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Completo.- La baja pequeña burguesía y el neotrujillismo...

A 50 años de las hermanas Mirabal haberse convertido en símbolo del ideal libertario. ¡LAS HERMANAS MIRABAL MERECEN EL RESPETO Y LA ADMIRACIÓN DE TODOS LOS DOMINICANOS POR SU SACRIFICIO EN ARAS DE LA LIBERTAD DE LA PATRIA!

La baja pequeña burguesía y el neotrujillismo​. ¡LAS HERMANAS MIRABAL MERECEN EL RESPETO Y LA ADMIRACIÓN DE TODOS LOS DOMINICANOS!
El neotrujillismo: capítulo en ciernes de la baja pequeña burguesía

En innumerables ocasiones hemos explicado el comportamiento del bajo pequeño burgués. Hemos hecho una recopilación, lo más condensada posible, de nuestras exposiciones y las del profesor Juan Bosch -el más notable de los dominicanos de todo el siglo XX-, y a continuación las mostramos, con la finalidad de comenzar este artículo con las herramientas necesarias para el análisis de lo que nos hemos propuesto en el mismo.
«El pequeño burgués de las capas baja, baja pobre y baja muy pobre, cuando adopta una definición ideológica, la alimenta con sentimientos y emociones que lo empujan a "destacarse socialmente", a "escalar posiciones que lo distingan"; sólo le interesa darse a conocer y nada más.

«Las capas bajas de la pequeña burguesía se nutren del campesino que llega a las ciudades, que, por sus condiciones materiales de existencia, es ideológicamente burgués. De ellas sale tanto el guardia y el policía como el activista político, que vota convirtiendo ese acto en una inversión que, cree él, conoce muy bien el candidato por el cual sufragó. Está totalmente convencido de que el voto que emitió fue el que hizo presidente de la República a su candidato y que este también lo cree, por lo que espera una "retribución material" a cambio.

«La conducta de la baja pequeña burguesía está regida por el afán desmedido de escalar sectores o capas superiores sin miramientos, haciendo cuanto este a su alcance para lograr, siempre en el plano personal, los lujos o formas de convivencia atípicos en una sociedad atrasada.

«En su movilización a otros horizontes, la baja pequeña burguesía ha arrastrado hábitos y patrones de comportamiento similares a los que la sustentan en la patria de origen, pero al mismo tiempo ha desarrollado "otras virtudes"; por ejemplo, la de engendrar seudo defensores que claman por respeto a la comunidad, con el único fin de generar riquezas y permitirse el salto de la capa en que se encuentran a capas superiores.

«El bajo pequeño burgués hace lo impensable para subir en la escala social: miente, roba, inventa chismes, mata, traiciona; a su madre critica si le da la espalda; se cree amigo personal de militares y funcionarios que no conoce; 'sabe de todo', calumnia, fabula; repite lo que oye y lee sin constatarlo y su alma vende, al diablo de ser necesario, por la obtención y exhibición de bienes materiales. De él se puede esperar cualquier atrocidad sin importar la magnitud de la misma; es responsable -por los millones de iguales- de la sociedad que existe y ha existido siempre en la República Dominicana; de los interminables gobiernos de Pedro Santana, Buenaventura Báez, Ulises Heureaux, Rafael Trujillo, Joaquín Balaguer, Leonel Fernández y -parece que, por el trabajo sucio que realiza, en un futuro no muy lejano- algún otro Trujillo
».
¿Por qué concluimos diciendo que la baja pequeña burguesía será responsable de algún otro Trujillo? Pues sencillamente por los eventos que se están dando en los lugares que agrupan enormes cantidades de dominicanos (incluyendo República Dominicana, obviamente), en los que la misma se convierte en un extraordinario sector manipulable para la materialización de los objetivos que persiguen algunos familiares del finado dictador y los que se beneficiaron de los cientos de millones de dólares que les fueron extraídos al Estado dominicano con la desaparición del régimen de facto.

República Dominicana acaba de vivir un peligroso episodio con el planteamiento hecho por el diputado por el Partido Revolucionario Dominicano -provincia de San Cristóbal-, dirigido a la construcción de un museo de la Era de Trujillo. El Sr. Leivin Guerrero retiró el proyecto de Ley y señaló que "su intención fue tergiversada y mal interpretada". En una intervención en la cámara baja, el legislador aclaró que "su propósito no era resaltar la figura ni la era de Trujillo, sino destacar el sentido histórico y cultural de la época". Expresó que no es trujillista ni tiene razón para serlo, porque nunca vivió la época ni hay nada que lo una a ella...

Quizás lo expresado anteriormente por el legislador sea posible. El verdadero problema radica en que el Sr. Guerrero había afirmado que nunca estuvo en algún lugar público junto a Ramfis Domínguez Trujillo. Sin embargo, el periódico El Caribe del 10 de noviembre del 2010, con una foto, demostró lo contrario.

Lo que se desprende de este escenario es que el legislador tiene que haber sido sobornado por "aquellos millones" robados al Estado dominicano por algunos miembros de la familia Trujillo, y que hoy utiliza Ramfis Domínguez Trujillo, nieto del tirano e hijo de Angelita, para tratar de canonizar al criminal más grande que ha dado la patria de Duarte.

¿Es fortuito este intento de resucitar la tiranía? No, es el producto de una operación en curso que ha tenido expresiones de apoyo, sobre todo cuando el escaso desarrollo académico, cultural y sociopolítico de la baja pequeña burguesía le proporciona el hábitat natural para su crecimiento. Ya sea por la exhibición, por la exposición o por la venta de conciencia, este sector de la población -diseminado prácticamente en todos los países del planeta- le sirve a la oligarquía, criolla y extranjera, para la realización de los trabajos más sucios que puedan darse dentro del funcionamiento de una sociedad.

Precisamente por ese comportamiento de la baja pequeña burguesía es que no debe permitirse nunca la más mínima muestra de asomo del neotrujillismo. En España existe una ley llamada "Ley de Memoria Histórica" que prohíbe los símbolos franquistas en los edificios y espacios públicos, salvo cuando concurran razones artístico-religiosas. Alemania y Rusia proscriben las alusiones -museos, bustos, estatuas- a Hitler y a Stalin respectivamente (dos criminales de la misma calaña que Trujillo). Los tres países poseen grados de desarrollo y niveles de educación muy por encima de los de República Dominicana, con una baja pequeña burguesía prácticamente inexistente en sus capas pobre y muy pobre, como corresponde a sociedades normales, y aún así tratan de evitar los resurgimientos de los males que provocan las dictaduras.

El diputado Leivin Guerrero, además de actuar como un pequeño burgués, actuó como lo hacen algunos perredeístas: como un buen discípulo de aquel "astro con luz propia" que terminó dirigiendo los destinos del Partido Revolucionario Dominicano cuando Juan Bosch lo abandonó. Peña Gómez enseñó a muchos de sus correligionarios a actuar bajo las emociones, dentro de las que también se cuentan las producidas por el dinero.

Los perredeístas, en un gran número, amanecen un día revolucionarios e izquierdistas, y el siguiente amanecen derechistas recalcitrantes. No debe sorprenderse nadie con esta acción; lo raro hubiese sido que la procedencia del diputado Guerrero estuviese en otra parcela política. "Otro tanto puede decirse del Partido Revolucionario Dominicano, fundado para dirigir la lucha contra la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo, que al llegar al poder 40 años después de fundado salió del Palacio Nacional dejando tras sí la fetidez propia de todo lo que se corrompe", diría Juan Bosch en 1988 al advertir a los lectores de Póker de Espanto en el Caribe que desde que el libro se terminó de escribir -en Santiago de Chile en abril de 1955-, hasta su publicación por la Editora Alfa y Omega -en Santo Domingo en 1988- habían transcurrido 33 años, tiempo más que suficiente para que sus criterios acerca de personas y acontecimientos cambiaran, o por sus ideas o por la transformación en la conducta de hombres o instituciones políticas.

Para explicar cómo actuaba el Dr. Peña Gómez, y por consecuencia muchos de sus discípulos, debemos hacer un paréntesis en el análisis planteado. Se hace obligatorio comentar la clandestinidad de los líderes más importantes del PRD en 1973 -antes de la salida de quien había sido el símbolo de la agrupación desde su fundación en el exilio en 1939 y cuyo objetivo primordial se convertiría en la lucha contra la tiranía de Trujillo-, y una descripción que Juan Bosch hace, en una entrevista concedida al extraordinario periodista dominicano Víctor Grimaldi los días 21 y 22 de noviembre de 1977 -que se encuentra publicada íntegra en "Tribuna de Nemen Hazim" -, sobre José Francisco Peña Gómez y los perredeístas.

Decimos que se hace obligatorio, pues le facilita al lector comprender el comportamiento y las eternas desviaciones de una gran cantidad de perredeístas que en la actualidad fungen como marionetas pagadas al servicio del neotrujillismo, cuando la agrupación que los cobija se creó, en el exilio, con la finalidad de combatir a Trujillo y su régimen despótico.
En la clandestinidad -por la presencia de la guerrilla de Caamaño-, mientras Juan Bosch pedía organización y unión para luchar contra los enemigos de la Patria, y lucha al frente y en el seno del pueblo; mientras Bosch pedía que se respetara su vida y la del Dr. Peña Gómez, el flamante Secretario General del PRD se mantenía enviando cartas a la Agencia Internacional para el Desarrollo (AID) -cuyo jefe lo era al mismo tiempo de la CIA-, a la vez que recibía los mimos de Michela, una francesita que "dulcificaba la dureza de su clandestinaje". La comunicación con "sus amigos" de Washington (como gustaba llamarle a los funcionarios norteamericanos) la establecía a través de Jacobo Majluta y el jefe de la CIA en el país, y al mismo tiempo se mantenía ofreciendo declaraciones a la prensa como si fuera él el líder del partido. Para esto contaba con el respaldo de los altos funcionarios norteamericanos, quienes le habían prometido el liderazgo del PRD si trabajaba para ellos, en respuesta "a lo difícil que resultaba la comunicación con Juan Bosch".
Esa "virtud" Peña Gómez la transmitió a su heredad; un día amanecía amigo de los americanos y al siguiente llamaba al pueblo a luchar contra el imperialismo (¡Y asumimos que no era el soviético!). Apoyaba la guerrilla de Caamaño, antiimperialista, pero a la vez se escribía con sus amigos "los americanos", contra quienes realmente se establecía la lucha guerrillera, pues eran los artífices de los gobiernos represivos de derecha.

Diría Juan Bosch, en la entrevista que le realizara Víctor Grimaldi:
"...El PRD no es un partido de militantes y por esa razón sus miembros no tienen determinada posición política sino que son perredeístas de manera emocional".
A la gran masa de ese partido se le dirige por radio, y Peña Gómez tiene buena voz para un micrófono, no importa lo que diga; lo importante es que la voz salga por la radio con tonos que alteren la emocionalidad del oyente.

Peña Gómez era fácil de manejar por Washington debido a su doble personalidad, que es la de una persona que desea ser reconocida como revolucionaria por la gente del pueblo y por los sectores de izquierda pero que necesita al mismo tiempo ser halagada por la gente de poder, sea ese poder económico o político. Peña vive constantemente esas dos vidas opuestas... Esa oscilación perpetua entre izquierda y derecha ha sido propia de él y de la capa social a la cual pertenece... El pequeño burgués se tambalea como el maromero equilibrista que camina por un alambre, y cuanto más fino es el alambre más inseguro se siente y más se mueve de un lado para otro... Su caso no es de tipo sicológico, a la manera en que ven las cosas los sicólogos norteamericanos o ingleses. Los problemas de Peña se originan en su posición de clase. Peña es un típico bajo pequeño burgués de origen pobre que tiene necesidad violenta de ascender socialmente, y esa necesidad de ascender se le complica con su color, que él aborrece...

Peña Gómez... encontró abierta la vía de la política, en la que no tenía que hacer esfuerzos de ninguna especie porque "la política en el PRD se hacía hablando ante un micrófono... Su posición de clase lo hacía íntimamente débil porque se sentía atraído por la oligarquía y su vida de lujos y placeres, pero a la vez necesitaba el aplauso de la juventud y para eso tenía que presentarse como partidario de las izquierdas...". Conocidos los comportamientos de la baja pequeña burguesía y de un gran número de los perredeístas, podrá asumir el lector que lo que se deriva de esta conjunción sobrepasa por mucho los daños que ocasionara la primera bomba atómica que se lanzara sobre seres humanos en Hiroshima el 6 de agosto de 1945. Los daños ocasionados en Hiroshima serían superados gracias a la voluntad de hacer cosas de los japoneses, seres humanos venidos a este mundo a engrandecer la humanidad.

Los daños ocasionados por el perredeísmo peñagomista en una sociedad eminentemente bajo pequeño burguesa no tienen forma de reponerse. Entre el PRD y la sociedad dominicana parece no haber diferencias: o el PRD da origen a la sociedad, o la sociedad engendra al PRD. La perspectiva de un nuevo Trujillo en el poder -y decimos un nuevo Trujillo; no hablamos de un nuevo dictador con otro apellido-, está siendo fomentada por "los que dejaron tras de sí la fetidez propia de todo lo que se corrompe".

La señora Angelita Trujillo se presentó en varias ciudades fuera de la República Dominicana para poner en circulación su libro "Trujillo, mi padre en mis memorias", y la mayoría de los que asistieron pertenecía al Partido Revolucionario Dominicano. De Miami y de Nueva York las evidencias sobran, y de aquí, de San Juan -Puerto Rico-, ni hablar. No conocemos uno solo de los que asistieron -en ningún lugar del mundo- a la puesta en circulación del libro que lo haya leído o haya comentado, ni para bien ni para mal; lo único que importaba era asistir a una actividad que le permitiría tener una exposición que jamás soñaron en sus vidas, en la que hasta podrían conversar con la realeza, condición de vida con la que se crió la protagonista del revuelo trujillista.

El poco conocimiento político de muchos de los integrantes de la baja pequeña burguesía perredeísta no le permite ver lo que se esconde detrás de estas actividades neotrujillistas, y la casi inexistente base académica e intelectual los convierte en activistas partidistas que hacen totalmente lo contrario a la razón de ser de la agrupación que los parió.
No es raro escuchar la baja pequeña burguesía perredeísta alabar a Trujillo o cantar sus merengues, y a seguidas verla disfrutar de una canción de Silvio Rodríguez o de Mercedes Sosa, artistas muy definidos en la orientación de sus canciones;

No es raro escucharla argumentar -en su lucha partidista actual por la toma del poder- que Leonel Fernández viola la Constitución de la República y que Trujillo nunca lo hizo;

No es raro escuchar a unos cuantos "traumados" mentales de la baja pequeña burguesía perredeísta igualar los asesinatos políticos y raciales del tirano con los crímenes que se dan hoy en la sociedad dominicana -producto de la violencia que generan las drogas-, y que adjudican al mandatario de turno;

No es raro escuchar a estos lumpemproletariados repetir como gallaretas los disparates que los enemigos de Juan Bosch inventan para difamarlo y calumniarlo;

No es raro oír del pequeño burgués perredeísta acusaciones contra el mandatario de turno por sus relaciones con el "comunista" Chávez -y con Venezuela-, y a los pocos minutos escucharle interpretar las canciones de Los Guaraguao;

No es raro escucharle pronunciar loas al régimen despótico de Trujillo y a seguidas oírlo cantar composiciones que aluden el heroísmo de Francisco Alberto Caamaño;

No tiene nada de extraño escuchar a la baja pequeña burguesía perredeísta decir, en su gestión alabadora de la tiranía, que Trujillo no fue quien gobernó en aquellas administraciones en las que ejercieron los presidentes fantoches Jacinto Peynado, Joaquín Balaguer, Manuel Troncoso de la Concha y Héctor Bienvenido Trujillo;

No es raro escucharla decir que las hermanas Mirabal no fueron vilmente asesinadas por el personaje de peor calaña que ha parido la tierra dominicana;

No es raro oírla, dentro de su mismo partido, detractar la figura de un precandidato a la presidencia por su parentesco con la familia Trujillo, y al mismo tiempo escucharla defender con soberbia la dictadura del terror, de los asesinatos, del robo burdo al erario público, de las violaciones de niñas y del exterminio de haitianos;

No es raro escuchar al pequeño burgués perredeísta defender el lado podrido del trujillismo, con Angelita a la cabeza, sin conocer siquiera el nivel intelectual, el valor, la determinación y la convicción de Aída Trujillo, nieta del dictador y vanguardista del juicio al papel político que desempeñó la tiranía;

No es raro ver muchos integrantes de la baja pequeña burguesía perredeísta plagiar el intelecto ajeno y escucharlos hablar como si sus pequeños cerebros tuvieran derecho de autor...
Así funcionan algunos perredeístas de la baja pequeña burguesía. No es de dudar, por su conducta, que unos pocos hayan llegado al extremo de recibir "remuneraciones" y financiamiento para fungir como voceros del neotrujillismo. A esta actividad se "dedican -y dedicaban, pues algunos han muerto-" los hijos no reconocidos por el sátrapa, en lugares donde la concentración de dominicanos es significativa: Miami, Nueva York, Boston, San Juan -Puerto Rico- y Santo Domingo (obvio). Incluso mucho se ha hablado de la probable participación de dos o tres desaguisados en el campo del espionaje, mejor conocido en el lenguaje del pueblo dominicano como "caliesaje".

Estos perredeístas de la baja pequeña burguesía, por el protagonismo que juegan en la sociedad -sobre todo en los núcleos en los que ejercen influencia-, y por su "sabelotodismo", son los que se convierten en el caldo de cultivo para el surgimiento del neotrujillismo. Identificarlos en cualquier parte del mundo es muy fácil: sólo hay que escucharlos... ¡LAS HERMANAS MIRABAL MERECEN EL RESPETO Y LA ADMIRACIÓN DE TODOS LOS DOMINICANOS POR SU SACRIFICIO EN ARAS DE LA LIBERTAD DE LA PATRIA!

Ing. Nemen Hazim
San Juan, Puerto Rico
25 de noviembre de 2010