecciones del 1990... del protagonismo que comenzó a ejercer la trilogía Fernández - Montás - Bengoa en el PLD, que se encargó de anular las acciones que Juan Bosch había decidido tomar, junto al pueblo, de lanzarse a las calles a luchar por el respeto a la voluntad popular expresada en las urnas (las acciones derivadas de este evento provocaron la salida de Vicente Bengoa del PLD).
Desde esta nueva plataforma -las elecciones del 1994-, el discipulado dejaba ver ya las intenciones de llegar al poder al margen de toda influencia boschista; y el non plus ultra de los descaros se dio con aquella firma del Frente Patriótico, engendro diseñado maquiavélicamente para una segunda vuelta en unas elecciones anticipadas (mayo 16 y junio 30 de 1996), fruto de los acuerdos generados por el nuevo fraude que ejecutaron Joaquín Balaguer y su misma recua contra el doctor José Francisco Peña Gómez y el PRD en esos comicios.
El esquema estaba al borde de su aparición con el triunfo de Leonel Fernández en esa segunda vuelta y la selección de los miembros del gabinete, misma que, de acuerdo con el Comité Político, "quedaba a discreción del presidente".
De ahí para acá, las acciones concretas -al tenor del maestro- brillan por su ausencia, dentro de lo que se debería conocer como el mayor fraude en la historia de la República Dominicana: la formación de oportunistas en una escuela política -que garantizaba mejores condiciones de vida para los dominicanos, respeto a sus instituciones, soberanía nacional, y un futuro promisorio con la implementación de una educación integral y moderna al margen de consideraciones presupuestarias-, con la única finalidad de saquear a un pueblo ignorante, que le proporciona las herramientas, con su conformismo, para que el Comité Político del PLD sea hoy un núcleo alto pequeñoburgués/oligárquico (ni son obreros ni son burgueses, y los millones que poseen los tienen depositados en bancos locales y en el exterior; son ricos, dañinos a la sociedad, y por tanto actúan como oligarcas... ¡sin tener noción de lo que hacen!... el boschismo lo han usado para pasárselo por donde no les da el sol) con las más abultadas cuentas bancarias del país, provenientes del robo al erario y del tráfico de influencias, drogas, armas, ciudadanos extranjeros y mujeres para la prostitución.
Continuará...
Ing. Nemen Hazim Bassa
San Juan, Puerto Rico
17 de octubre de 2011