I.- PLD y EE. UU.: comparación sociopolítica...
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El PLD fue concebido por su fundador Juan Bosch, partiendo de la conformación social dominicana y, en gran medida, por las experiencias vividas en el Partido Revolucionario Dominicano, constituido por pequeños burgueses de las capas baja, baja pobre y baja muy pobre, a quienes sólo preocupa escalar la capa superior dentro de la división de clases sin importar lo que tengan que hacer para lograr sus objetivos materiales.
El PLD, partido que Juan Bosch funda a imagen y semejanza de la iglesia católica y las estructuras castrenses, pasó a ser igual al anterior, constituido por los mismos dominicanos de las mismas capas sociales, pero con la disciplina de los estamentos mencionados. Esos dominicanos harían en el PLD lo mismo que hicieron en el PRD si no se mantenían los controles -de disciplina, organización, manejo de finanzas, toma de decisiones y conciencia política- que había implementado Juan Bosch, y que hicieron del Partido de la Liberación Dominicana un partido ejemplar en toda América Latina.
Juan Bosch sabía que el PLD estaría conformado por esos mismos dominicanos que han hecho de la República Dominicana una sociedad bajo pequeñoburguesa, en la que cada quien piensa y actúa en su propio universo, como un ente aislado, dejando de lado todo principio de convivencia natural, como ocurre en sociedades que evitaron que esta clase social fermentara (en la Alemania de principios del siglo 19, cuando los obreros no tenían trabajo, se agrupaban en zonas urbanas y, entre ellos, se ayudaban hasta tanto apareciera una actividad de importancia que les permitiera desarrollar sus funciones de acuerdo con la posición que ocupaban en las relaciones de producción. En República Dominicana los obreros proceden de la baja pequeña burguesía; actúan como tales mientras prevalece alguna obra. Concluida, retornan a la clase de origen).
Lo más importante en la obra sociopolítica de Juan Bosch fue enseñar a los integrantes del PLD el funcionamiento anormal de la sociedad dominicana, para que con esta base el partido estableciese todos los controles disciplinarios y de formación entre sus hombres y mujeres, tanto en el plano de la oposición como en el de la detención del poder.
Mientras Juan Bosch gozaba de sus facultades mentales, el PLD y los peledeístas eran un fenómeno aparte en la República Dominicana. Con su retiro natural, la dirigencia y muchos otros del partido olvidaron, “ipso facto”, todas esas cualidades y virtudes que exhibían con orgullo, al punto de haber enterrado la filosofía política del profesor Bosch en apenas seis años.
De los Estados Unidos
Aún siendo los Estados Unidos la base de la comparación, no podemos pasar a describir su desarrollo burgués; es mucho el espacio que se necesitaría para explicar el desarrollo capitalista y, además, la forma de gobierno que se adjudica este sistema económico: la democracia.
Para ser realistas, partiremos del proceso electoral que hace poco tiempo culminó en los Estados Unidos. Dos siglos han transcurrido desde que, unos genios, concibieron el proceso electoral en el que los poderes eminentemente políticos del Estado, el Ejecutivo y el Legislativo, no tenían que distribuirse sobre la base del voto popular, y sí, en cambio, sobre la de los colegios electorales (de los estados). O sea, en palabras crudas, pero sencillas, el voto popular no elige al presidente de la nación norteamericana.
Continuará...
Ing. Nemen Hazim Bassa
San Juan, Puerto Rico
22 de enero de 2001