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IV.- Juan Bosch y el PLD, la gran diferencia...

El período comprendido entre el 16 de agosto de 1990 y los primeros días del mes de abril de 1994 brindaría a Peña Gómez la posición previamente pactada con el Dr. Balaguer. El presidente del PRD pasaría a ocupar la primera posición en todas las "encuestas", tanto en las dirigidas por el PRSC como en las dirigidas por el propio Peña Gómez...

El período comprendido entre el 16 de agosto de 1990 y los primeros días del mes de abril de 1994 brindaría a Peña Gómez la posición previamente pactada con el Dr. Balaguer. El presidente del PRD pasaría a ocupar la primera posición en todas las "encuestas", tanto en las dirigidas por el PRSC como en las dirigidas por el propio Peña Gómez. Nunca antes en la historia de la República Dominicana se habían confabulado dos fuerzas que generaran tal magnitud de poder económico como el exhibido por perredeístas y reformistas, quienes mantuvieron una propaganda política por más de mil cuatrocientos días sin mostrar en ningún momento agotamiento de tales recursos. El PRD se encargaría de hacer una sucia propaganda casa por casa en todo el territorio nacional en contra de la figura del profesor Bosch, de quien se han dicho barbaridades, pero nunca antes se le había ocurrido a ninguna agrupación política propagar la descabellada versión de que el profesor Bosch había vendido las elecciones del 1990 por una casa que le otorgaría el Dr. Balaguer. Esta versión circularía por todo el país, narrada por perredeístas, y con la anuencia del Dr. Peña Gómez, quien no mostraría el menor interés por desmentir la misma.

El comienzo del año 1994 traería preocupaciones a Peña Gómez. Su popularidad caía constantemente, hasta el punto que para los últimos días de abril las "encuestas" le conferían un virtual empate con el Dr. Balaguer, quien desarrollaría una increíble campaña electoral, añadiendo a su eterna masa de votantes una gran cantidad de jóvenes de dieciocho a veinte años de edad que no conocieron sus primeros doce años de gobierno y sí sus últimos ocho, y parte de los ocho gobernados por el PRD. Al margen de todo esto trabajaba la maquinaria fraudulenta en busca del último eslabón. Paralelamente, se daban condiciones adversas a la efectividad del fraude y por ende a la permanencia del Dr. Balaguer en la jefatura del Estado: la crisis haitiana, esa eterna crisis del vecino país que en 1963 vendría a ser la causa determinante en el golpe de Estado que alejó del poder al profesor Juan Bosch.

El fraude se haría aunque fuese a espaldas de Balaguer. Factores internos y externos obstaculizarían la materialización del mismo; factores que de forma real se conjugarían en contra de la permanencia del Dr. Balaguer en el poder. Decíamos al principio que más adelante pasaríamos a explicar las causas de la complejidad de la crisis; entendemos que ha llegado el momento. En 1966, Balaguer representaba los "intereses" del imperialismo y de la clase oligárquica dominicana; el New York Times le dispensaba la mejor de sus simpatías y el único otro actor de importancia en la contienda de ese año lo sería el profesor Bosch, de quien el mismo rotativo norteamericano comentaba que "el gobierno de Johnson habría de estar 'disgustado' si Bosch reconquistaba el poder". En 1966, Balaguer poseía todas sus cualidades físicas y mentales intactas y sus casi sesenta años de edad le aseguraban una estable permanencia en el poder, por y para beneficio de Washington.

En 1994, el Dr. Balaguer no tiene nada que ofrecer a los "intereses" norteamericanos ni a la oligarquía dominicana. El New York Times editorializa acerca de la comisión de "irregularidades" en las elecciones celebradas el 16 de mayo y en cierta medida condiciona la permanencia de Balaguer en el poder a que intervenga en la solución de la crisis haitiana bajo las reglas establecidas por Estados Unidos. Peña Gómez, en los momentos actuales, sería figura clave para Washington en la solución de los problemas del vecino país. Pero lo más importante ha sido la conducta exhibida por el PLD, que ha realizado todo lo opuesto a lo que hizo el PRD en los comicios del 1990. Denunciar el fraude, impedir la consolidación del mismo y luchar por los legítimos intereses del pueblo han sido las realizaciones del PLD, que no ha reconocido en ningún momento el "triunfo" de Balaguer.

"El Partido de la Liberación Dominicana está dispuesto a llegar a las acciones más grandes que le exija el destino de nuestro pueblo, pero al mismo tiempo es capaz de atender en todo momento a las necesidades mínimas del pueblo", decía el profesor Bosch al concluir su "INFORME SOBRE EL PARTIDO" en el Tercer Congreso Nacional Jaime Vargas (Santo Domingo, 1986).

El Nuevo Día, periódico matutino de Puerto Rico, publicó, hace aproximadamente quince días, unas declaraciones del Dr. Peña Gómez en las que este, tratando de demostrar el fraude cometido, dice haber intervenido, en los días previos a la celebración del certamen electoral, los teléfonos de algunas de las instituciones de mayor importancia del país, a la vez que señala poseer grabaciones que comprometen a personas de esas entidades en la elaboración del fraude.

Nunca antes un líder político, y a la vez candidato presidencial, había expresado semejante barbaridad. Sus declaraciones demuestran hasta dónde llegan sus ejecuciones con tal de conquistar el poder... De ellas se desprende la posibilidad de que haya podido realizar otras barbaridades. El político que es capaz de hacer lo que hizo el Dr. Peña Gómez -además de informar a la opinión pública-, por emotivo que sea, necesariamente tiene que mantener ciertas acciones en total confidencia.

Como podemos ver, entre el Dr. Peña Gómez y el Dr. Balaguer no existe ninguna diferencia en cuanto a los métodos utilizados para la conquista del poder; de la misma forma, entre el PRD y el PRSC tampoco. Estas similitudes nos llevan a una realidad:

¡JUAN BOSCH Y EL PLD HACEN LA GRAN DIFERENCIA!

Fin...

Ing. Nemen Hazim
San Juan, Puerto Rico
18 de julio de 1994