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PLD y PRD: silencio ante la reelección...

Artículo 124: reelección y silencio. Tanto el PRD como Danilo -que representa la segunda fuerza política en el PLD, después de Leonel Fernández- serán sometidos a severos cuestionamientos; ambos, en un momento histórico, debieron ser aliados naturales en la configuración de una Constitución que no permitiese la reelección (en última instancia, dejar la anterior como estaba)

El silencio impera en el liderato político de la República Dominicana: de él participan, aunque con fines muy distintos, los dos partidos mayoritarios.

En un correo electrónico que le fue enviado por quien suscribe al periodista Juan Bolívar Díaz el seis de este mes, y del que circulamos una copia entre otros periodistas, ingenieros, profesores universitarios, médicos, abogados –amigos y familiares-, decíamos que el Artículo 124 no es un obstáculo para que el Dr. Leonel Fernández postule para una nueva reelección en las elecciones del 2012. Muchos dominicanos, por despreocupación o por ignorancia, desconocen la Constitución que los rige, y comparten el silencio de los partidos Revolucionario y de la Liberación.

El Artículo 124, que es el único en la Constitución del 26 de enero de 2010 que reglamenta la reelección, reza como sigue:
Elección presidencial. El Poder Ejecutivo se ejerce por el Presidente de la República, quien será elegido cada cuatro años por voto directo y no podrá ser electo para el período constitucional siguiente.
Este artículo -que como dijimos es el único que regula la reelección presidencial-, expresa lo siguiente:
El candidato electo Presidente en las elecciones del 2012 no podrá aspirar para el período constitucional siguiente (2016 - 2020) –o sea, no podrá participar en las elecciones del 2016-.
La proactividad de dicho artículo, aunque muy clara, se ratifica con el Artículo 110...
Irretroactividad de la ley: La ley sólo dispone y se aplica para lo porvenir. No tiene efecto retroactivo sino cuando sea favorable al que esté sub júdice o cumpliendo condena…
Conocemos de alguien que sabe perfectamente lo que acabamos de decir, y a quien hoy entendemos por qué dijo: "Para que haya un debate mis contrincantes tendrían que saber conceptualizar y si usted observa hay un déficit de conceptualización, y entonces frente a eso ir a un debate carecería de sentido, es una ridiculez, hay una severa crisis de pensamiento"; palabras del presidente Leonel Fernández ante la Asociación Nacional de Jóvenes Empresarios (ANJE), el miércoles 9 de abril del 2008. Después de haberlo criticado por tal arrogancia, tenemos hoy que darle la razón.

Leonel Fernández y la dirección del PLD saben que el Artículo 124 le permite al jefe del Estado aspirar de nuevo, prerrogativa que el mandatario no va a desperdiciar. Vemos en el presidente, por lo que ha sido su comportamiento, una obsesión enfermiza por superar, no ya a Joaquín Balaguer, sino a Rafael Trujillo en el ejercicio del poder. La dirección del PRD también sabe lo del Artículo 124 y lo mantiene en silencio por razones muy diferentes a las del PLD.

Es evidente que Leonel Fernández y el Comité Político del PLD conocen el contenido del Artículo 124; y han establecido el silencio y la "despreocupación" como sus principales recursos políticos del momento. Inclusive, personas ajenas a dicho partido -aliadas en la actividad política-, que conocen su significado, realizan magistralmente el trabajo de confundir a la opinión pública, que de por sí es vana y débil. El Dr. Marino Vinicio Castillo (Vincho) viene expresando, desde hace unos meses, que “al Presidente no le interesa una nueva reelección”; pero además, está emitiendo declaraciones acerca de que "el Dr. Fernández, de querer optar de nuevo, podría apelar al referendo aprobatorio", consignado en la nueva Carta.

El Dr. Vincho Castillo usa la teoría del "despiste", para que, llegado el momento, uno bastante cerca de los comicios del 2012, comience a moverse el proyecto reeleccionista, que a fin de cuentas es el que asegura la permanencia en el poder del PLD: primero, por el copo en las elecciones congresuales, que pone de manifiesto el reconocimiento que aún le mantienen los dominicanos al Dr. Leonel Fernández y a su liderazgo político, y segundo, porque los recursos del Estado estarán a su disposición, tal y como ha sucedido en otras contiendas, situación que sería totalmente diferente si el candidato fuese otro. Recordemos que el Presidente "ni eructa ni se inmuta" al ser cuestionado por tales acciones; sólo alcanza a decir que "la Constitución no lo prohíbe".

El silencio de los leonelistas es justificado y táctico, aunque el de aquellos -en el PLD- a quienes no conviene la reelección, es torpe e ineficaz; se juegan la última carta con la esperanza de que el Presidente -"bondadoso y justo"- desista. Junto a periodistas y al pueblo en general, no entienden que si a un megalómano le ofrecen la oportunidad -legal y democrática- de reelegirse, no la va a desperdiciar.

Leonel Fernández es como el tigre que Juan Bosch utiliza para describir a Trujillo: “Esta fiera, dotada de músculos potentes, garras poderosas y ojo rápido, no tiene conciencia moral; si siente hambre, mata; satisface sus instintos y sus necesidades; el grado de inteligencia y de habilidad que tenga le sirve únicamente para sí; ningún otro animal de la selva tiene derecho a la vida, a la integridad física, al sueño, a la paz, si hay allí un tigre con hambre” (Juan Bosch, Trujillo: Causas de una tiranía sin ejemplo, Pág. 149, 9na Edición, Editora Alfa y Omega, Santo Domingo, RD). El hambre de Leonel Fernández -sin establecer comparaciones peyorativas con el Presidente- es la reelección; "ningún otro animal de la selva tiene derecho...".

Albert Einstein comentó una vez que "la mejor definición de locura que él conocía era pretender obtener resultados distintos... haciendo lo mismo". Esta extraordinaria definición se manifiesta cíclicamente en la República Dominicana, resaltando la falta de recursos críticos en quienes deben fiscalizar y orientar al pueblo, al que poco importa lo que diga la ley suprema que lo rige. Se manifestó en los interminables gobiernos de Pedro Santana, Buenaventura Báez, Ulises Heureaux, Rafael Trujillo, Joaquín Balaguer y ahora, en los de Leonel Fernández; la Prensa siempre ha especulado, y hasta vivido, con sus teorías relativas al “va o no va” del gobernante de turno. Lo increíble es que, con todas las experiencias, los errores siguen cometiéndose olímpicamente.

Respecto al silencio del PRD, que en nada se relaciona con el del PLD -que lo que quiere es evitar, ahora, un maremoto dentro de sus filas, debido al alto número de aspirantes-, lo que lo produce es la mediocridad de sus asambleístas que participaron en la elaboración de la nueva Constitución -manifestación que ya han hecho costumbre-, y la línea trazada por la máxima dirección, que así como ha sido torpe y "sumisa" en su función de partido fiscalizador, también lo ha sido en los acuerdos que han legitimado "los intereses del Presidente". Los dirigentes perredeístas callan para no irritar a su militancia, hastiada por tantos desatinos. De darse a conocer el contenido real del Artículo 124, el PRD pasaría a la historia como "el campeón de los pendejos" entre los partidos políticos dominicanos. Y por más que lo pospongan, pasará, y serán el hazmerreír del país, junto a Danilo Medina, Jaime David Fernández Mirabal, José Tomás Pérez, Radhamés Segura, Franklin Almeyda Rancier y otros que dentro del PLD aún confían en ser el próximo candidato.

Tanto el PRD como Danilo -que representa la segunda fuerza política en el PLD, después de Leonel Fernández- serán sometidos a severos cuestionamientos; ambos, en un momento histórico, debieron ser aliados naturales en la configuración de una Constitución que no permitiese la reelección (en última instancia, dejar la anterior como estaba).

Ing. Nemen Hazim
San Juan, Puerto Rico
12 de junio de 2010